Dado el tremendo éxito que ha tenido AMC con su serial zombi que adapta el cómic homónimo de Robert Kirkman, a nadie le tenía que haber extrañado que el canal quisiese seguir exprimiendo este producto, con más seguidores que detractores.
El anuncio del spin off de The Walking Dead creó más expectación que repulsa. Aunque yo fui de los segundos en un principio, debido a que todo parecía indicar que seguiría la misma tónica que la serie original pero con otro grupo de protagonistas. Consiguieron captar mi atención cuando descubrieron que se trataba de una precuela que nos contaría el principio del Apocalipsis Z (que en la serie original no vimos debido a que el personaje de Rick estaba en coma) pero tratando el tema caminante como leyenda urbana hasta ver cómo estos acabaron con la humanidad tal y como la conocemos.
Fear The Walking Dead. Aunque en un principio se creía que se titularía Cobalt (al final este sería el título del penúltimo capítulo de la primera temporada), con este contundente título se daría a conocer este spin off que mantendría entretenidos a aquellos que esperaban la sexta temporada de The Walking Dead, y trataría de volver a enganchar a aquellos que abandonaron la serie madre, como yo.
¿Y lo consiguió? Pues la verdad es que no.
La primera temporada de Fear The Walking Dead consta de 6 episodios (aunque la confirmada segunda temporada tendrá 15), jugada que ya hizo la serie madre allá por el 2010, cuando empezó su andadura televisiva. Esto ha sido decisivo para que un servidor decidiese acabar la temporada. De haber constado de más episodios la habría dejado a medias. Y es que, no es solo que la serie vaya de más a menos, es que en general me he sentido estafado.
A diferencia de la cantidad de gente que ha calificado a la serie de "lenta", yo la he sentido bastante rápida en cuanto al desarrollo del alzamiento zombi. Esperaba que no sería hasta los dos últimos episodios cuando empezaríamos a ver la caída de la civilización, siendo el último episodio el verdadero punto de no retorno. Que primaría la intriga y que los personajes no sabrían con qué tratarían. Pero de esto solo hay esbozos en los dos primeros capítulos.
Está claro que esta serie piensa sobre todo en los fans de The Walking Dead. Aunque estos achaquen falta de zombis y menos acción, siguen primando en eso en vez de profundizar en los personajes y en el ver cómo les afecta la caída de la civilización hasta llegar al momento en el que Rick Grimes se despierta en ese hospital abandonado.
El grupo protagonista es una familia desestructurada que podría haber dado para más. Sobre todo el personaje de Frank Dillane (En el Corazón del Mar). Un joven drogadicto que es de los primeros en tener contacto con un caminante. Lo que podría haber dado para episodios dramáticos y paranoicos debido al síndrome de abstinencia, queda en una breve escena de nauseas momentánea. Al final, todo queda en la anécdota.
Incluso la inclusión del Ejército defrauda, a pesar de dejar todos los elementos para hacerlos vitales en la recta final de la temporada.
El último capítulo sigue la fórmula The Walking Dead (patente en trámite): dar toda la acción y zombis que el público esperaban para que estén presentes una temporada más. Aunque esto creo que funciona mejor en la serie madre que en este spin off-
Fear The Walking Dead no es más que la demostración de que AMC puede (y va) estirar el universo The Walking Dead como le venga en gana. Actualmente están con la sexta temporada de The Walking Dead, y antes de la segunda temporada de Fear The Walking Dead les dará tiempo a darnos otro spin off (del spin off) en forma de webserie (Fear The Walking Dead 462). Pero esta serie no deja de ser más de lo mismo. Aunque gracias a lo breve de la temporada, pueda ser consumida sin muchos problemas.
Lo Mejor: La temporada solo la componen 6 episodios.
Lo Peor: No querer innovar ni sorprender. No deja de ser un entretenimiento para todos aquellos que esperaban la nueva temporada de The Walking Dead.
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