Aunque el personaje tiene su origen en las primeras Secret Wars comiqueras, no nació como tal hasta los años noventa gracias a Todd McFarlene. Venom nació como EL enemigo de Spiderman, pero con el tiempo llegó a ganarse la suficiente popularidad como para protagonizar sus propios arcos argumentales y series comiqueras en diferentes encarnaciones.
Cierto que su primera versión cinematográfica en la tercera parte del Spiderman de Sam Raimi no tuvo la mejor de las suertes (como con el resto del film). Pero dejó la puerta abierta a retomar al personaje en cines. Y por poco casi lo consigue con el reboot arácnido titulado The Amazing Spiderman. Aunque el fracaso económico con la secuela dejó en el cajón el proyecto hasta ahora. Sony Pictures lo retoma con fuerza, pues con esta película pretende iniciar un Universo Cinematográfico de personajes del Mundo de Spiderman... ¿Sin Spiderman?
Está claro que suena MUY raro tener una película de Venom sin participación del trepamuros. Desde su concepción, Venom nace por su estadía en el cuerpo de Peter Parker. Eliminar todo esto ya limita mucho al personaje. Pero siempre hay formas de afrontar bien las cosas. En algunas declaraciones, el director Ruben Fleischer aseguraba que se había inspirado mucho en la figura del Hombre Lobo para realizar el film. Y está claro que un enfoque más de película de terror con monstruo podía compensar con creces el no tener presencia arácnida... Claro está, la cosa no fue por esos derroteros.
¿Os acordáis de Life de Daniel Espinosa? La película de terror espacial de la que se llegó a decir que se trataba de la precuela secreta de esta Venom (ambas son de Sony Pictures, comparten formas de vida alienígenas que parecen primas hermanas y los trailers de Life llegaron a usar imágenes del trailer de Spiderman 3 de Raimi). Pues, aunque esta teoría sigue sin ser cierta, Venom aún juega bastante con este concepto en su primera parte con la dichosa Fundación VIDA (Life en inglés). ¿Por qué salgo con esto? Pues porque resulta ser lo más interesante en la mayor parte del metraje. Lo que nos ofrece la película es un argumento que parece más bien sacado de la era pre-Marvel Studios. Simplista y basado en el esquema más tosco de "Peli de Orígenes" de, en este caso, antihéroe.
Lo peor es que la cosa no mejora cuando se presenta a Venom como tal. Cierto que se hace menos pesada (sigue siendo una gozada ver a Venom... aunque sea el que nos presenta esta película), pero la propuesta sigue avanzando como un pollo descabezado. Pues es evidente los recortes en el metraje y los conflictos a la hora de enfocar el tono de la película. Se sabe que la propuesta nació con vistas a ser una película R que explotase el lado más oscuro de este personaje. Pero a mitad de proyecto la cosa cambió de rumbo tratando de hacerla más "amigable" (se habla de hasta 40 minutos de recortes). Es cierto que ahora que se sabe que la cinta ha cosechado más de 800 millones de dólares no se puede cargar demasiado contra Sony por esta decisión. Pero es innegable admitir que en la valoración de la película, esto afecta al visionado. A ratos da la sensación de que el film quiere andar por derroteros más salvajes pero al otro se contiene para no salirse del escueto esquema argumental y el "family friendly".
Las pasables escenas de acción, junto al cantoso, por momentos, CGI, parecen querer remitirnos a propuestas del género de la pasada década.
No sabemos si es por culpa del éxito de Deadpool, pero me gustaría saber de quién fue la idea de convertir al simbionte en un Mr. Gracietas. El humor está bastante presente en la película. Por supuesto, humor bastante chusco que acaba siendo la mayor baza de la película le pese a quien le pese. Y en medio de este caos tonal nos encontramos a un Tom Hardy que se ve inmerso en esta locura. A su Eddie Brock se le puede encontrar destellos del Jim Carrey más histriónico. Y lo más increíble es que uno agradece esto tras no tragar la versión del personaje que presenta la película en su inicio. Se siente la pasión e interés de Hardy por sacar adelante la película a cualquier costo. Y, desde luego, es el que mejor sale del cast. Porque poco se puede decir de una anodina Michelle Williams que protagoniza la terrible parte romántica de la película (un curioso triángulo amoroso si contamos a Venom), o del villano empresarial de Riz Ahmed que, aunque en sus primeros compases trate de encontrar su propia entidad, el mismo film se encarga de anclarlo en el cliché. Es curioso ver que a estos dos personajes se le otorga un mismo elemento que en vez de hacerlos más interesantes, lo único que hacen es desprestigiarlos aún más.
Es frustrante que la película, en sus últimos 5 minutos, muestre lo que debería haber sido en todo el metraje. Dando la sensación de que nos hemos tragado un insulso y extenso trailer de lo que será Venom 2 (a lo que se le une la primera post-créditos). Pero como ya he comentado, las ganancias con esta película aseguran la secuela y, al menos, la siguiente entrega de este particular Universo Cinematográfico: Morbius, el Vampiro Viviente. De estas dos películas espero que Sony confíe de verdad a la hora de no suavizarlas y ofrecer una opción más salvaje e irreverente a lo que nos tiene acostumbrado el género.
