lunes, 15 de junio de 2015

Entrevista a Darío Vilas



"No creo que escribiera una juvenil, pero seguro que sí una distopía. Aunque sin que me lo proponga nadie. Tengo que proponérmelo yo, es mi única forma de funcionar bien."


Nos alegra dar por inaugurada esta nueva sección en Castle Rock Asylum dedicada a las entrevistas que realizaremos a todos aquellos autores que se atrevan a pasar por nuestra sala de vivisecciones. El primer valiente es el vigués Darío Vilas. Escritor de Instinto de Superviviente, Piezas Desequilibradas, coordinador de Fantasmagoria, Girando en Simetría, ganador del premio NOCTE con El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas, y coguionista junto a Juande Dios Garduño (Y pese a todo..., El arte sombrío) de un corto basado en uno de sus relatos de Imperfecta Simetría, y que está a punto de sacar a la luz su nuevo libro: El tiempo como enemigo

-Para empezar, háblanos un poco de ti, ¿quién es Darío Vilas?

- Mi abuelo. Mi padre. Un primo. Un jugador de fútbol del Vilalonga. Yo. Conmigo se acaba la saga familiar, eso sí, salvo que mi primo le quiera dar continuidad.

-¿Desde cuándo te dedicas a escribir? ¿Recuerdas qué fue lo primero que escribiste?

- Dedicarme igual es mucho decir. No soy un autor de mucha dedicación, más bien de ramalazos. Escribo cuando tengo ganas de hacerlo, no me obligo. Esto se traduce en que puedo estar seis meses o un año sin escribir y luego meterme de lleno dos o tres meses seguidos, sin parar hasta completar una novela. Si hablamos de tiempo efectivo de escritura, que otro tema son los procesos mentales. Esos no se detienen.
No recuerdo en absoluto lo primero que escribí. Seguramente mi nombre. Con la ficción empecé en el cole, creo que a los diez u once años, que fue cuando gané mis primeros certámenes escolares. De esos en los que al final intentaban venderle a tus padres la Larousse.

-¿A la hora de escribir sigues algún ritual o qué es lo que necesita Darío Vilas para ponerse a juntar palabras?

- Tener ganas, más que nada. Mi único ritual es que no puedo meterme en faena a machete. No puedo llegar a mi estudio, sentarme, encender el PC y arrancar sin más. Leo un rato, me pongo música o me quedo mirando al aire hasta que la cosa empieza a fluir. La música sí que tiene que estar siempre sonando, me acostumbré a ello cuando mi hijo era un enano escandaloso e imparable. La usaba para aislarme; ahora ya la uso como detonante.

-Hablanos de tus referentes, tanto en literatura como en cine.

- Referentes. Cada vez me gusta menos hablar de eso. No soy de piñón fijo, en cada época me gusta o disgusta algo distinto. Te digo lo que ha sobrevivido entre mis gustos con el paso del tiempo. Matheson, Bukowski, Baroja, Poe, Bradbury, Fante, Kundera, Carver, Bolaño o Dahl, en literatura. En cine es más difícil que señale a creadores, quizás Lynch sea de los pocos que aprecio por el conjunto de su trayectoria. El Medem de los 90 y primeros años del nuevo milenio, el Oliver Stone de hasta mediados de los 90, Mike Nichols a intervalos, Linklater cuando no hace animación, Víctor Erice si tengo el día, los slashers de los 80 o la saga Scream si estoy lúdico, la CiFi de los 50…

-Película y novela/relato que más te hayan marcado.

- Película, “Tierra” de Julio Medem. Novelas muchas. Voy a decir La senda del perdedor de Charles Bukowski, El árbol de la ciencia de Pío Baroja, Los detectives salvajes de Roberto Bolaño, y El último escalón de Matheson. Mañana, o dentro de un rato, quizás te daría otros cuatro títulos diferentes. En relato lo tengo más claro: el que me marcó para siempre fue “El corazón delator”, de Poe, que leí con siete años y no me pude quitar de la cabeza nunca. Creo que fue la primera vez que pensé que me gustaría hacer algo como lo que acababa de leer. No lo conseguí, por supuesto.

