Pues nada aquí tenemos toda una muestra del añorado terror
italiano de los 80, bueno terror sería decir demasiado pero kilos de caspa y
roña supura por sus fotogramas. Dirigido por un director bastante especial,
todo un mercenario del cine moderno, el desaparecido Joe
D'Amato. Uno de esos directores que demostraban que se podía dirigir buenas o
malas películas de terror con muy poca vergüenza o directamente cine porno. En
esa época era tan fácil cambiarse de campo, era lo mismo el gore como un
orgasmo explicito. Aún en esos años, teníamos a Jesús Franco que estaba en medio
del terror y el porno, pero, en mi opinión, no sabia ni dirigir ni una ni otra
cosa. Que no os engañe el premio que le dieron en los Goya, yo creo que fue al
peor director de la historia del cine español y con diferencia. Tiene delito
que a sus trescientos años no sepa ni dirigir y que las ovejas prefieran la
eutanasia antes de ver sus películas cansinas y sin ritmo. Antes me saco los
ojos que ver a Lina Romay con sesenta años desnuda. Es que hay gente que no
sabe lo que es la decencia.
¡Ups! Perdonadme, pienso en Jesús Franco y me salen los demonios.
Después de rodar unas cuantas entregas de Emmanuel Negra y varios
delirios porno gore como Las Noches Eróticas de los Muertos Vivientes (1980).
Pero nuestro amigo D'Amato, supo como ser un gran director y lo consiguió
rodando demencia. Señores, quítense el sombrero ante tal clásico del cine
italiano de los 80.
Película que se adelantó al nekromantic y que nos relataba una perversa y
enfermiza historia de un hombre que perdía a su novia, que la desenterraría y
lucharía para que no se pudriera lentamente. Su locura iría creciendo y matando
a cualquiera que se interpusiera entre él y su fría amante.
Creo que Joe D'Amato, ni siquiera con las películas porno protagonizadas
por Rocco Sifredi, no conseguiría jamás una atmósfera igual. Pero si te gusta
el buen cine de terror italiano la tienes que ver.
Pero eran los 80, y con la moda de los caníbales y con su amigo George
Eastman, D’Amato no pudo
contenerse. Su amiguete, que era actor, director,
guionista y el chico para todo en el cine italiano de dos duros. Entre estas
dos mentes nació Gomia, Terror en el Mar Egeo (1980). Hay de todo y todo es
diversión es el Walt Disney del gore charcutero.
Contaban, como no, con actores de segunda, aunque llamarlos
actores es demasiado fuerte para ellos, aún contando con Tisa Farrow, actriz
acostumbrada a estos saraos gracias a su participación en Zombie 2 (1979) del
maestro Fulci.
¿Cuál es el argumento de Gomia? pues relata la historia de
un hombre que pasa de ser buena persona a un caníbal glotón tras una
experiencia traumática, el tener que devorar a su familia para sobrevivir. Se
ve que le gustó el sabor de la carne humana y se come a todo “quisqui” de un
pueblo griego.
Allí llegarían nuestros amigos para convertirse en el postre
del caníbal psicópata. La película es recordada por un par de escenas gore: el
parto forzado y su posterior escena de cómo el caníbal se come el feto o como
nuestro amigo tras ser rajado en el estomago se come sus propias tripas. Señores,
no prueben a ver la película mientras cenan. Sólo es recomendable a fans del
gore con poco gusto por el cine.
Aparte de eso, yo destacaría el pecado capital de toda serie
Z, esa desaparición en medio metraje del protagonista para aparecer para matar
al villano, que después de tanto sufrimiento y tantas mordeduras explícitas,
podría haber aparecido para, al menos, salvar a la protagonista. Digo yo.
La película tuvo cierto éxito para rodar una secuela muy
superior y más entretenida que ésta,
aunque con
sus kilos de caspa para no decepcionar al fan sin escrúpulos. La
secuela se llamaba Absurd y otra vez dirigiría Joe D'Amato con
nuestro caníbal preferido, George Eastman. Esta vez nos dejaba con la
boca abierta al ver que Gomia tenia los mismos poderes que Lobezno al autocurarse
las heridas. Todo volvía a ser un festival de gore festivo y roñoso como nos
gustaba.
En 1999, el director Andreas Schnaas realizó su remake, Antrophofagus
2000. Bueno si se le puede llamar director, pero le tengo cierta simpatía.
Llevó a Gomia al terreno del ultra gore alemán y cosas que veíamos entre medias
como la escena del protagonista devorando a su familia aquí era más explicito y
burro. Como las escenas más míticas de la película original llevadas a límite
del gore explícito. Para el fan del gore toda una fiesta ya que era también es un
homenaje al cine gore italiano, desde las películas de Ruggero Deodato a las
películas de Lucio Fulci.
-Me
comería un plato de espaguetis: Si eres un fan de la caspa y
el gore italiano ésta es tú película
-Los
espaguetis creo que se me han indigestado: Si te gusta el cine o
tienes el estómago sensible, será mejor que no la veas.
Descubre sus historias en: Elizabeth Thor Mundos por Escribir
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