Desde su debut en 2011 con Absentia, Mike Flanagan se ha convertido en uno de los directores de cine de terror más constantes del género. Uno de sus últimos trabajos fue el Home Invasion Hush, cuya distribución internacional acabó en manos de Netflix. Mike continuaría al amparo del gigante del streaming con la adaptación cinematográfica de una de las obras de Stephen King: El Juego de Gerald. La relación entre este director y el servicio de VOD termina de consolidarse del todo con esta adaptación televisiva de La Maldición de Hill House.
La novela original de Shirley Jackson ya ha sido adaptada con anterioridad. Y al tratar de un tema tan recurrente en el género como es el de las casas encantadas, lo cierto es que esta propuesta podía haberse caído con todo el equipo muy fácilmente. Pero Mike ha resuelto la mar de bien este problema desde el mismo hecho de no adaptar tan literalmente la novela, sino la de tomarla como punto de referencia y a partir de ahí construir su propia historia. Es así como el director de Oculus nos presenta a una gran familia: Los Crain. Quienes hace años quedaron marcados por su perturbadora experiencia durante su estadía en Hill House.
Es importante recalcar que esta versión de La Maldición de Hill House apuesta por dar rienda suelta a un gran componente dramático. Eso sí, el cual nace de las experiencias terroríficas que los personajes viven en la mencionada casa. Esto puede ser una traba para algún que otro espectador, pero si uno se embarca de verdad en la propuesta le es muy fácil aceptar esto como parte del ADN de la serie. Aclarado esto, toca tranquilizar a todos los internillos. Pues el terror está muy presente en cada uno de los capítulos. Por supuesto, un terror alejado de gratuitos recursos y clichés de los que nos tienen acostumbrados el cine de género actual (tan solo hay un Jumpscare en toda la serie y está bastante bien pensado y resuelto). Muy de agradecer el tener apariciones espectrales sin enervantes golpes de sonido (ojo, que te puedes perder bastantes cameos fantasmales si no estás atento a la pantalla). Y que estén perfectamente caracterizados. Sobre todo en el caso del Hombre Alto y la Mujer del Cuello Torcido (increíble la sorpresa que se oculta tras esta aparición y que encumbra al episodio dedicada a ella como una de las mejores historias del género de terror).
Por supuesto, la puesta en escena y ambientación están más que logradas. Llegando a un nivel cinematográfico. El equipo de la serie ha creado una casa que en verdad parece viva (aunque más en el caso de los interiores que la fachada, la cual es bastante normalita y palidece ante las de las otras versiones). La fotografía, algo apagada, también contribuye a dar una sensación aún más fantasmagórica a la propuesta.
Lo que también ayuda a encumbrar más a La Maldición de Hill House es la buena mano de Mike Flanagan a la hora de rodar. Mucho está dando de qué hablar (normal) los planos secuencias del 6º episodio. Pero en toda la serie notamos el gran tino de Mike, dejando bien claro que estamos ante uno de los mejores directores del género actual (sí, tiembla James Wan).
La serie tiene una narrativa que alterna entre pasado y presente para mantener al espectador en un estado de intriga permanente. Y los primeros episodios actúan como presentación de los hermanos de la Familia Crain. Porque si hay que alabar algo de esta serie que sean a los personajes. Hoy en día ya es muy raro lograr empatizar con los personajes de las historias de terror (ojo, hay excepciones). La mayoría apenas están cortados por los mismos y arquetípicos patrones. Pocos logran insuflarles algo de vida. Es cierto que si hablamos de cine, la cosa está algo complicada. No es lo mismo tener dos horas para presentar personajes y trabajarlos que diez horas. Y Mike Flanagan juega la mar de bien con esta ventaja. Los Crain son excelentes personajes. Cada uno único y con diferentes deseos y traumas. Además están muy bien defendidos por los actores que les dan vida. Destacando sobre todo los que encarnan a las versiones infantiles de los hermanos. Otro gran tanto de cara a valorar el talento en la dirección de Mike. Pues no es nada fácil dirigir a actores tan jóvenes como los mostrados en las escenas del pasado de La Maldición de Hill House.
Es normal que esta serie esté dando tanto de qué hablar. Pocas veces hemos visto una propuesta televisiva (y de género, para más inri) tan mimada y especial que sabe mezclar con tan buena mano el terror con el drama familiar. Mike Flanagan termina por coronarse como uno de los mejores Masters of Horror de este siglo.
Lo Mejor: Poder disfrutar de una gran y adulta historia de terror de diez horas.
Lo Peor: Quizás a algunos espectadores se le atragante tanto drama (sobre todo de cara a la recta final de la serie).
2 comentarios:
A mí me ha fascinado esta serie, la encontré de 10. Si que de punto negativo veo lo mismo que tú, que puede que haya gente que el drama no le acabe de gustar.
Genial crítica como siempre, Rubén :)
A mí, precisamente, lo que más me gustó fue el drama. Serión.
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