James Wan (Kuching, Malasia, 26 de febrero de 1977) se ha
convertido indiscutiblemente en uno de los directores más importantes del cine
de terror.
Puede que su primera película, Stygian (2000), pasara algo desapercibida (aunque ganó el Best
Guerrilla Filme en el Melbourne Underground Film Festival), pero su corto Saw (2003) se convirtió un año más tarde
en una de las películas más rompedoras de 2004. La idea de un asesino en serie
que secuestra a sus víctimas y las obliga ha luchar por su vida hizo de la
película inicial una franquicia que cuenta con siete partes hasta la fecha.
Aunque Wan fue director sólo de la primera parte, participó como guionista
hasta la cuarta, y como productor en todas salvo la primera entrega.
Dead Silence (2007)
fue su primera incursión al cine de terror. Y es que, ¿a quién no le dan miedo
los muñecos de ventriloquia? Tan siniestros y humanos… Por algo Mary Shaw decía
que eran sus hijos, y menudos hijos. La historia nos muestra el pequeño y
antaño acogedor pueblo de Ravens Fair, donde Mary Shaw, al ser sospechosa de
secuestrar y asesinar un niño, es atacada por una muchedumbre enfurecida. Le
cortan la lengua y la matan, enterrándola con su colección de muñecos, o hijos,
como ella los llama. Su muerte provoca una maldición que recaerá en todos los
habitantes del pueblo. Sin entrar más en la trama, por si alguien no la ha
visto aún, sólo hacer una advertencia: “Cuidado
con los ojos de Mary Shaw, ella no tiene hijos… sólo muñecos, y si en tus
sueños la ves, no debes gritar o tu lengua te arrancará.”
En su tercera película, Death
Sentence (2007), trató el tema de la venganza a través de un padre de
familia, interpretado por Kevin Bacon, el cual presencia la muerte de su hijo
mayor a manos de unos pandilleros en un rito de iniciación de uno de sus
miembros. Lleno de odio, empieza una ola de violencia que acaba en un trágico
final.
Y a partir de aquí empezó un maratón de cine de terror puro
y a la antigua usanza. Insidious
(2010) nos
adentra en un mundo de demonios y sueños. La familia Lambert se muda
a un nuevo hogar. El matrimonio y sus tres hijos pequeños viven tranquilos
hasta que el mayor de sus retoños, Dalton, entra en un extraño coma del cual
los médicos no tienen explicación. Renai (Rose Byrne), cree que la casa
encantada y fuerza a Josh (Patrick Wilson) a mudarse de nuevo. Pero en la nueva
casa siguen pasando cosas extrañas, por lo que interviene la madre de Josh,
Lorraine (Barbara Hershey), asegurando que también ve cosas en la casa y que
soñó con un ser demoníaco en la habitación de Dalton. Lorraine llama a una
vieja amiga, Elise (Lin Shaye), que llega con sus dos ayudantes Specs (Leight
Whannell) y Tucker (Angus Sampson). Elise ve al mismo ser del sueño de Lorraine
en la habitación del niño, y les dice a los Lambert que no es su casa la que
está encantada, sino su hijo y que un demonio lo está acechando para poseer su
cuerpo. Descubrimos también que tanto Josh como Dalton tienen el poder de la
proyección astral, la cual consiste en abandonar su cuerpo cuando. Los
recuerdos de Josh fueron borrados por culpa de una anciana que lo acechaba de
niño, por lo que no sabía nada de su don y acepta volver a activarlo para traer
a su hijo de vuelta y separarlo del ser demoníaco que quiere apoderarse del
cuerpo de Dalton.
Con acertados toques de tensión y una buenas historia y
reparto, Insidious es uno de los
films más terroríficos de los últimos años. Su secuela, Insidious: Chapter 2 (2013), seguimos los pasos a la familia
Lambert y empieza con los acontecimientos finales de su precuela (que no vamos
a explicar para no hacer spoilers). A pesar de que en esta ocasión enseñan algo
más y los seres que les acechan tienen historias más elaboradas (ya no es un
demonio puro, sino una persona malvada), podemos decir que es una más que digna
segunda parte que da buenos momentos y nos aclaran todas las dudas que nos pudo
dejar su predecesora.
The
Conjuring/Expediente Warren, estrenada también en 2013, es otro ejemplo de
por qué Wan es actualmente uno de los mejores directores de terror. Basado en
hechos reales, nos presenta a Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson –que repite
con Wan- y Vera Farmiga), un matrimonio formado por un demonólogo y una vidente
que ayudan a las personas que tengan problemas con el mundo sobrenatural. Al
principio del film también nos muestra la que será la protagonista de un spin
off basado en esta película, la maléfica muñeca Annabelle, que verá la luz en
octubre de 2014. Pero volvamos a The
Conjuring. Cuenta la historia de la familia Perron, los cuales se mudan a
una nueva casa y son acechados por varios espíritus que rondan la casa. Carolyn
(Lili Tayler) es la que más sufre los acosos del ser más peligroso del lugar.
También sus cuatro hijas sufren el acoso de diferentes entes. Los Warren acuden
a la llamada de Carolyn y descubren el horrible secreto que la vieja casa
esconde.
Buena ambientación, actores y guión. Juega mucho con el
terror psicológico, mostrando poco al principio hasta llegar al apoteósico
final. La fotografía e iluminación recuerdan mucho a las clásicas películas de
fantasmas como Amityville o algunos
de los títulos de la Hammer.
Si bien su próximo trabajo es en la franquicia de acción Fast&Furious, y aunque haya decido alejarse oficialmente del
terror durante un largo tiempo, esperemos que no tarde muchos años en traernos
nuevas e inquietantes historias que nos pondrán los pelos de punto y no solo
como guionista y productor.
Porque esperemos que Wan vuelva al terror lo antes posible,
y ésta vez para quedarse.
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