viernes, 8 de septiembre de 2017

Crítica Blair Witch de Adam Wingard




En 1999, dos completos desconocidos, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, sorprendieron al mundo entero con su opera prima: El Proyecto de la Bruja de Blair. Sobre todo debido a la inteligente campaña publicitaria que se montaron ellos solitos. En una época que se nos antoja ahora demasiado rudimentaria para internet, ambos cineastas comenzaron a sembrar unas curiosas semillas interactivas que darían su fruto con el estreno de la película. Las páginas webs que crearon hablaban con un tono bastante realista sobre unos jóvenes desaparecidos en cierto bosque estadounidense. A la par, teníamos portales que hablaban de la zona donde ocurrió este hecho. Un lugar que parecía tener su propia e inquietante historia. La cual acababa girando en torno de algo conocido como La Bruja de Blair. Fue así como Myrick y Sánchez se sacaron de la manga toda una mitología que servía como transfondo a la película que estrenaron en 1999 y que supuso todo un exitazo en taquilla para una cinta tan independiente.




No son pocos los que consideran El Proyecto de la Bruja de Blair una película decepcionante. Que vive sobre todo de ese Boom! que creó con su estreno. Pero creo que somos más los que creemos que sigue siendo una de las mejores películas de terror jamás hechas. La cotidianidad de la que hace gala es parte de su atractivo (y por la cual muchos aún seguían creyendo, aún tiempo después de su estreno, que lo que ocurría en el metraje era real). Esa sensación de  "podría pasarme a mí cuando voy de paseo por el bosque". La asfixiante atmósfera que logra con tan poco y el hacer temer lo que no podemos ver (o concebir). Por no hablar de que estamos ante una de las pocas películas del sub-género de Found Footage (material encontrado) dignas de ver y causante también, de la sucesión de tantos y tantos títulos realizados en este formato que trataban de arañar el éxito de la obra de Myrick y Sánchez solo para caer en lo tópico y sin gracia.

Al año siguiente del estreno de la película original, la distribuidora quiso seguir exprimiendo el éxito con una secuela (El Libro de las Sombras) bastante fallida y alejada de su predecesora (los artífices de esta no tuvieron nada que ver). Esto hizo que no se realizase nada más sobre La Bruja de Blair hasta el año pasado (a excepción de unos videojuegos para PC algo desconocidos). Y es que, aunque muchos nos lo olíamos, en la Comic-Con de 2016 se reveló que la película en la que Adam Wingard estaba trabajando con el título The Woods, era en realidad la tercera película de esta saga y secuela directa de la original de 1999. Pasando a tener el título de Blair Witch

Y tras haberla visionado, me apena decir que hubiese sido mejor que la película siguiese siendo The Woods y se librase de todo aquello que la relaciona con El Proyecto de la Bruja de Blair, porque entonces, es imposible librarse de la sensación de decepción y proyecto fallido.




Aunque la película se vende como una secuela de El Proyecto de la Bruja de Blair (es cierto que incluso uno de los personajes de esta película es hermano de la protagonista de la película original), uno acaba sintiéndola como un remake o actualización de la película de Myrick y Sánchez. Lo que ya empieza a restar puntos a la película y limitar bastante el trabajo que Wingard pueda hacer en este film. Porque, a pesar de unas míseras novedades, el esquema argumental sigue siendo el mismo. Y lo que puede confundirse con un homenaje a la cinta original o una actualización de un clásico (vamos a ver, la original apenas llega a los veinte años), resulta ser un desganado refrito y una perversión de una gran historia de terror atada a los tropos y elementos del cine de terror más actual que han estancado tanto el género. 

Tras entrar por la puerta grande con su estupendo Home Invasion Tú Eres el Siguiente, seguir cosechando fans con The Guest y sus aportaciones a antologías como V/H/S y The ABC´s of the Death. Adam Wingard pone el piloto automático en la dirección de esta película. Pareciendo someterse a las decisiones del estudio y demás. Con más temor veo ahora sus futuros proyectos (la adaptación de Death Note para Netflix y el monstruoso crossover de Godzilla Vs Kong). Espero que recapacite y vuelva al interesante camino que lo marcaba como una de las nuevas y talentosas voces del género.

Como ya he dicho, la película se somete al estilo y narrativa del cine de terror comercial. Por lo que los sustos gratuitos (Jumpscares) estarán a la orden del día y se encadenan uno tras otro. Como si nos hubiésemos subido a un tren de la bruja (de Blair) que poco más tiene que ofrecer que esto. Olvidaos de volver a sentir lo que transmitía la película original. Lo que aquí prima es el vacío espectáculo de sustos fáciles y monstruos del que el género está ya saturado.




Blair Witch es consciente de en qué año está realizada. Y no se corta a la hora de añadir los últimos avances audiovisuales. Por los cuales los protagonistas de la película no solo tienen lo último en vídeo-cámaras, sino que hasta cargan con GoPro´s e incluso Drones. Cualquiera pensaría que con tanta cámara veremos más, pero para nada. Y es curioso comprobar como la original mostraba y transmitía más con ese par de rudimentarias cámaras (hay un agradable guiño a esto en la propia película) a diferencia de este despliegue audiovisual. 

Ni siquiera el personaje de James Allen McCune (Snitch), quien es el que tiene el vínculo con la protagonista de la cinta original, se aprovecha ni logra transmitir lo mínimo como para hacernos implicar con este grupo que se encontrará con un verdadero Infierno en el bosque de Black Hills. Se mantienen como el ya típico ejemplo de "grupo carnaza" de película de terror.




Aún con todo, la película hace gala de algunos aciertos al indagar en la mitología creada por Myrick y Sánchez (no tanto en cuando no se cortan un pelo al mostrar a la misma Bruja como en lo que la rodea). Es entonces cuando nos lamentamos aún más ante el resultado final. Pues queda claro que había material de sobra para lograr realizar una reseñable película. Pero por uno u otro motivo, se decidió no apostar de verdad por ella y dejarlo tan solo en el triste refrito y encubierto remake de la película original.

Habrá quien haya disfrutado de verdad con esta película. Sobre todo quien aún no haya visionado El Proyecto de la Bruja de Blair. Pero aquel que venía interesado por ver una continuación de esta, no va a poder evitar lamentarse por la oportunidad pérdida. Por el ver cómo esta historia se pervierte a todo lo que ha hecho ensombrecer tanto al género de terror hoy en día.




Lo Mejor: Los míseros aportes a la mitología del film original.

Lo Peor: Resulta ser un remake encubierto de la película original estando repleta de jumpscares y otros clichés del cine de terror comercial y actual.




1 comentarios:

Estoy de acuerdo de que parece más un remake (salvo alguna escena que encontré interesante como la de los muñecos "voodoo") que una continuación.
Gran crítica ^^

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