Mi experiencia con esta trilogía ha sido, cuanto menos, curiosa. He de admitir que cuando se estrenó en 2011 El Origen de el Planeta de los Simios, la dejé pasar. Pensaba que estaba ante otro desesperado intento de resucitar otra famosa franquicia de antaño. En este caso, se trata de una de las sagas de ciencia ficción más famosas y queridas por los amantes del género. Pero estaba claro que tras el bochornoso remake de El Planeta de los Simios realizado en 2001 por Tim Burton (Sleepy Hollow, El Hogar Miss Peregrine Para Niños Peculiares), era difícil no pensar aquello.
Llegué a pasar por taquilla con El Amanecer de el Planeta de los Simios por pura casualidad. Y salí de la proyección completamente entusiasmado y maravillado. Sobre todo con el personajazo que era César (Andy Serkins). Y esa misma noche no dudé en visionar El Origen de el Planeta de los Simios. Que, aunque resultaba ser un tímido comienzo, cumplía de sobra como inicio de la historia de César y la Revolución Simia cuyo desenlace por fin ha visto la luz con esta entrega. La Guerra del Planeta de los Simios supone un excelente broche de oro para cerrar una de las mejores trilogías que ha dado el cine actual y todo un ejemplo de lo que deberían ser los blockbusters.
Matt Reeves vuelve a repetir como director para volver a dar todo lo que hizo grande la anterior entrega y llevarlo a un nivel superior para que el cierre de esta trilogía cale y transcienda tanto como debería.
La historia nos sitúa poco después del final visto en Amanecer de el Planeta de los Simios. El conflicto entre humanos y simios no ha cesado. Y el grupo de primates inteligentes liderado por César está siendo perseguido por El Coronel y su equipo. La amenaza se tornará demasiado personal para César, quien se verá obligado a dejarse llevar por su lado más bestial mientras el planeta sigue esperando para ver quién lo heredará...
La película no pierde el tiempo en enganchar al espectador. En sumergirlo en esta convulsa realidad que se encuentra en su terrible apogeo. Con los últimos reductos de la humanidad en su desesperada lucha por la supervivencia frente al alzamiento de los simios. Quienes al contrario que ellos, no se ven afectados por el virus que a diezmado el planeta. Al contrario, ha dotado a muchos de cierta inteligencia.
Aunque el conflicto al que hace alusión la película se siente en cada momento del film, es cierto que no nos encontramos con una película puramente bélica. Tenemos un par de batallas, sí. Pero la verdadera Guerra se libra en cada uno de los personajes del conjunto. Sobre todo en el de César. Es este tratamiento más personal lo que sorprende, para bien. Aunque no son pocos los que parecen sentirse "estafados" por el título.
El género bélico está patente en el metraje. Pero el que más le caracteriza es el de western. La película maneja un tono crepúscular y de Road Movie tan (o más) potente que la también reciente y magistral LOGAN. Para terminar de endulzar el conjunto también tenemos buenas pinceladas de drama e incluso de cine de evasión carcelaria. Es imposible no ver las referencias y homenajes que La Guerra del Planeta de los Simios hace a grandes películas de la historia del cine. Pero esto no afecta a la hora de valorarla por sí misma. Pues tiene su voz propia. Una poderosamente gutural y que se queda grabada en la memoria del espectador.
La Guerra del Planeta de los Simios tiene una exquisita puesta en escena que, aunado a una potente y excelente BSO obra de ese todoterreno musical que es Michael Giacchino (Rogue One, Spiderman: Homecoming), completan el sello de calidad del que goza este film.
Si de algo, o más bien alguien, hay que hablar sobre esta película, eso es de Andy Serkins. Este actor especializado en la captura de movimientos y que se hizo mundialmente famoso por ser Gollum en las películas basadas en la Tierra Media creada por Tolkien y mostrada por Peter Jackson. Ha encontrado en estas precuelas, y sobre todo en el personaje de César, el culmen de su carrera. Desde luego, si el mundo fuese justo, se le concedería una estatuilla en la siguiente edición de los Oscars. Tras las dos anteriores entregas, Serkins YA es César. Ya lo comprende del todo y puede dar lo mejor a la hora de descubrirnos este último capítulo en su historia. Soberbio cada minuto que está en pantalla.
Le siguen de cerca sus otros compañeros simiescos (sobre todo Maurice) que han alcanzado la perfección digital a la hora de llevarlos a la pantalla. Atrás quedó el primer (y puede que cuestionable) intento que vimos en El Origen y que se mejoró en El Amanecer. El CGI alcanza un nuevo nivel con el trabajo en esta película, que logra que estos personajes puedan transmitir tanto, o más, con una simple mirada y expresión de su rostro que cualquier actor de carne y hueso.
Aunque en un principio podría haber parecido que este personaje caería en el simple alivio cómico. El "Simio Malo" de Steve Zahn también goza de una escritura de personaje bastante solida y que permite que estos momentos se presenten como agradecidos respiros en el serio y dramático conjunto.
Desde la primera entrega, la parte simia ha estado muy bien solucionada. No es así con los humanos, quien a excepción de James Franco y John Lithgow en la primera entrega, no han logrado llegar a equipararse a su contraparte simia. Aunque he de decir que por lo menos, en esta película, el villano interpretado por Woody Harrelson no se desaprovecha ni cae tanto en el fango actoral como hicieron en la anterior película con Gary Oldman (totalmente imperdonable). Su Coronel está lo suficientemente caracterizado como para que funcione como buen antagonista. Y la pequeña Amian Miller resulta ser un agradecidísimo añadido a la historia como Nova. Personaje que nos ofrece un débil pero esperanzador rayo de esperanza en el futuro de este mundo.
Si bien es cierto que, al igual que con Amanecer, esta película podría verse perfectamente sin haber visionado (aún) las anteriores entregas gracias a un informativo prólogo. Es una lástima dejar que el film pierda gran impacto emocional al no ser tan consciente de todo lo que ha acontecido hasta ahora. Por no hablar de que por encima de todo, estas películas están contando la historia de César. En la que este capítulo logra que alcance un estatus mesiánico que termina por coronarlo como uno de los mejores personajes que ha dado el cine reciente.
Dejar claro que no estamos del todo ante unas precuelas de la película original del 68. Ya en El Origen se dejó bien claro que esta película se distanciaba bastante con el añadido del elemento del Virus ALZ-112 abandonando el tema nuclear (aunque se dejó un claro guiño a la cinta protagonizada por Charlton Heston). Y aunque La Guerra del Planeta de los Simios tenga bastantes guiños y homenajes seguimos estando ante una historia paralela a la original. Bien es cierto que ahora podrían realizar su versión de El Planeta de los Simios. Pero creo que es mejor dejar esto como está. Como ya he dicho, esta trilogía ES la historia de César.
Está claro que estas películas, sobre todo esta última, han marcado un antes y un después en el cine blockbuster. Van más allá del simple espectáculo palomitero. Manejan tramas y personajes que buscan algo más que entretener al espectador. Todo ello mostrado de forma exquisitamente profesional gracias a los medios a su disposición y los grandes presupuestos que maneja.
2 comentarios:
La verdad que pinta muy bien, las anteriores me gustaron así que esta no me la pierdo :) genial crítica, Rubén ^^
Pues si las anteriores te gustaron esta no debería hacerte cambiar de opinión.
Gracias. NECESITABA transmitir lo bien que me lo he pasado viéndola y lo mucho que me ha transmitido esta película. Que no deja de ser un blockbuster, OJO.
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