Un humilde poema dedicado a lo más preciado que tengo… ¡mi hijo!
Imagen: Google
Pequeño amado guerrero
De muy lejos has venido
más allá de todo pensamiento
cruzando vastos universos
tras el velo de lo desconocido
donde el tiempo no es más que un sueño
Allá en las esferas celestiales
cuna de las estrellas plateadas
resuena una empírea música
tocada por arpas invisibles
cuyas claras notas angelicales
son la savia de la vida
Sagradas y hermosas melodías
que hacen latir corazones
Divinos acordes armoniosos
que crean mentes de la nada
Nadie sabe de donde provienen
a los mismos Dioses despertaron
y tras milenios incontables
hasta ti por fin han llegado
Pequeño valiente guerrero
concebido en la hermosura
Pequeño aguerrido guerrero
que ha luchado con bravura
Por fin estás entre nosotros
Peligros tal vez te aguarden
duras pruebas habrás de afrontar
Mas si el día se torna tenebroso
y la luz parece menguar
siempre contigo estaremos
y con férrea voluntad de guerrero
de las sombras resurgirás
Pequeño bondadoso guerrero
alma noble y generosa
Pequeño impetuoso guerrero
capaz de lograr cualquier cosa
No pierdas la fe en ti mismo
Cabalga la rugiente tormenta
Conquista los mares tempestuosos
Gobierna el viento vespertino
Haz soñar a los cielos remotos
Y por encima de todas las cosas
sé feliz y dichoso
Gracias por aparecer en mi vida
pequeño amado guerrero
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