lunes, 25 de diciembre de 2017

La Sala Común: Stranger Things 2




En su momento, en Castle Rock Asylum decidimos prescindir de realizar una crítica sobre Stranger Things. Las opiniones desbordaban internet y prácticamente todas coincidían en lo mismo que pensábamos nosotros: Era una excelente serie de terror y ciencia ficción que aunaba todo lo bueno y genial de los ochenta

Es increíble pensar que tan solo haya pasado un año desde el estreno de la primera temporada. Pues Stranger Things se ha convertido en tiempo record en todo un fenómeno mundial. Muy pocas deben de ser las personas que no han paseado por Hawkings, buscado a Will, entablado amistado con el mejor Grupo de Niños desde los Goonies y escapado de la amenaza del Demogorgon.




Stranger Things finalizaba con una escena que podía avecinar una continuación o quedar en el final abierto. Desde luego, los ochenta nos regalaron algunas de las mejores sagas de la historia del cine (y muchas otras que se cuentan entre lo peorcito). Pero Netflix no podía evitar continuar una de sus series más visionadas, por lo que no se tardó en anunciar su segunda temporada que ha vuelto a causar revuelo. Pero esta vez, al tener una opinión bastante contraria a la del resto, nos animamos a realizar la crítica de Stranger Things 2

La trama nos sitúa también un año después de lo acontecido en la primera temporada. La panda ha perdido a Eleven pero recuperado a Will. Y todos los que se han enfrentado a la amenaza del Demogorgon tratan de seguir con sus vidas en el pueblecito de Hawkings. Pero el peligro de esa otra Dimensión no ha hecho más que empezar...

Está claro que Netflix y los hermanos Duffer lo tenían bastante difícil a la hora de afrontar una continuación de Stranger Things. Gran parte del éxito de la primera temporada fue el factor sorpresa. Muy pocos sabían lo que iban a descubrir a la hora de empezar a reproducir los episodios. Lo cual no quita que los artífices se esmerasen en volver a presentar cartas tan buenas como las que mostraron en su primera jugada... Por desgracia, de tenerlas, se las han querido reservar y esta segunda temporada se ampara en una terrible sensación de refrito que convierte a Stranger Things 2 en la mayor decepción televisiva del año.




Nadie puede negar que esta serie vive de las referencias, homenajes y guiños al cine y tv ochenteras y a todas sus referencias Pop. Esto fue uno de los temas más criticables por muchos en la primera temporada. Se aseguraba que esto convertía a la serie en un impersonal ejercicio de revival nostálgico. Y sí, no se puede negar que se notaba que utilizaron esto como gran reclamo, pero la clave estaba en componer con esos retazos una nueva historia que bebía de todo aquello. Una manera de volver fresco y nuevo algo ya viejo y conocido. He de aplaudir la decisión de que Stranger Things 2 fusile la mayor parte de su carga ochentera más "visible" en sus primeros episodios para querer apostar por su propia historia (ojo, que esta no se libra de sus reconocibles conexiones con otras conocidas películas y series ochenteras). Pero por la contra, resulta que cae en un terrible ejercicio de auto-homenaje.




No es difícil notar que se repite el esquema argumental de la primera temporada por mucho nuevo personaje o otros añadidos. Hay un bochornoso ejercicio auto referencial con un infumable uso de flashbacks de escenas de la anterior temporada (no hace ni un año que las vimos... ¿tan cortos de memoria nos concibe Netflix?) y momentos que tratan de reinventar otros ya vistos en nuestra primera visita a Hawkins. Es imposible defender este egocéntrico ejercicio de "Nostalgiatitis" que tiene esta temporada.

A la malograda trama central se le añaden otras sub-tramas que no logran cuajar y terminan por hacer sentir que lastran el conjunto. Destaca sobre todo la que nos echan encima en el episodio más comentado (y no para bien) titulado La Hermana Pérdida. El séptimo episodio de esta nueva temporada de Stranger Things es totalmente anticlimático. Nos saca de la historia buscando plantar la semilla de una trama que no busca ser afrontada de momento. Como si los Duffer se quisiesen guardar una bala en la récamara. Pero es que todo este episodio rompe con el tono y dinámica del resto de la serie por mucho que esta sea la que de comienzo a la temporada. Parece más un episodio piloto de otra serie del catálogo de Netflix. Y lo peor es que afecta al personaje peor tratado (con permiso de Will) de esta temporada.




