Castle Rock Asylum

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I Antología de Relatos de Terror Castle Rock Asylum

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sábado, 9 de enero de 2016

Reseña Kaijin de Luis Guillermo del Corral




NeoNauta Ediciones es una joven editorial que se especializa en editar los sucesores de los célebres bolsilibros, que tantos buenos ratos hicieron pasar a muchos lectores españoles del pasado siglo.

Lecturas de aventuras, terror y ciencia ficción que solo buscaban entretener durante lo breve de la duración de sus páginas. Con tal fin, me hice con el librito que hoy nos ocupa. Y me apena decir que salí bastante decepcionado de la lectura.

Kaijin nos traslada a un Marte futurista y terraformado en la que una amenaza comienza a cernirse sobre las naciones marcianas. Pero un desconocido héroe motorizado sacrificará su humanidad para salvar el Planeta Rojo... Omega Rider, ¡transformación!

La verdad es que la portada tiene la mayor parte de la culpa de que imperase mi deseo de hacerme con Kaijin. Parecía prometerme aventuras, ciborgs, luchas emocionantes y persecuciones trepidantes con motos futuristas... Y el propio autor me contagiaba su emoción al leer entrevistas en las que aseguraba que era una obra para para pasar un buen rato y que homenaje y tiene el espíritu del género Tokusatsu.  Pero al final, la cosa ni llega a arrancar... 

¿Y cómo puede ocurrir esto con una lectura de no más de 112 páginas y que protagoniza un héroe en una moto en un Marte futurista? ¿Qué pasa cuándo una lectura que tan solo tiene el objetivo de entretener no lo consigue?

Es cierto que la historia empieza prometedora. Pero la cosa comienza a difuminarse con el querer trabajarse del todo el mundo que rodea al protagonista. Y, sobre todo, al añadir los personajes de la pareja de detectives y esa trama de investigación que tanto lastra el conjunto de la historia y hace perder demasiada emoción... ¡Yo solo buscaba una simple aventura de un Kamen Rider!

En cuanto a los Kaijin que dan nombre al libro, he de afirmar que no me emocioné con NINGÚN enfrentamiento contra estos seres. Y en cuanto a la gran amenaza... pues todo queda para siguientes entregas que seguramente no leeré, ya que Luis no ha conseguido engancharme con la historia de Omega Rider.

Sin duda, encuentro más emoción en cualquier capítulo de los Power Rangers

Esta no es la primera obra escrita por Luis, que ya ha publicado con NeoNauta una novela de espada y brujería y tiene ya dos partes de una saga de misma temática en Dlorean Ediciones. Espero que ese género se le de mejor que el Tokusatsu/space pulp.



jueves, 24 de diciembre de 2015

Crítica Krampus, Maldita Navidad por Rubén "Reaper" González




No os voy a mentir, desde el primer momento que se confirmó el proyecto de esta película, estaba deseando verla por tres grandes razones. ¿La primera? Pues por su director, Michael Dougherty. Aquel que en 2007 nos regaló a todos los amantes del cine de terror esa joyita que es Truco o Trato. La llamada por muchos (entre los que me incluyo), Pulp Fiction del terror. Pero los años pasaban y Dougherty seguía sin tocar una cámara y pensando que un gran talento se iba a echar a perder. Pero como dicen, mejor tarde que nunca. Michael se puso manos a la obra con otra película que iba a tocar otra festividad (esta, al menos en apariencia, menos oscura y macabra que la Noche de Brujas) y esta vez tendría una verdadera distribución que nos haría llegar su nueva historia a todas las pantallas posibles del mundo.

La segunda razón es precisamente el mito sobre el que gira toda la historia de la película. Un terrorífico demonio con cuernos y pezuñas de cabra del folclore alpino, que acompaña a San Nicolás y que se encarga de los niños malos azotándoles brutalmente, devorándolos o sencillamente llevándoselos en un saco hasta al mismísimo Infierno. 