Puede que esta película llegue a entretener a quien solo quiere ver a un Venom en live-action (que ya se ve que no son pocos). Pero a la hora de valorar el conjunto es imposible no meterla en el mismo saco de vergüenzas del género como Catwoman, la Daredevil de Ben Affleck o Los 4 Fantásticos de Josh Trank.
Lo Mejor: Aunque sea a modo de imitador de Deadpool y contenido por la calificación, sigue siendo una gozada ver a Venom en acción.
Lo Peor: Los problemas tonales y argumentales que no se perdonan a estas alturas del género.
¿Os acordáis de Life de Daniel Espinosa? La película de terror espacial de la que se llegó a decir que se trataba de la precuela secreta de esta Venom (ambas son de Sony Pictures, comparten formas de vida alienígenas que parecen primas hermanas y los trailers de Life llegaron a usar imágenes del trailer de Spiderman 3 de Raimi). Pues, aunque esta teoría sigue sin ser cierta, Venom aún juega bastante con este concepto en su primera parte con la dichosa Fundación VIDA (Life en inglés). ¿Por qué salgo con esto? Pues porque resulta ser lo más interesante en la mayor parte del metraje. Lo que nos ofrece la película es un argumento que parece más bien sacado de la era pre-Marvel Studios. Simplista y basado en el esquema más tosco de "Peli de Orígenes" de, en este caso, antihéroe.
Lo peor es que la cosa no mejora cuando se presenta a Venom como tal. Cierto que se hace menos pesada (sigue siendo una gozada ver a Venom... aunque sea el que nos presenta esta película), pero la propuesta sigue avanzando como un pollo descabezado. Pues es evidente los recortes en el metraje y los conflictos a la hora de enfocar el tono de la película. Se sabe que la propuesta nació con vistas a ser una película R que explotase el lado más oscuro de este personaje. Pero a mitad de proyecto la cosa cambió de rumbo tratando de hacerla más "amigable" (se habla de hasta 40 minutos de recortes). Es cierto que ahora que se sabe que la cinta ha cosechado más de 800 millones de dólares no se puede cargar demasiado contra Sony por esta decisión. Pero es innegable admitir que en la valoración de la película, esto afecta al visionado. A ratos da la sensación de que el film quiere andar por derroteros más salvajes pero al otro se contiene para no salirse del escueto esquema argumental y el "family friendly".
Las pasables escenas de acción, junto al cantoso, por momentos, CGI, parecen querer remitirnos a propuestas del género de la pasada década.
No sabemos si es por culpa del éxito de Deadpool, pero me gustaría saber de quién fue la idea de convertir al simbionte en un Mr. Gracietas. El humor está bastante presente en la película. Por supuesto, humor bastante chusco que acaba siendo la mayor baza de la película le pese a quien le pese. Y en medio de este caos tonal nos encontramos a un Tom Hardy que se ve inmerso en esta locura. A su Eddie Brock se le puede encontrar destellos del Jim Carrey más histriónico. Y lo más increíble es que uno agradece esto tras no tragar la versión del personaje que presenta la película en su inicio. Se siente la pasión e interés de Hardy por sacar adelante la película a cualquier costo. Y, desde luego, es el que mejor sale del cast. Porque poco se puede decir de una anodina Michelle Williams que protagoniza la terrible parte romántica de la película (un curioso triángulo amoroso si contamos a Venom), o del villano empresarial de Riz Ahmed que, aunque en sus primeros compases trate de encontrar su propia entidad, el mismo film se encarga de anclarlo en el cliché. Es curioso ver que a estos dos personajes se le otorga un mismo elemento que en vez de hacerlos más interesantes, lo único que hacen es desprestigiarlos aún más.
Es frustrante que la película, en sus últimos 5 minutos, muestre lo que debería haber sido en todo el metraje. Dando la sensación de que nos hemos tragado un insulso y extenso trailer de lo que será Venom 2 (a lo que se le une la primera post-créditos). Pero como ya he comentado, las ganancias con esta película aseguran la secuela y, al menos, la siguiente entrega de este particular Universo Cinematográfico: Morbius, el Vampiro Viviente. De estas dos películas espero que Sony confíe de verdad a la hora de no suavizarlas y ofrecer una opción más salvaje e irreverente a lo que nos tiene acostumbrado el género.
Puede que esta película llegue a entretener a quien solo quiere ver a un Venom en live-action (que ya se ve que no son pocos). Pero a la hora de valorar el conjunto es imposible no meterla en el mismo saco de vergüenzas del género como Catwoman, la Daredevil de Ben Affleck o Los 4 Fantásticos de Josh Trank.
Lo Mejor: Aunque sea a modo de imitador de Deadpool y contenido por la calificación, sigue siendo una gozada ver a Venom en acción.
Lo Peor: Los problemas tonales y argumentales que no se perdonan a estas alturas del género.
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