
Let’s grindhouse, baby!
Cabeza de ciervo,
de Francisco Miguel Espinosa, no
es un libro. Es el libro.
Cabeza de ciervo te
da un palazo en el cráneo, te deja tirada en la cuneta de una secundaria de
mala muerte y te remata con un disparo a bocajarro en la sien. Si creéis que
exagero es porque todavía no lo habéis leído. Coged un trozo de hígado crudo,
un pedazo de la Norteamérica profunda, un rollo de película vieja y metedlo
todo...