miércoles, 20 de junio de 2018

Crítica Downrange (Blanco perfecto), de Ryuhei Kitamura



Esta es una de esas películas que te pones porque sí, sin ningún tipo de pretensión ni expectativas. En ella, unos jóvenes comparten coche para ahorrar (véase BlaBlaCar) y, cuando van por una carretera solitaria entre colinas, se les revienta una rueda. O, al menos, eso creen ellos, pues en realidad hay un francotirador que les ha disparado. Cuando se dan cuenta ya es muy tarde, pero tienen que tratar de esconderse tras el vehículo hasta que alguien venga a ayudarlos. 

La verdad es que me ha sorprendido y me ha gustado mucho. Que sí, que hay muchas películas parecidas y no muestra nada nuevo ni tremendamente original, pero engancha y entretiene y a mí con eso me vale. La ambientación ya de por sí me gusta, pues siempre me han dado mal rollito los viajes por carreteras secundarias, a la vez que me apasionan esas travesías solitarias donde vemos monstruos incluso donde no los hay. Los chicos me han puesto de los nervios en muchas ocasiones, pero, claro, en su situación poco más de lo que hacen podían hacer.



El malo, en este caso el francotirador, se hace de odiar, pues mata por el puro placer de hacerlo. Aunque, antes de ello, como buen cazador, disfruta acorralando, jugando y haciendo sufrir a sus presas. Es por ello que me ha fascinado el final, tan sorprendente, retorcido, irónico y con mala leche. Solo por la última e inesperada escena merece la pena ver la película. 

Como he dicho antes, no esperéis nada nuevo, pero si os gustan las vísceras, la sangre y pasar muchos nervios y tensión, esta es vuestra película. De todas formas, no todo es sangre. También conocemos un poquito a los personajes, sus problemas, sus historias pasadas y, cómo no, el destino al que se dirigían. Hay momentos en que algunos asesinatos me dieron hasta pena como, por ejemplo, el de la pareja propietaria del coche. Conocer su triste historia me partió el corazón, y el chico protagoniza una de las escenas más emotivas del film. Sí, soy así de rara, soy capaz de llorar de tristeza con una película de terror.

Dicho todo esto, os la recomiendo para una noche con la pareja o los amigos y un buen bol de palomitas.

Lo mejor: la escena de los cuervos. La ambientación. Lo cabrón que es el asesino. El final.

Lo peor: no tiene ningún elemento novedoso.




1 comentarios:

Pues pinta muy bien, sobre todo por ese final, así que la tendré en cuenta ^^

Genial crítica, preciosa <3

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