lunes, 25 de agosto de 2014

Reportaje: The Strain por Rubén "Reaper" GonzáleZ

Hoy os voy a hablar de una serie que hace nada que inició su andadura televisiva (y con gran éxito) y que creo que merece la pena descubrir. Se trata de The Strain, del canal FX.

Para hablar de The Strain, tenemos que retroceder al 2009. Año en el que se lanzaba al mercado literario Nocturna, la primera parte de la, más tarde, conocida Trilogía de la Oscuridad, donde el cineasta Guillermo del Toro (director de la inolvidable El Laberinto del Fauno, entre otros muchos fantásticos títulos) se unía al novelista Chuck Hogan para traernos una nueva vuelta de tuerca al género vampírico.

Nocturna me supuso, en su momento, una agradable lectura que disfruté bastante. Cosa que no puedo decir de las dos siguientes entregas (Oscura y Eterna) que comenzaron a rizar el rizo demasiado y hacerse de lo más insufribles (al menos, para mí). Pero como decía, Nocturna resultó ser muy disfrutable. Al terminar de leerla, me quedó claro (además de que del Toro y Hogan habían logrado un estupendo trabajo) que era demasiado adaptable y fácil de guionizar. Y que no sería nada raro que algún día viera las desventuras de Ephraim y Setrakian en la gran o pequeña pantalla.

Aunque, primero se comenzó a guionizar un cómic en el que los más reacios a leer novelas, podían descubrir lo que se estaban perdiendo.

Más tarde comenzaron los rumores de que Guillermo del Toro estaba preparando la película de Nocturna, aunque los más reacios no nos lo tomamos en serio (más que nada, porque sabemos que la agenda del Toro está de lo más apretada). Aunque sí que recibimos con agrado las primeras noticias que hablaban de la serie en la que se convertiría finalmente The Strain.


Hasta hace poco aún había gente que confiaba en que Guillermo dirigiese, al menos, el piloto de la serie. Pero como ya he dicho, la agenda de del Toro es de lo más apretada: Está actualmente terminando su próxima película, Crimson Peak (una cinta de casas encantadas protagonizada por el famoso Loki, Tom Hiddleston). Trabaja con Hideo Kojima en la nueva entrega de la famosa saga jugona Silent Hill, ha comenzado con el guión de la secuela de la estupenda Pacific Rim y quiere sacar adelante a La Liga de la Justicia Oscura (el grupo de justicieros, encabezado por John Constantine, que se dedica a defender a la humanidad de las amenazas sobrenaturales a los que héroes como Superman, Wonder Woman o Flash no pueden hacer frente). Además, hace poco, ha dicho que no ha abandonado las ideas de traernos la tercera entrega de Hellboy y la ambiciosa adaptación de En las montañas de la locura, de H.P. Lovecraft. Por lo que el director mexicano apenas podría dedicarle tiempo a esta serie. Eso sí, junto a Hogan, actúa como productor de The Strain. Pero hablemos del argumento de la serie:

“Un avión Boeing 777 aterriza en el Aeropuerto Internacional JFK en Nueva York procedente de Berlín. Se detiene inerte en la pista de aterrizaje y su interior está lleno de cadáveres pálidos. Un extraño ataúd lleno de tierra es hallado en el departamento de equipaje. Así se produce la llegada de Jusef Sardu, un vampiro conocido como "El Amo" (Robert Maillet). El Dr. Goodweather, del CDC (Centro de Control de Enfermedades), investiga lo que a primera vista parece ser un virus que causó la muerte de los pasajeros del avión. A medida que su investigación continúa, Goodweather contacta con Abraham Setrakian, un viejo prestamista que parece saber mucho sobre este "virus" y que insinúa que podría tratarse de una plaga de vampiros…”

Esta sería la sinopsis de The Strain. Suena bien, ¿verdad?

Pero, ¿qué hace a The Strain tan especial? ¿Serán los personajes? Veamos… tenemos a un experto en epidemias que lucha por la custodia de su único hijo y trata de redimirse de su pasado alcohólico mientras trata de hacer frente a esta amenaza que puede poner en jaque a la humanidad. A un superviviente del holocausto judío que descubrió en aquellos siniestros barracones al antiquísimo mal que posteriormente juró erradicar de la faz de la tierra. A un multimillonario que está dispuesto condenar a toda la humanidad a cambio de la inmortalidad. A un experto exterminador de ratas ucraniano y a un pandillero cuyo bien más preciado es su madre. Entre otros. Como veis, el plantel es de lo más variado e interesante.

