domingo, 6 de diciembre de 2015

Crítica: Sinsajo Parte II por Rain Cross


{Contiene SPOILERS de la película}

Un épico final a medio gas.

Y al fin llegó la última parte de esta saga escrita por Suzanne Collins en donde Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), una joven residente del Distrito 12 desafía, sin pretenderlo, al tiránico presidente Snow (Donald Sutherland) y crea una rebelión donde todos los distritos se unirán para acabar con la represión. Y no decepciona.

No cabe duda que Francis Lawrence, encargado de dirigir las tres últimas películas, ha hecho un increíble trabajo de adaptación que, junto al reparto, son los puntos fuertes de estas películas.

Sinsajo Parte II comienza justo donde terminó la anterior: con Katniss siendo tratada de las heridas que Peeta (Josh Hutcherson) le ha ocasionado al intentar matarla. Y es que el joven panadero se ha convertido en un instrumento del Capitolio para desestabilizar a nuestra heroína.

Y al ver esto, Katniss decide finalmente unirse a los rebeldes. Coin (Julianne Moore), presidenta del Distrito 13, sólo quiere utilizarla para las propos, pero ella no está dispuesta a obedecer.

Después de unos minutos de tensión cuando bombardean una mina y uno de los supervivientes le dispara, tenemos una de los momentos con más calma de la cinta: la boda de Finnick Odair (Sam Clafin) con Annie Cresta.

Allí, en medio del festejo, Katniss decide matar ella sola a Snow. Y tenemos una de las escenas más emotivas: Katniss baila con su hermana, Prim, y la abraza. Una escena en  rotativo muy significativa, sobretodo para los lectores, que sabemos lo que está por venir.

Es ahí donde empiezan una serie de situaciones que desembocan en un final muy interesante.

Katniss, desobedeciendo a Coin y gracias a una idea de Johanna Mason (Jenna Malone), se infiltra en un aerodeslizador para colarse en el Capitolio.

Pero tiene una cara demasiado conocida. Gale (Liam Hemsworth) la recibe y, al conocer su plan, decide ayudarla.

Junto a ellos se les unen una serie de rebeldes que si en el libro es fácil recordar sus nombres, por desgracia en la película pasan demasiado desapercibidos.

Coin decide aprovechar la oportunidad y hacer más propos, siempre desde lugares seguros, para que más gente se una a ellos, por lo que envía a Boggs, Cressida y su equipo, y a Finnick.

Snow y los vigilantes (los encargados de crear las trampas en los Juegos) han puesto una serie de trampas que dificultaran la misión. Y la llegada de un Peeta aún desequilibrado a la ecuación no les pondrá las cosas fáciles.

Y empieza la acción.

De lo mejor de la película, una serie de secuencias de explosiones y tensión, donde varios de los rebeldes mueren. Una de esas muertes es la de Boggs, que avisa a Katniss de que Coin quiso salvar a Peeta en vez de a ella y que no le importa que muera en la misión.
Destacando sobre ellas la escena de las alcantarillas, con Pollux haciendo de guía, y los mutos, creados por Snow, asesinando a Finnick, en una escena rápida pero no por ello sin emotividad.

Ya cerca del Capitolio, se refugian en la casa de Tigris, una rebelde que anteriormente fue estilista de Tributos. Allí, después de ver un anuncio de evacuación de todos los residentes de la ciudad, deciden que Katniss y Gale sigan solos y se infiltren en el Capitolio para poder así llegar a la mansión de Snow.


Vestidos como habitantes del Capitolio, entran en la ciudad, pero los Agentes de la Paz controlan todos los accesos.

Cuando uno de ellos está a punto de descubrir a Katniss, los rebeldes atacan. Gale es capturado y Katniss decide seguir sola.

Llega a la puerta de la mansión de Snow, pero solo dejan entrar a los niños.

Un aerodeslizador con emblemas del Capitolio les sobrevuela y lanza unas pequeñas cajas en paracaídas parecidas a los regalos que conseguían los Tributos en la Arena.

Pero es una trampa. Las bombas estallan matando a los niños y dejando muchos heridos. Varios sanitarios se acercan a ayudar y, entre la multitud, Katniss ve a su hermana Prim por última vez. Caen más bombas, asesinando a la persona por la que Katniss se presentó voluntaria y arriesgó su vida. Otra escena rápida, pero en mi opinión, bien llevada, ya que estamos muy acostumbrados a muertes épicas pero por desgracia, en la guerra, no son así, por lo que crearla de esta forma le da mucho realismo.

Katniss despierta en la mansión de Snow y Haymitch le informa que el Capitolio ha caído y que tienen a Snow prisionero.

Katniss va a ver a Snow, que le dice que lo del aerodeslizador fue idea de Coin, ya que, aunque no le importa matar a niños, él no sacaba ningún beneficio con ello. Ella duda al principio, y al ver a Gale le pregunta si fueron los rebeldes los responsables de ese bombardeo (y si recordamos una de las escenas del principio, podemos ver a Gale con Beetee hablando de esa trampa). Él no lo puede negar y Katniss se despide para siempre del cazador convertido a soldado.

Coin llama a todos los Tributos y, a parte de proclamarse presidenta indefinida,  les propone hacer unos últimos Juegos con los niños del Capitolio. Todos votan a favor excepto Peeta y Annie.


Y Katniss le dice que ella quiere matar a Snow. Coin accede y todo queda preparado para el épico final.

Ante todo Panem, Katniss prepara su flecha y dispara en el corazón a Coin, dejando a Snow ahogándose en su propia sangre y con una marabunta de gente furiosa cayendo sobre él.

Katniss es apresada y llevada a parte. Haymitch la visita y lee una carta de Plutarch donde le informa sobre su huida temporal y que sabía exactamente lo que ella iba a hacer y que es mejor que ella desaparezca durante un tiempo también.

Katniss se despide de Effie y junto a Haymitch vuelven al Distrito 12… y es allí donde debió acabar la película.

Si bien el epílogo en el libro no sobra y nos da información sobre el futuro de nuestra protagonista, en la película le quita emoción al final, dejándolo edulcorado y haciendo que sobren los diez últimos minutos de la película.

También debo decir que eché de menos más protagonismo de Johanna Mason y que explicaran la tortura que sufrió en el Capitolio y los problemas mentales de Annie, donde vemos lo frágil que es y las secuelas de los Juegos. Escenas que para mí hubieran sido más interesante que las repeticiones de Peeta y su ‘Matadme, soy un muto’.

En resumen, Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte II es un broche de plata para una saga con altibajos. Una buena adaptación, eso sí, pero que para mi gusto falla en su primera parte, siendo demasiado light, y en la tercera, ya que creo que no debieron partir el libro en dos partes.

¿La recomiendo? Sin duda. Tanto si eres fan de las películas como si has disfrutado con los libros, no debes perderte su desenlace en pantalla grande.



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