Ya era hora de que reseñase un
libro de género Z en Castle Rock Asylum. Para el que no lo sepa y no haya
seguido mi trabajo (relatos, reseñas y críticas) en la, ya extinta, revista
Corazón Literario, soy un verdadero fan de los zombis. Desde que descubrí a
estos cadáveres vivientes pululando por mi televisor cuando apenas era un
inocente chiquillo, no pude evitar verme atraído por esta criatura que tan
popular se ha hecho en nuestros días. Películas, cómics, videojuegos, series de
televisión y merchandising zombi de todo tipo han pasado (y pasarán) por mis
manos. Y por supuesto, la literatura Z no es ninguna excepción.
Todo lector de literatura de terror
nacional conocerá o le sonará la editorial Dolmen. Sobre todo su ya reconocida
Línea Z que cada año sigue sumando más y más títulos en su haber. Esta
editorial es ya toda un referente a la hora de descubrir o nutrirse de lecturas
de este género y ha abierto las puertas a muchos escritores nacionales que hoy
en día ya son todos unos famosotes (Manel Loureiro, Carlos Sisí, Víctor
Blázquez, Darío Vilas…), pero no solo de autores españoles vive esta editorial.
La Línea Z ha acogido algunos cuantos títulos de escritores extranjeros como es
el caso que nos ocupa: Mar Muerto, de Brian Keene.
Esta no es la primera incursión de
Keene en el terreno literario Z. Antes de embarcarse en Mar Muerto ya tenía
escritos El Alzamiento (ganadora del prestigioso premio Bram Stoker) y su
continuación, La ciudad de los muertos. He leído diversas críticas y son bastante
divididas (parece ser que, o te gustan o las detestas) aunque después de leer
Mar Muerto, no sé si darles una oportunidad. Por cierto, hay que destacar que
en esas novelas los zombis son bastante especiales: razonan, saben utilizar
armas, conducir y… ¡hasta hablan!
Y ahora toca hablar de Mar Muerto
de una condenada vez:
La historia nos sitúa en el típico
Apocalipsis Zombi… bueno, no tan típico. Porque esta vez el origen del mal es
bastante diferente a lo que nos tienen acostumbrados. Un día, de las cloacas de
la ciudad, emergerán miles de ratas que comenzarán a atacar a los ciudadanos.
Pero estas ratas, no son normales. Están muertas. Y sus mordiscos transmiten
una enfermedad que no solo mata a la víctima… sino que la revive. Debido a lo
especial de la situación, se decide llamar a la enfermedad “La Venganza de
Hamelín”.
La ciudad es un verdadero infierno.
Y nuestro protagonista decide salir como sea de ella antes de que sea demasiado
tarde. Es así como terminará en un viejo guardacostas en el que, junto a otros
pocos supervivientes, tratarán de ponerse a salvo en alta mar. Pero… ¿de verdad
están completamente seguros?...
He leído mucha literatura Z. Y
reconozco que últimamente, lo que hago es diseccionar las novelas y ver en qué
son novedosas y en qué elementos pueden aportar al género. Y lo que
principalmente destaca esta novela es en el protagonista: Lamar Reed.
Lamar no es el típico protagonista
americano de novela Z. No es un super soldado armado hasta los dientes que hace
frente a tiro limpio contra las hordas No Muertos, ni un tío normal que acaba
siendo todo un manitas y un verdadero líder para un grupo que trata de
sobrevivir al Apocalipsis Zombi (es más, es el primero en cuestionarse sus
acciones y a la gente que trata de seguirlo y que lo llaman “héroe”). Es un
treinteañero negro y homosexual que apenas sabe utilizar un arma (¿nada
convencional, verdad?).
Destacaría además, el hecho de que
no solo los humanos regresan de entre los muertos. Aunque esto podría darse por
hecho desde que leemos que las ratas parecen ser el origen de la infección.
Pues sí, los animales también se ven afectados por este mal. El virus va
pasando de especie a especie (hasta los personajes se cuestionan si los
insectos también se contagiarán), lo que hace que el futuro se vea aún más
negro. ¿Qué pasará cuando todos estén infectados?...
No puedo destacar mucho a los
personajes del libro. Se nos cuenta lo justo y necesario y todos cumplen su
papel. Pero no destacaría a nadie en especial excepto a Lamar. Pero claro, él
es el protagonista.
Cierto que puede parecer que el
autor podría alargar bastante más la trama en el barco, que el color de piel y
la inclinación sexual de Lamar diesen más problemas, y dar mucha más cancha al
tema de los animales zombi. Pero creo que tal y como está escrito es perfecta
(además de que el tema de los animales Z se explota bastante en la recta final
de la novela, en la que el título cobra verdadero significado).
Mar Muerto es una novela breve y directa. Puede que le cueste algo arrancar (a mí me ocurrió con la parte en la que Lamar se encuentra con Tasha y Malik) pero en general es bastante vibrante y no decae en ningún momento (ni en una parte en la que el protagonista y un viejo personaje mantienen una conversación existencialista y literaria. Es más, esta es una de las partes que más me gustan de la novela). Además de que Brian no se corta a la hora de hacer que la sangre y vísceras salpiquen al lector.
Destacar que la novela presenta una
portada nueva respecto a la versión original, que guarda gran parecido con la
de El Alzamiento y La ciudad de los muertos, pudiendo dar la falsa sensación de
que todos los títulos conforman una especie de saga o trilogía. Nunca quedan
mal unos cuantos zombis de aspecto intimidante. Y más si son obra del genial Alejandro
Colucci.
Mar Muerto es un título que seguro
que gustará a los fans del género Z y que estarán encantados de añadir a su
biblioteca personal. Una nueva visión del Apocalipsis que lo trasladará a un
escenario más… flotante.
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