Hoy toca reseñar una obra muy especial dentro de la
editorial Marvel: 1602.
Para quien no lo sepa, Marvel Cómics se rige por un
Multiverso en el que hay multitud de universos con multitud de sucesos y
personajes variantes. El universo en el que tienen lugar la mayoría de las
historias es llamado Tierra-616. Aunque a lo largo de la historia de la
editorial, han ido aumentando el número de universos que hemos visitado. Por
poner algunos ejemplos tenemos el Universo Marvel Zombies, en el que la mayor
parte de los héroes y villanos han sido infectados por un virus alienígena que
los vuelve voraces criaturas obsesionadas con consumir carne. Marvel Noir, en
que los héroes se trasladan a los años 20 y en el que únicamente Spiderman
tiene habilidades sobrehumanas. La Línea Amalgam, en la que los héroes Marvel y
de DC se fusionan para crear personajes tales como Dark Claw (combinación entre Wolverine de
Marvel y Batman de DC), Super Soldier (combinación entre Capitán América de
Marvel y Superman de DC), Iron Lantern (surgido de Iron Man de Marvel y
Linterna Verde de DC) y Dr. Strangefate (combinación entre Dr. Extraño de
Marvel, Dr. Fate de DC y Charles Xavier de Marvel).
Como podéis comprobar nada es imposible para Marvel,
quien no ha dejado de llevar su mundo y personajes a las más raras y extrañas
realidades. Por lo que era de esperar que se les ocurriese realizar 1602. Para
ello contaron con Neil Gaiman, conocido por ser quien nos regaló The Sandman, y
ser autor de multitud de fantásticas obras (Stardust, Neverwhere, American
Gods...) y que ya había trabajado con la editorial en la nueva Génesis de Los
Eternos.
Gaiman se afanó en guionizar esta miniserie que
traslada a un buen número de famosos personajes Marvel a principios del siglo
XVII.
La historia arranca con una serie de catástrofes que
azotan Europa y preocupan a la reina Isabel I, por lo que llama al jefe de su
espionaje, Nicholas Furia, y al médico de la corte, Stephen Extraño, para
encargarles que encuentren algún remedio contra lo que parece ser el
Apocalipsis. Todas las miradas caen sobre el conde Otto Von Muerte "el
Hermoso", regente de Latveria.
Algo parece haber provocado que los héroes que
tenían previsto nacer siglos después, vean la luz en esta época. ¿Qué podrá
ser?
Lo primero que nos llama la atención es ver a estos
personajes ataviados con las ropas de la época y viviendo como una persona más
del Siglo XVII. Así nos podemos enontrar a Peter Parker haciendo de mozo de sir
Nicholas Furia, a Matt Murdock/Daredevil como un juglar ciego (pero sin haber
perdido las habilidades que lo convierten en el hombre sin miedo), a Los 4
Fantásticos cambiando nave espacial por barco hacia nuevo mundo, a Magneto
liderando la Inquisición... Es una verdadera gozada ver y descubirir a nuestros
héroes en esta época que les tiene tantos secretos preparados. Aunque otros
como Doctor Extraño y Muerte no parecen tan peces fuera del agua, la verdad.
Da igual la época en la que estén, los mutantes
SIEMPRE serán perseguidos y evitados por sus particularidades. En 1602 reciben
el nombre de nacidosbrujos, y la Inquisición siempre tiene el ojo puesto en
ellos.
La serie entrecruza hechos históricos con las
aventuras de estos superhéroes de época de forma fantástica (amén del motivo
por el que todo esto ha ocurrido y que me ha parecido toda una grata sorpresa).
Como puntos negativos, diré que me esperaba algo más
de la lucha contra Muerte, y es que creo que apenas han sabido aprovecharlo (o
a lo mejor es que adoro demasiado este villano). Al igual que ocurre con Bruce
Banner/Hulk, que a no ser por su inevitable destino en la última página del
cómic, no juega más que un papel de simple secundario.
Los dibujos de Andy Kubert están bastante acordes
con la obra, al igual que las ilustraciones de las portadas de Scott Mckowen.
Grata lectura para todo fan de Marvel, Neil Gaiman o
del S. XVII.
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