Este mito ha sobrevivido hasta nuestros días y el 5 de diciembre, en Austria, se celebra “Krampusnacht”. Donde jóvenes y adultos se disfrazan de la Sombra de Santa Claus con pieles y elaboradas máscaras artesanales y marchan en desfile para asustar a los niños.



En los últimos años hemos podido ver al diabólico personaje en series como Grimm o American Dad y en recientes largometrajes de serie B como A Christmas Horror Story, Krampus: The Reckoning o Krampus: The Christmas Evil. Hasta el director Kevin Smith (Dogma, Tusk) casi realiza una película sobre esta leyenda titulada The Anti-Claus, pero que dejó a un lado cuando el film de Dougherty le llevaba la delantera; veremos si algún día se anima a retomarlo...

Y la tercera razón es muy sencilla. Servidor no es precisamente el fan número 1 de la Navidad. Sintiéndome, la mayoría del tiempo, superado por tanto exceso de felicidad y buenos deseos. Llegando a ser una versión del Grinch incluso más insoportable que la de Jim Carrey (Ace Ventura, La Máscara). Y buscando en el cine de terror, la forma de hacer un poco más pasables estas fiestas. Por lo que esta película se presentaba como un exquisito dulce de navidad al que deseaba hincar el diente.

Los estupendos títulos de inicio ya son toda una declaración de intenciones por parte del director. Dejando claro que la comedia será un elemento vital en esta película. Porque sí, Krampus es una comedia de terror como en su día ya lo fue la muy querida Gremlins. Una fórmula para llegar a más público y que toda la familia pueda disfrutar de una película de terror como ya hizo Tobe Hooper (La Matanza de Texas, Lifeforce) con Poltergeist. Por lo tanto, no veremos una orgía de sangre y casquería. Pero sí que tendremos una endiablada y disfrutable cinta para grandes y pequeños.



Krampus nos cuenta la historia de un niño que pierde el espíritu de la navidad por culpa de su terrible familia. En su arranque de furia, destroza su carta a Santa Claus y la arroja por la ventana. Pero no sabe que ese gesto atraerá la presencia de una diabólica criatura que convertirá estas navidades en un verdadero Infierno.

No es difícil identificarse con la situación que vive el joven Max (Emjay Anthony) con la llegada de sus insoportables tíos y primas. Todos tenemos algún familiar que nos amarga la cena con sus comentarios y comportamientos. Por ello incluso llegué a echar en falta más minutos de escenas familiares antes de la llegada de Krampus. Pero la película sabe lo que el espectador quiere ver y pronto ya podremos atisbar entre los tejados esa monstruosa figura (IMPAGABLE momento).



La película es una gozada a nivel visual, con ese barrio atacado por la sobrenatural tormenta. Generando una gélida e inquietante atmósfera que nos ayuda a adentrarnos en esta pesadilla navideña. Estupenda fotografía  Por no hablar de cierta parte animada que es una delicia.

La BSO cumple en su cometido. Ayudando. aún más, a retorcer siniestramente estas Navidades que nos propone el film.

Como ya vimos en Truco o Trato (sobre todo en el iconico personaje de Sammy), Michael Dougherty se esmera al traernos una nueva galería de terroríficas criaturas, valiéndose de los iconos de estas fechas. Cada uno más grotesco y memorable que el anterior. Hasta llegar a la aterradora criatura que da título a la película. Michael ha aprobado con nota en la actualización de la leyenda de la Sombra de Santa Claus.



Alabar también el uso de efectos prácticos y artesanales y que solo se valgan del CGI cuando sea totalmente imprescindible. Haciendo que esta película sea aún más especial. Excelente trabajo por parte de Weta Workshop.

