Magnífico día para un exorcismo.
Después de su excelente primera temporada, no pudimos resistirnos a degustar la continuación de esta pareja de exorcistas en cuanto terminamos el último capítulo.
Marcus y el Padre Tomás se enfrentan a nuevos retos en la segunda tanda de episodios de una de las series de terror más prometedoras del momento.
De nuevo, el guión es sólido. Seguimos con la subtrama de demonios que van ascendiendo dentro de la mismísima Iglesia Católica, acompañando al Padre Bennette (Kurt Egyiawan) y a Mouse (Zuleikha Robinson) y viendo en quien se puede aún confiar.
Mientras, el tándem de exorcistas se ven las caras con diferentes diablos que no se lo pondrán nada fácil. Y es que en esta temporada encontraremos hasta tres casos diferentes.
De nuevo, la historia guarda más de una sorpresa (y engaño) que hace que estés pendiente de la televisión y que no te conformes con un solo capítulo.
Las interpretaciones y personajes vuelven a ser notables. Tanto Alfonso Herrera (Tomás) como Ben Daniels (Marcus) parecen muy cómodos en sus roles de exorcistas. Destaco especialmente a Marcus, que tiene un carisma especial y con el cual disfruto en cada una de sus apariciones, además que en esta temporada conoceremos algunos de sus secretos.
Tomás, por su parte, explora el don que vimos en el último capítulo de la primera temporada y el cual ofrece escenas que me han recordado mucho a una de las sagas de terror que más me gustan: Insidious, de James Wan.
Aquí tenemos una nueva familia, el caso principal, al que acecha un demonio bastante peculiar. Todos están más que correctos, destacando en el bando de hijos adoptivos de Andy (John Cho) a Brianna Hildebrand, la cual conocemos de Deadpool, e interpreta a Verity, y a Cyrus Arnold, que encarna a Tucker.
Mouse (Zuleikha Robinson) me ha parecido un personaje muy interesante del cual me gustaría descubrir más sobre cómo llegó a ser la persona que es en el momento que la conocemos en la serie.
A pesar de que Pazuzu me gustó más como villano, la entidad que amenaza esta temporada, el cual no llegamos a conocer su nombre, también tiene sus puntos buenos, como su omnipresencia, poder y dosis de crueldad.
Los fx vuelven a ser efectivos, y se agradece que no abusen del CGI en las escenas de terror y apuesten por el maquillaje y caracterización.
Y hablando de ello. Los momentos de tensión y horror siguen manteniendo el nivel muy alto, consiguiendo de nuevo que des más de un brinco en el sofá.
Otra de las cosas que me gustaría destacar es la ambientación. Aquí nos apartamos un poco de la ciudad y descubrimos una isla que parece estar maldita, ya que arrastra una historia de asesinatos y locura desde años atrás. A lo largo de los episodios vemos como el lugar se va corrompiendo a la vez que el demonio domina a su huésped.
En definitiva, la segunda temporada de El Exorcista mantiene el nivel de su antecesora y resulta terroríficamente disfrutable. Sigo recomendándola mucho.
¿Lo malo? Que estamos a la espera de que FOX se decida a renovarla para una tercera temporada (y las malas lenguas no auguran nada bueno). Su cancelación, en mi opinión, sería una verdadera lástima ya que estamos ante una de las mejores series de terror de la parrilla televisiva actual.
PD. Atentos al guiño a El Exorcista III. Inolvidable.
2 comentarios:
Por tu culpa tengo cada vez más ganas de verla *.*
Pues ya sabes, haced maratón que es muy buena 😉❤️
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