lunes, 31 de diciembre de 2018

Crítica El resplandor de Mick Garris



Todos hemos leído, visto u oído, al menos, hablar de El resplandor, una historia creada por el maravilloso y terrorífico Stephen King. Todos tenemos en la mente al pirado de Jack Nicholson con un hacha en la mano persiguiendo a su familia. Pero no hoy no vengo a hablaros de esa adaptación, sino de otra que hicieron años después, dirigida por Mick Garris e interpretada por Rebeca de Mornay y Steven Weber. Se trata de una miniserie de cuatro horas de duración que fue estrenada en el año 1997.

Jack Torrance es un escritor alcohólico (o ex alcohólico, pues lleva seis meses sin beber) que se va con su mujer Wendy, y su hijo, Danny, al Overlook, un hotel en las montañas. Tienen que permanecer allí todo el invierno y mantener la caldera a punto, ya que los inquilinos no llegan hasta la temporada de verano. La familia estará allí incomunicada y aislada, pues las fuertes nevadas harán imposible que nadie salga ni entre al Overlook. Danny es un niño que posee "el resplandor", por lo que los fantasmas del lugar lo acosarán, e intentarán que Jack mate a su familia.


La verdad es que resulta aterradora en varias ocasiones y por distintos motivos. Está el terror humano, el mismo que tenía King cuando escribió la historia: el miedo a que Jack Torrance volviese a beber e hiciese daño a su familia. Luego está el terror más físico, que es el que pasamos, por ejemplo, cuando las figuras de arbusto se acercan a Danny, o cuando algún fantasma lo ataca. También sentimos el miedo de Wendy, que tratará de proteger a su hijo de la locura de su padre.

"Si todos los hoteles tenían un fantasma, el "Overlook" tenía todo un aquelarre de ellos".

La ambientación es alucinante. De hecho, está rodado en el mismo hotel en el que se alojó King para escribir la novela homónima, el hotel Stanley. Es tan grande, tan terrorífico, tan lleno de macabras historias... que me encantaría aceptar el trabajo de Jack Torrance  y perderme entre sus pasillos durante unos cuantos meses.

A pesar de durar casi cuatro horas, se pasa en un suspiro. Es una adaptación muy fiel a la novela (más que la película protagonizada por Jack Nicholson a la que, por ejemplo, le cambiaron totalmente el final) y refleja muy bien todo lo que el autor pretendía al escribirla.

Un ejemplo más de que el equipo Garris/King funciona a la perfección.

Lo mejor: los arbustos. El personaje de Hallorann. El Overlook. El cameo de Steve.

Lo peor: el niño, a veces me daba repelús.






1 comentarios:

Pueees, a ver, para televisión estaba bien, a mí me gusta lo que hace Garris con los trabajos de Stephen King, pero le falta algo casi siempre. Aquí es fiel a la novela, bien, pero mucho más flojo y menos intenso que Kubrick.

Siempre he pensado que, mal que le pesase a King, la adaptación de Kubrick es brillante, y si la novela no fuese tan buena, un referente en el cine como esta mini seria habría hecho que pasase sin pena ni gloria en nuestros recuerdos.

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