En cuanto a las actuaciones. El reparto en conjunto cumple para lo que pide una historia como esta. Aunque de todos me quedo con Conchata Ferrell (Eduardo Manostijeras, Dos Hombres y Medio). Cuyo personaje parece una extensión del de la simpática sitcom en la que ejercía de empleada del hogar de Charlie Sheen (Wall Street, Hot Shots), Incluso el personaje de Max, que se supone que es el protagonista, no acaba de cuajar ni en la última parte. Donde todas las circunstancias están de su parte.

Seguro que la película acaba disgustando a muchos que no sepan disfrutar de la mezcla de comedia con situaciones terroríficas. Pero lo cierto es que logra salir airosa de una lid en la que muchos habrían salido escaldados. Y aún así, el endiablado ritmo que se gasta no hará despegar la vista del espectador de la pantalla hasta llegar a ese falso anticlimático final, que es la guinda que corona este jugoso pastel.



Si Truco o Trato fue la Creepshow de nuestro tiempo, podemos atrevernos a afirmar que Krampus es la sucesora espiritual de la ya citada Gremlins. Dougherty se apunta otro título de culto gracias a insuflarle a la película ese espíritu ochentero que agradecerán muchos seguidores del cine de fantaterror. Además de poder presentir guiños y homenajes a películas como Temblores (esa misteriosa criatura subterránea) o Jeepers Creepers (la canción que suena en una radio cuando el Krampus está cerca), entre otras. Claro está, sin dejarse llevar y presentando su propio imaginario de gran forma.

Esta es una película low cost de Universal y Legendary Pictures que repite la rentable fórmula de Paranormal Activity, Ouija o The Purge. Por lo que habrá que ver si se animan a realizar una secuela de este título o se queda en la joyita que es. Al menos, los endiabladamente divertidos esbirros de Krampus invitan a ello. Pero sin ninguna duda, Krampus se ha ganado un merecido puesto entre mis películas para ver en Navidad.

Divertida, gamberra y terrorífica. Si quieres ver algo diferente estas fechas, atrévete a descubrir la leyenda de Krampus.

Cuidado con lo que deseáis. Y sed buenos si no queréis que Krampus os haga una visita estas Navidades.



Lo Mejor: La reinvención del mito de Krampus por parte del director.

Lo Peor: La mezcla de comedia y terror le hará ganarse muchos negativos por parte del gran público.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Películas para ver en Navidad




Entre tantas lucecitas, felicidad navideña, regalos envueltos con mimo, cenas familiares, villancicos... ¿hay lugar para el terror? Por supuesto. Psicópatas disfrazados de Papá Noel, monstruos, leyendas negras de esta misma festividad e incluso el mismo demonio, protagonizan películas ambientadas en estas fechas. Así que desde Castle Rock, os facilitamos unos cuantos títulos para disfrutar mejor estos días:

Gremlins: Empezamos por el (probablemente) título de referencia de esta época. El clásico de Joe Dante (Aullidos, Piraña) basado en una leyenda de la 2º Guerra Mundial, Un hombre regala a su hijo una extraña mascota que tiene unas reglas muy sencillas para evitar el desastre en el que se convertirá su pueblo.
Película de terror para ver con toda la familia,



Black Christmas: Tanto la cinta original del 74 (que ayudó a asentar antecedentes del género slasher) como el remake de 2006.
La historia nos lleva a una fraternidad universitaria, en la que las chicas pasarán las peores navidades de sus vidas cuando empiezan a recibir llamadas obscenas de un demente que las acecha.



Noche de Paz, Noche de Muerte: Las películas de Papá Noels psicópatas ya podrían considerarse un sub-género del cine de terror como lo son las de muñecos diabólicos. Y este título es el más representativo (que cuenta con cuatro secuelas y hasta un remake de 2012). Un chico que queda traumatizado de pequeño por el asesinato de sus padres a manos de un maníaco disfrazado de Santa Claus. Se dedicará a hacer lo mismo años después, trayendo muertes en vez de regalos.



