Escribe, Emma, escribe.
Recomendada por el mismísimo Stephen King, la nueva serie de terror de Netflix nos presenta a Emma Larsimon, una escritora de terror que vive atormentada por la bruja que protagoniza sus novelas. Después de la visita de una antigua amiga de la infancia que acaba en tragedia, Emma se verá obligada a enfrentarse a los fantasmas de su pasado y descubrir la verdad sobre Marianne.
La premisa me ha parecido muy original: una escritora a la que atormenta una bruja desde que era pequeña, y he disfrutado mucho conociendo los misterios del origen de toda la maldición que la rodea. También creo que es agradable salir de la zona de confort de ver siempre producciones de países anglosajones para pasarnos al territorio francés.
En sí la serie me ha gustado, sobre todo la mitología que envuelve a Marianne, así como el diseño del personaje y que cambie de apariencia. Me ha encantado como abordan también el tema de la magia negra, con sus simbologías, y la leyenda de la bruja del lugar (con canción infantil incluida) pero... hay un pequeño pero. Y os diré porqué: no acabé de conectar con los personajes. Ese punto que podría ser un gran negativo no lo es tanto, ya que también cansa siempre ver el mismo tipo de personajes: alguien bueno al que le ocurren cosas malas. Aquí no es así. Emma es un personaje gris, de los que me gustan. Puede resultar molesta y a veces te dan ganas de que Marianne acabe con ella, pero el ansia de querer saber más la hace interesante. Lo de empatizar... bueno, digamos que tiene algunos comportamientos que no me gustaron, pero como dije, no está mal cambiar un poco los roles de personaje. Y por eso es un pero pequeño. Aparte, el resto de personajes estaban poco perfilados, ofreciéndonos tan solo unos pequeños rasgos, por lo que hacía que en muchas ocasiones no me importara lo que les ocurriera. Salvo con el Inspector Ronan, con el que pasas muy buenos momentos.
Otro punto negativo es que a veces peca de escenas cómicas muy forzadas. Algunas están bien (como cuando intentan entrar en la casa de Marianne, me pareció realista y divertida), pero otras me parecieron metidas con calzador.
Aún así, la mitología que rodea la serie, los sustos y la trama en general, hacen que merezca y mucho la pena, colocándola entre una de las mejores historias de terror de la pequeña pantalla, aunque a mi parecer no supera a la impecable La Maldición de Hill House.
La premisa me ha parecido muy original: una escritora a la que atormenta una bruja desde que era pequeña, y he disfrutado mucho conociendo los misterios del origen de toda la maldición que la rodea. También creo que es agradable salir de la zona de confort de ver siempre producciones de países anglosajones para pasarnos al territorio francés.
En sí la serie me ha gustado, sobre todo la mitología que envuelve a Marianne, así como el diseño del personaje y que cambie de apariencia. Me ha encantado como abordan también el tema de la magia negra, con sus simbologías, y la leyenda de la bruja del lugar (con canción infantil incluida) pero... hay un pequeño pero. Y os diré porqué: no acabé de conectar con los personajes. Ese punto que podría ser un gran negativo no lo es tanto, ya que también cansa siempre ver el mismo tipo de personajes: alguien bueno al que le ocurren cosas malas. Aquí no es así. Emma es un personaje gris, de los que me gustan. Puede resultar molesta y a veces te dan ganas de que Marianne acabe con ella, pero el ansia de querer saber más la hace interesante. Lo de empatizar... bueno, digamos que tiene algunos comportamientos que no me gustaron, pero como dije, no está mal cambiar un poco los roles de personaje. Y por eso es un pero pequeño. Aparte, el resto de personajes estaban poco perfilados, ofreciéndonos tan solo unos pequeños rasgos, por lo que hacía que en muchas ocasiones no me importara lo que les ocurriera. Salvo con el Inspector Ronan, con el que pasas muy buenos momentos.
Otro punto negativo es que a veces peca de escenas cómicas muy forzadas. Algunas están bien (como cuando intentan entrar en la casa de Marianne, me pareció realista y divertida), pero otras me parecieron metidas con calzador.
Aún así, la mitología que rodea la serie, los sustos y la trama en general, hacen que merezca y mucho la pena, colocándola entre una de las mejores historias de terror de la pequeña pantalla, aunque a mi parecer no supera a la impecable La Maldición de Hill House.
En definitiva, Marianne me ha parecido una serie de lo más entretenida, con buenas dosis de terror y suspense y que deja con ganas de más después de su desenlace. Esperemos que Netflix decida pronto anunciar su segunda temporada.
Lo Mejor: La novedad. Los sustos y la caracterización de Marianne.
Lo Peor: Algunas situaciones cómicas demasiado forzadas. Que no acabes de empatizar con los personajes.
1 comentarios:
¡Hola, bonita!
Pues vamos por la mitad y ¿te puedes creer que no me está gustando? :/
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