Battle Beyond the Stars es una de esas películas de ciencia ficción que
llaman “de culto”. De pequeño la vi en la tele (e incluso la grabé en una cinta
Beta) con el nombre de “La batalla más allá de las galaxias”, un título más
acertado que el que se suele ver por ahí en las tiendas: “Los siete magníficos
del espacio”, que me parece una tontada.
Lo cierto es que se la considera un western espacial: un tirano va por ahí
con una nave impresionante y un arma capaz de destruir pequeños planetas,
amenazando y explotando a diferentes razas. Pero cuando el tirano, Sador (interpretado por John Saxon) quiere hacerse con un
pequeño y pacífico planeta (que más bien parece un pueblo), los habitantes del
mismo deciden contratar a un grupo de mercenarios galácticos para luchar contra
él.
Según imdb.com la película tiene
mucho parecido argumentalmente con “Los siete samurais”. De hecho, no es más
que una historia entretenida que aprovecha el tirón que tenía en aquel momento
(1980) la saga de La Guerra de las galaxias de George Lucas.
Pero me salgo ya de lo que se suele decir en estos casos y voy al grano, a
lo más simple que puedo comentar sobre este film que está concebido para pasar
un buen rato, objetivo que consigue con creces. Recuerdo que en aquella época
había pelis de ese estilo soporíferas, y esta posee una sencillez y una cutrez
muy cuidada en sus escenarios que hace que pueda ser digerida actualmente sin
demasiados problemas (no se ven los hilos de las maquetas ni nada de eso).
Da la sensación, eso sí, de western: planetas solitarios y pequeños,
estrellas y agujeros recónditos en un espacio que parece infrapoblado, lo que
por otro lado refuerza la importancia de los protagonistas, que arriesgan sus
vidas por una especie de sentido de la justicia con algunos detalles
interesantes (hay personajes que luchan sin armas, aunque no deja de ser una
hipocresía, puesto que igualmente provocan muertes en la batalla que se libra
al final del metraje).
Me gusta por su sencillez, por no centrarse en lo espectacular y sí más en
esa pequeña historia de resistencia de personajes variopintos y solitarios. Si
tuviera que decir por qué me llama la atención este film, a diferencia de otras
muchas películas insulsas (tanto modernas como antiguas) con argumentos
parecidos, quizá diría que es por la atmósfera desértica que nos pinta del espacio,
por los actores que salen y por el adecuado sentido del ritmo que posee, sin
estrépitos ni alardes, además de que las situaciones que viven son bastante
curiosas (recuerdo esa escena en la que Sador se implanta el brazo de uno de
los mercenarios que captura y cómo sus compañeros, unidos todos psíquicamente,
intentan que se suicide con la mano de su compañero muerto).
La dirección corre a cargo de Jimmy T. Murakami, y está producida por Roger
Corman. Del plantel de actores destacan el televisivo Richard Thomas (el Chaval
de la Peca estadounidense), George Peppard, el del Equipo A, y curiosamente
también Robert Vaughn, que aparecería en la última temporada de dicha serie. El
malo de la peli, como ya he mencionado, es John Saxon, que siempre me ha recordado
física e interpretativamente a Michael Ironside, hasta el punto de que de
pequeño los llegaba a confundir en ocasiones.
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2 comentarios:
lo tiene todo esta película: a Roger Corman poniendo la pasta, maquetas serie B, la pechugona de turno, a dos tíos de El equipo A, a Richard Thomas y a John Saxon (el padre de Nancy en Pesadilla en Elm Street).
Habrá que verla, pues ;)
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