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El antiguo tratante de esclavos cavilaba su miseria desde la oscuridad. Sus tierras habían sufrido los estragos de la guerra, las plantaciones habían sido quemadas, su mercancía se había rebelado y, tras una cruenta batalla, lo había perdido todo. Su familia había sido masacrada frente a sus ojos y sólo su hijo menor, el menos útil, había sobrevivido. Sentía que ya no tenía nada por que vivir.
En el aire todavía se podía respirar la pestilencia de la muerte.
–¡Papá! –le gritó el niño, sacándolo de su sopor.
–¿Qué sucede?
–Han vuelto –le dijo con voz temblorosa.
El sureño tomó una antorcha y salió a enfrentarse a los intrusos. Afuera, cientos de cadáveres deambulaban ominosamente, arrastrando los pasos, sin rumbo determinado.
–¿Qué haremos ahora, papá? –le preguntó el niño, totalmente aterrado.
–No te preocupes, hijo –su rostro se iluminó–. Trae el látigo, ¡volveremos al negocio!
Kalton Harold Bruhl (Honduras, 1976) ha publicado los libros de relatos El último vagón (2013), Un nombre para el olvido (2014), La dama en el café y otros misterios (2014), Donde le dije adiós (2014), Sin vuelta atrás (2015), La intimidad de los Recuerdos (2017), El visitante y otros cuentos de terror (2018), La llamada (2019); Novela: La mente dividida (2014). Es premio Nacional de Literatura “Ramón Rosa” y miembro de número de la Academia Hondureña de la Lengua, Correspondiente de la Real Academia de la Lengua.
1 comentarios:
Interesante historia con un buen giro. Mi enhorabuena al autor.
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