No abrir hasta Navidad: Tratando de buscar la originalidad, esta película nos presenta a un asesino londinense que solo pasa por cuchillo a aquellos que encuentra disfrazados del alegre hombre de rojo. 



Cuento de Navidad: Perteneciente al proyecto patrio Películas Para No Dormir, este largometraje de Paco Plaza (Rec: Génesis) nos presenta a un grupo de niños que descubren en el bosque de un pueblo típico de veraneo de la Costa Brava, a una mujer disfrazada de Papá Noel malherida en un profundo agujero. Se trata de una ladrona que acabarán matando accidentalmente y que volverá para encargarse de estos chicos malos.



Santa´s Slay: Comedia negra de terror en la que un demonio, que ha perdido una apuesta con un ángel, tiene que ser bueno con los niños todos los años. Pero este año termina su milenaria condena, y ha llegado la hora de ajustar cuentas.



Dead End: Atajo al Infierno: A partir de un escenario que todos conocemos (el viaje en coche para acudir a la tradicional cena de navidad familiar) se desarrolla una inquietante historia que merece el visionado.



Jack Frost: Si estáis cansados de la sensiblera historia protagonizada por Michael Keaton (Batman, Robocop), probad con esta locura de serie B en la que un asesino en serie se reencarna... ¡en un muñeco de nieve! 
Y si os quedáis con ganas que sepáis que cuenta con una secuela.



El Fin de los Días: ¿El Anticristo amenaza con acabar con el mundo en Navidad? Tranquilos, que tenemos a Arnold Schwarzennegger (Depredador, El Último Desafío) metido en la piel de un ex policía reconvertido en guardaespaldas bastante malhumorado para pararle los pies. 



El Enviado: Un año antes, otro fortachón del cine de acción ya se había enfrentado al mal para salvar el mundo. Dolph Lundgren (Rocky IV, Soldado Universal) es un miembro de la Orden Templaria que tratará de detener a una criatura que amenaza con liberar al mismo Diablo,



Parking 2: Es Nochebuena, y una joven que trabaja hasta tarde se dirige al parking 2, donde el guarda del lugar le hará pasar la peor noche de su vida.



The Children: Dos familias se reencuentra en Nochevieja. Pero los más pequeños parecen estar contrayendo un misterioso mal que los lleva a volverse contra sus mayores. Película para replantearse el tener progenie...



Rare Exports: Un cuento gamberro de Navidad: Un grupo de científicos que se encuentran en el norte de Finlandia, acabarán descubriendo la verdad oculta tras el bondadoso rostro de Santa Claus.



A Christmas Horror Story: Antología de historias de terror encuadradas en Navidad que cuenta con William Shatner (el iconico capitán Kirk de Star Trek) encarnando al locutor local que será el nexo de las cuatro historias que se sucederán en la ciudad de Bailey Downs durante la víspera de Navidad.



Al Interior: Una mujer embarazada que se encuentra sola en casa en nochebuena, es asediada por una mujer que no se detendrá ante nada para arrebatar el bebé que crece en sus entrañas. Pero... ¿Por qué? 
Sencillamente brutal.



El Día de la Bestia: El Anticristo vuelve a atacar en Navidad. Aunque esta vez lo hace en Madrid, y el que tratará de salvar al mundo será un campechano cura que se dedicará a hacer todo el mal posible para encontrar al hijo de Satán. Lo acompañará en su desesperada cruzada, un descerebrado heavy interpretado por Santiago Segura (Una de Zombies, Torrente).
Comedia negra patria y una de las películas más famosas de Álex de la Iglesia (Acción Mutante, Muertos de Risa). 



Krampus, Maldita Navidad: Del director de la estupenda Truco o Trato. La llegada de sus tíos y sus insoportables primas logran hacer que el joven Max pierda el espíritu navideño. Pero no sabe que con eso, ha atraído a un oscuro ser que, junto a su ejército de estrafalarios esbirros, les hará vivir, literalmente, un infierno. 