¿Y los vampiros? Hablemos de ellos, ya que, claramente, son los que hacen que esta serie sea tan exitosa.
¿Habéis visto Blade II? Para la segunda entrega de la trilogía del cazavampiros más brutal del cine (y del cómic) se decidió que Guillermo del Toro, que ya había dirigido en suelo americano la aceptable Mimic (Monster movie sobre cucarachas mutadas que se escondían en el metro neoyorquino), dirigiese a Weasley Snipes en su nueva cruzada contra los “hominis nocturna”. La película es genial, tiene mucha acción y, para mí, es la mejor entrega de la trilogía de Blade. Pero había algo que la hizo demasiado especial y memorable. En Blade II descubríamos a unas nuevas criaturas que se alimentaban de vampiros y que recibían el nombre de “Segadores”. Estos seres de aspecto cadavérico se distinguían, además, de los hominis nocturna a la hora de alimentarse. Ya que partían su barbilla en dos para apresar las gargantas de sus víctimas y clavarles un aguijón con el que saciaban su sed de sangre.

Sin ninguna duda, las escenas en las que los Segadores abrían (del todo) sus bocas, han quedado grabadas a fuego en la memoria de muchos de los espectadores. Y al leer Nocturna y, más tarde, ver The Strain, uno no puede evitar acordarse de esos terroríficos Segadores cuando la prole del Amo comienza a despertar. Esta vez, las criaturas no parten su barbilla en dos, pero aún conservan el aguijón en forma de letal lengua que lanzan con mortal precisión a sus víctimas. Esto ha dejado boquiabierto a más de uno/a que aún no se ha acabado de creer lo que está viendo en The Strain.


La serie es una nueva vuelta de tuerca al género vampírico ya que trata a estas criaturas como lo que son: un virus.

Lo que convierte a la gente en terribles monstruos sedientos de sangre humana, son unas minúsculas criaturas agusanadas que invaden un cuerpo y reconvierten su organismo (¿os suena de algo?) para transformarlos en seres que sigan extendiendo la infección. Así es, todo esto es una verdadera epidemia.
Aunque siguen siendo los vampiros que todos conocemos: beben sangre, se ocultan de la luz de sol, les afecta la plata, hay que decapitarlos para terminar finalmente con ellos, y el Amo duerme en un ataúd con tierra de su lugar de origen y necesita que le ayuden a cruzar grandes extensiones de mar al más puro estilo Nosferatu. Así que estos vampiros son más fieles a las leyendas e historias originales que ciertas bobaliconas criaturas luminiscentes con poderes a lo X-Men de una popular saga literaria y fílmica para adolescentes.

The Strain comenzó a llamar la atención de los curiosos que no sabían nada acerca de las novelas o el cómic gracias a los misteriosos spots que apenas revelaban nada de la trama. Y luego llegó el póster promocional. Un póster tan impactante que llegaron a censurarlo en USA. En él podemos ver uno de los famosos gusanos, perforando el ojo de una mujer en cuya pupila podemos adivinar la imagen de un eclipse. Cierto que el cartel puede impresionar, pero no veo el por qué de llegar hasta el límite de censurarlo (aunque lo más seguro es que fuese una estrategia de marketing).

La serie tiene una calidad envidiable, la verdad. El piloto de la serie es perfecto a la hora de lograr su cometido, que es el de llamarnos la atención y el de querer saber más. Del reparto, destaco a dos personajes: al de Abraham Setrakian, el veterano cazavampiros judío, al que interpreta David Bradley (mayormente conocido por su papel como Argus Filch en la saga fílmica de Harry Potter) y al marginal Gus de Miguel Gomez. Destaco a estos personajes y a estos actores, más que nada, porque son justo como me los imaginaba al leer Nocturna. Aunque David no fue la primera opción, me alegra que finalmente consiguiese el papel que, de verdad, le va como anillo al dedo. El reparto restante también cumple, aunque en menor medida.

Por cierto, es interesante ver a Sean Astin (el famoso Samsagaz Gamyi de El Señor de los Anillos) en
la serie, a pesar de que su papel es bastante secundario.

La serie lleva seis episodios de los trece que conforman la temporada. Son capítulos que saben a poco, pero eso es porque la serie va a una velocidad endiablada, como lo hace el virus strigoi. Lo que la convierte en una serie completamente adictiva.

The Strain ha tenido una gran acogida. Tanto, que la segunda temporada ya está confirmada. La serie llegará a nuestras pantallas en Octubre, gracias al canal Cuatro. Así que si os gustan los vampiros o las creaciones de Guillermo del Toro, os aconsejaría que no dejaseis escapar la oportunidad de descubrir The Strain.


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