Los nuevos personajes tampoco son muy bien recibidos en el conjunto. A excepción del irresistible Bob encarnado por Sean Astin (tener a uno de los Goonies originales en esta serie era casi un deber que esta serie debía cumplir), quien además logra que la sobreactuada Joyce de Winona Ryder consiga contenerse (muy de agradecer). Poco logran aportar el resto... El peculiar periodista adicto a las conspiraciones interpretado por Brett Gellman se ve afectado por la sub trama más desaprovechada de la temporada. Paul Raiser parece que solo está ahí para dejar más claro el homenaje a Aliens: El Regreso en uno de los episodios. La Max de de la joven Sadie Sink se presenta como un personaje interesante en los primeros episodios pero que no tarda en caer en el tópico con patas de "La chica nueva" del grupo. Y su hermano en la ficción (el Power Ranger Dacre Montgomery) es el prototipo de bully Made In Stephen King más penoso que he tenido el poco placer de conocer.




Más les valía trabajar mejor el reparto original. Hay casos muy sangrantes como el de Will (Noah Schnapp), quien vuelve a quedar relegado como simple contacto viviente con esa Dimensión Desconocida o el de Mike (Finn Wolfhard) que sorprende en los primeros episodios con una interpretación que va más allá del de "Chico Post-Goonie". pero que por desgracia acaba siendo reclamado por la historia para amoldarse de nuevo a las exigencias de la trama. Otros quedan en tierra de nadie como Nancy (Natalie Dyer) y Jonathan (Charlie Heaton). Al Dustin de Gaten Matarazzo y el Lucas de Caleb McLaughlin se les exprime hasta la última gota de comicidad de sus respectivos personajes hasta convertirlos en una parodia de sí mismos. Y el sheriff Hopper (David Harbour) por suerte se mantiene en su línea de tipo duro por fuera pero tierno por dentro (estupenda decisión esa de darle esa relación paternofilial con ese otro personaje).




Resulta que el mejor tratamiento de personaje de esta temporada está en el de uno de los secundarios más cuestionables de la anterior entrega. Uno que a pesar de que en la recta final tuvo sus momentos, parecía que iba a volver a sus terribles orígenes. Pero resulta que en esta temporada Steve (Joe Keery) pasa por una evolución que lo coloca como el mejor personaje de la temporada (si me lo llegan a decir al terminar de ver la primera temporada me desmayaría de la risa).

Si en la primera temporada la figura del Demogorgon funcionó a la perfección al seguir el planteamiento que Steven Spielberg plasmó en Tiburón (dar pequeños momentos con la criatura creando una atmósfera de suspense para ir in crescendo hasta el explosivo climax). En Stranger Things 2 como muchas secuelas se sigue la fórmula de Más pensando que será Mejor... Pero cantidad no va siempre seguido por calidad. Y en este caso es así. Un desganado ejercicio de diseño que además viene ligado a un CGI muy malogrado que, al menos, en la primera temporada se mantuvo hasta el final.

Por otro lado tenemos lo que se nos vendió desde el primer teaser póster y trailer como la gran amenaza a batir. Pero cuya participación queda al descubierto como un simple anticipo de lo que podría dar de sí en futuras entregas. Y esto es tónica en Stranger Things 2. Cuya misión parece que es la de entretener con algo ya visto (aunque con alguna pequeña mejora o diferencia y nuevos personajes) para intentar alargar lo máximo posible esta serie que es, claramente, "el Juego de Tronos" del Gigante del VOD. Netflix tiene en Stranger Things una gallina de los huevos de oro que quiere exprimir lo máximo posible. Tanto es así que van a forzar el rodaje de sus dos próximas temporadas para que su reparto no cambie demasiado físicamente.

¿Qué Stranger Thimgs 3 y 4 puede que nos sorprenda tanto y más que la primera temporada? Puede que sí, internillos. Pero de momento, esta temporada es todo un amargo tropiezo. ¿Entretiene? Pues sí, la serie sigue manteniendo ese tono y ritmo ágil y divertido que tanto gusta a Netflix y que justifica su práctica "maratoneable" de estrenar sus temporadas completas. Pero lo hace repitiendo esquemas y cayendo hasta en el auto-homenaje.



Lo Mejor: Sigue siendo bastante disfrutable. Steve.

Lo Peor: Se siente como un ejercicio de refrito para alargar la serie una temporada más. Los nuevos personajes y sub-tramas aportan poco o nada al conjunto.




1 comentarios:

Complemente de acuerdo contigo. La primera temporada fue soberbia, ésta ha sido mucho más floja e incluso algunos personajes que, en la primera eran interesantes, en esta me han caído hasta mal (Mike y Eleven). En cambio como bien dices, Steve pasa por una evolución que me ha encantado, y Bob ha sido de mis favoritos. También Hooper me ha gustado, en su línea. Lo que a mí Dustin sí me ha vuelto a conquistar, y también Joyce, que como bien mencionas se suaviza con Bob. Qué bueno lo del bully made in Stephen King, cuánta razón tienes xD
Con la hermana perdida... En ese capítulo no sabía si estaba viendo Stranger Things o X-Men xD
Igualmente y a pesar de sus peros, en general es disfrutable y entretenida, así que ahora toca esperar a su siguiente temporada :)

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