Así que ya sabéis. Estás Navidades, para curar el empacho de tanto banquete y dulce navideño, podéis tumbaros y ver alguna de las películas que os proponemos. Pero cuidado con dejaros llevar y acabar queriendo regalar un hachazo al típico familiar graciosete en la cena de Navidad.


domingo, 6 de diciembre de 2015

Crítica: Sinsajo Parte II por Rain Cross


{Contiene SPOILERS de la película}

Un épico final a medio gas.

Y al fin llegó la última parte de esta saga escrita por Suzanne Collins en donde Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), una joven residente del Distrito 12 desafía, sin pretenderlo, al tiránico presidente Snow (Donald Sutherland) y crea una rebelión donde todos los distritos se unirán para acabar con la represión. Y no decepciona.

No cabe duda que Francis Lawrence, encargado de dirigir las tres últimas películas, ha hecho un increíble trabajo de adaptación que, junto al reparto, son los puntos fuertes de estas películas.

Sinsajo Parte II comienza justo donde terminó la anterior: con Katniss siendo tratada de las heridas que Peeta (Josh Hutcherson) le ha ocasionado al intentar matarla. Y es que el joven panadero se ha convertido en un instrumento del Capitolio para desestabilizar a nuestra heroína.

Y al ver esto, Katniss decide finalmente unirse a los rebeldes. Coin (Julianne Moore), presidenta del Distrito 13, sólo quiere utilizarla para las propos, pero ella no está dispuesta a obedecer.

Después de unos minutos de tensión cuando bombardean una mina y uno de los supervivientes le dispara, tenemos una de los momentos con más calma de la cinta: la boda de Finnick Odair (Sam Clafin) con Annie Cresta.

Allí, en medio del festejo, Katniss decide matar ella sola a Snow. Y tenemos una de las escenas más emotivas: Katniss baila con su hermana, Prim, y la abraza. Una escena en  rotativo muy significativa, sobretodo para los lectores, que sabemos lo que está por venir.

Es ahí donde empiezan una serie de situaciones que desembocan en un final muy interesante.

Katniss, desobedeciendo a Coin y gracias a una idea de Johanna Mason (Jenna Malone), se infiltra en un aerodeslizador para colarse en el Capitolio.

Pero tiene una cara demasiado conocida. Gale (Liam Hemsworth) la recibe y, al conocer su plan, decide ayudarla.

Junto a ellos se les unen una serie de rebeldes que si en el libro es fácil recordar sus nombres, por desgracia en la película pasan demasiado desapercibidos.

Coin decide aprovechar la oportunidad y hacer más propos, siempre desde lugares seguros, para que más gente se una a ellos, por lo que envía a Boggs, Cressida y su equipo, y a Finnick.

Snow y los vigilantes (los encargados de crear las trampas en los Juegos) han puesto una serie de trampas que dificultaran la misión. Y la llegada de un Peeta aún desequilibrado a la ecuación no les pondrá las cosas fáciles.

Y empieza la acción.

De lo mejor de la película, una serie de secuencias de explosiones y tensión, donde varios de los rebeldes mueren. Una de esas muertes es la de Boggs, que avisa a Katniss de que Coin quiso salvar a Peeta en vez de a ella y que no le importa que muera en la misión.
Destacando sobre ellas la escena de las alcantarillas, con Pollux haciendo de guía, y los mutos, creados por Snow, asesinando a Finnick, en una escena rápida pero no por ello sin emotividad.

Ya cerca del Capitolio, se refugian en la casa de Tigris, una rebelde que anteriormente fue estilista de Tributos. Allí, después de ver un anuncio de evacuación de todos los residentes de la ciudad, deciden que Katniss y Gale sigan solos y se infiltren en el Capitolio para poder así llegar a la mansión de Snow.


Vestidos como habitantes del Capitolio, entran en la ciudad, pero los Agentes de la Paz controlan todos los accesos.

Cuando uno de ellos está a punto de descubrir a Katniss, los rebeldes atacan. Gale es capturado y Katniss decide seguir sola.

Llega a la puerta de la mansión de Snow, pero solo dejan entrar a los niños.

Un aerodeslizador con emblemas del Capitolio les sobrevuela y lanza unas pequeñas cajas en paracaídas parecidas a los regalos que conseguían los Tributos en la Arena.

Pero es una trampa. Las bombas estallan matando a los niños y dejando muchos heridos. Varios sanitarios se acercan a ayudar y, entre la multitud, Katniss ve a su hermana Prim por última vez. Caen más bombas, asesinando a la persona por la que Katniss se presentó voluntaria y arriesgó su vida. Otra escena rápida, pero en mi opinión, bien llevada, ya que estamos muy acostumbrados a muertes épicas pero por desgracia, en la guerra, no son así, por lo que crearla de esta forma le da mucho realismo.

Katniss despierta en la mansión de Snow y Haymitch le informa que el Capitolio ha caído y que tienen a Snow prisionero.

Katniss va a ver a Snow, que le dice que lo del aerodeslizador fue idea de Coin, ya que, aunque no le importa matar a niños, él no sacaba ningún beneficio con ello. Ella duda al principio, y al ver a Gale le pregunta si fueron los rebeldes los responsables de ese bombardeo (y si recordamos una de las escenas del principio, podemos ver a Gale con Beetee hablando de esa trampa). Él no lo puede negar y Katniss se despide para siempre del cazador convertido a soldado.

Coin llama a todos los Tributos y, a parte de proclamarse presidenta indefinida,  les propone hacer unos últimos Juegos con los niños del Capitolio. Todos votan a favor excepto Peeta y Annie.


Y Katniss le dice que ella quiere matar a Snow. Coin accede y todo queda preparado para el épico final.

Ante todo Panem, Katniss prepara su flecha y dispara en el corazón a Coin, dejando a Snow ahogándose en su propia sangre y con una marabunta de gente furiosa cayendo sobre él.

Katniss es apresada y llevada a parte. Haymitch la visita y lee una carta de Plutarch donde le informa sobre su huida temporal y que sabía exactamente lo que ella iba a hacer y que es mejor que ella desaparezca durante un tiempo también.

Katniss se despide de Effie y junto a Haymitch vuelven al Distrito 12… y es allí donde debió acabar la película.

Si bien el epílogo en el libro no sobra y nos da información sobre el futuro de nuestra protagonista, en la película le quita emoción al final, dejándolo edulcorado y haciendo que sobren los diez últimos minutos de la película.

También debo decir que eché de menos más protagonismo de Johanna Mason y que explicaran la tortura que sufrió en el Capitolio y los problemas mentales de Annie, donde vemos lo frágil que es y las secuelas de los Juegos. Escenas que para mí hubieran sido más interesante que las repeticiones de Peeta y su ‘Matadme, soy un muto’.

En resumen, Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte II es un broche de plata para una saga con altibajos. Una buena adaptación, eso sí, pero que para mi gusto falla en su primera parte, siendo demasiado light, y en la tercera, ya que creo que no debieron partir el libro en dos partes.

¿La recomiendo? Sin duda. Tanto si eres fan de las películas como si has disfrutado con los libros, no debes perderte su desenlace en pantalla grande.


viernes, 27 de noviembre de 2015

Reflejos, por Rain Cross


Créditos Google Imágenes


«¿Dónde está la jodida foto?» Annabeth la buscaba desesperada por todas partes. Se apartó un mechón de pelo castaño de la frente y lo añadió al rudimentario moño alto enmarañado.

—¡Joder, joder, joder! ¡Sé que estás por aquí! —dijo para si misma.

Llevaba tiempo encerrada sola en su piso desordenado. Estaba escribiendo una historia para el periódico donde trabajaba sobre una chica que había desaparecido y que fue encontrada muerta a los pocos días. Tenía medio reportaje ya redactado, sólo le faltaba añadir dónde y cómo la encontraron, y poner la dichosa foto.

Annabeth tenía sus enormes ojos verdes desorbitados. Hacía ya días que no comía ni dormía, y debía entregar el reportaje de la chica muerta antes de que James, su rival en el trabajo y un lameculos de primera, le quitara la exclusiva.

«Debe de estar por aquí, la dejé por aquí…». Rebuscó y rebuscó entre las hojas que tenía en la mesa del salón, por el suelo, en los cajones… por todos los lugares donde había algo de papel. Miró encima del teléfono, en la entrada de su casa, y vio la luz parpadeante del contestador. Tenía doce mensajes, y no recordaba haber oído los timbrazos estridentes del teléfono. El primer estaba fechado hacía ya varias semanas. Annabeth no se había dado cuenta de lo enfrascada que estaba con su reportaje hasta aquél momento.

Le dio al botón para escuchar algunos.

—Piiiip… Beth, soy Olivia, habíamos quedado a tomar un café y no has aparecido —«Lo olvidé por completo», pensó—. Llámame, que ya te vale.

—Piiiip… Cariño, soy mamá, recuerda que este domingo vienes a comer a casa, que no se te olvide como la última vez, besos. Adiós, adiós.

—Piiiip… Annabeth, soy Tom, no sabemos nada de ti desde hace días en la redacción. Sé que estás ocupada con el reportaje pero deberías pasarte; James lo está terminando y deberías venir y presentar lo que tengas o te robará la exclusiva, así que mañana te quiero aquí a las 7. Hasta mañana, entonces. Que no se te olvide.

—Piiiip…. —Annabeth estaba harta de escuchar mensajes y ese último, el de Tom, su jefe, la hizo reaccionar.

Miró el reloj, eran las 8 de la tarde y aún le daba tiempo de ir a hablar con él. Fue al baño a arreglarse un poco, no podía ir con esas pintas andrajosas. Se puso frente al espejo para arreglarse el pelo a toda prisa, cuando su reflejo le hizo gritar de terror.

Era ella, o al menos se parecía a ella, pero parecía estar viendo un cadáver. Tenía los ojos hundidos y con grandes ojeras alrededor, le faltaba mechones de pelo y la piel se le pegaba en los huesos.

—¿Pe-pero qué…? ¿Qué me ha pasado? —dijo aterrada.

Pasó las manos por el cabello, el cual se le quedaba pegado entre los dedos. Pero eso sólo ocurría en su reflejo. Miró su mano, no había rastro de pelo.
Contempló su imagen en el espejo, y éste le sonrió con compasión.

—Aún no te has dado cuenta, ¿verdad?

—Pero…yo… — Sus ojos se llenaron de lagrimas, no entendía nada.

Su doble demacrada desapareció y sólo se veía el baño, como si no hubiera nadie en la habitación.

Annabeth salió del cuarto asustada y confusa. Se dejó caer al lado del teléfono, en la mesita de la puerta de entrada. Allí había un periódico descolorido, lo cogió con las manos y miró la portada. «No puede ser…» Annabeth se llevó una mano a sus finos labios mientras leía la noticia.

«…Duelo en la redacción.

La periodista Annabeth Mathews fue encontrada muerta cerca de un descampado cercano a su domicilio después de estar dos semanas desaparecida….»

No pudo seguir. Se quedó sentada en el suelo, con el periódico a un lado y la mirada perdida, inmersa en sus pensamientos.

Cerca de la mesita del teléfono, vio la fotografía que tantos quebraderos de cabeza le había dado. La cogió, temblorosa entre los dedos, y su propio rostro le dedicó una sonrisa.

La noticia que tanto le había ofuscado, la que no le dejaba comer ni dormir, era la de su propia muerte.