-¿Para escribir y leer qué prefieres: relato o novela?

- Me da lo mismo, lo que me apetezca en el momento.

-Eres un autor bastante personal, de hecho has creado un género (Realismo bizarro) con el que se pueden designar la mayor parte de tus obras.Si te propusiesen escribir, no sé, una distopía juvenil, ¿aceptarías?

- Lo del realismo bizarro (que significa realismovaliente, si nos atenemos a la definición de bizarro que viene en el diccionario RAE) fue una coña, si te soy sincero. Sonaba gracioso, lo comenté y acabó en una solapa y en media docena de titulares de prensa. Ese tipo de bromas que se salen de madre a lo tonto. Si observo en panorámica el conjunto de mi obra, no creo que pudiera englobarla dentro de un género o estilo, tiendo a cierto eclecticismo.
No creo que escribiera una juvenil, pero seguro que sí una distopía. Aunque sin que me lo proponga nadie. Tengo que proponérmelo yo, es mi única forma de funcionar bien.

-No solo te conformas con la literatura, estamos a la espera de poder ver MOM. Un cortometraje basado en uno de tus relatos en el que has estado muy implicado. ¿Hay un futuro para Darío Vilas en el séptimo arte?

- Tan implicado como que escribí el guión, con la colaboración de Juande Garduño y atendiendo a la visión que Ferrán Brooks tenía de mi relato. Me encantaría seguir vinculado al cine, desde luego, porque incluso me formé en ese campo, aunque nunca ejerciera (soy operador de cámara y dirigí un corto en Super-V). Pero es que es tanto o más precario que la literatura, así que depende de hasta qué punto me compense la dedicación que requiere. Y la motivación, eso por descontado.
Por otra parte, sí que sigo vinculado con el cine de manera indirecta, ya que habrá una película basada en la novela que saco a la venta este mismo mes (el día 22), El tiempo como enemigo. Y no hablo de que se vaya a estudiar la posibilidad o que fuera tanteada, sino de un contrato que está firmado, en el que se especifica que en un plazo máximo de cinco años habrá adaptación al cine de la novela. Si no sale adelante en ese tiempo, recupero los derechos. Pero estoy seguro de que saldrá, porque sé quién está detrás del proyecto.

-Hablando de la novela, vamos ahora con tu última publicación: El tiempo como enemigo. Tras haber escrito sobre islas corruptas, zombis, fantasmas, brujas lusas, absurdarios y gallinas viejas, ¿contra qué nos enfrentaremos esta vez?

- Diría que contra el autor curtido en todo eso, con varias lecciones aprendidas. Esa creo que es la mejor noticia, que en esta novela he pulido algunas cosas y he reincidido en otras que algunos lectores consideran defectos, pero yo no, porque son decisiones premeditadas (una decisión creativa jamás es un error. Puede gustar más o menos, pueden incluso odiarla, pero no es un fallo).
El tiempo como enemigo es una novela de misterio, esta vez no tengo ninguna duda sobre el género. Con pinceladas de terror, sí, pero no es lo que tiene más peso. Se trata de una novela dinámica, no tanto en el tempo como en su desarrollo, con varios elementos de misterio potentes que confluyen en un final que creo que pillará al lector a pierna cambiada. Un giro que no se verá venir. Eso espero, al menos. Lo que pasa es que hay un elemento fantástico, una especie de ente (aunque esto lo explicaré mucho más desarrollado en presentaciones de la novela), y esto provoca algunas situaciones un tanto inquietantes. No mucho, diría que es una novela para casi todas las edades, a partir de la adolescencia.
Personajes bien definidos, soledad, angustia, frustración… Un poco lo que dirían que son mis “lugares comunes” (abusan de esto un huevo, ¿verdad?). También está la bruja lusa, por cierto. Y siempre hay alguna nota absurda, a eso no renunciaré jamás.

-¿Cómo ha sido trabajar con Editorial Base?

- Diferente. Las experiencias con otras editoriales fueron buenas, regulares o malas. Muy buena en el caso de TyrannosaurusBooks, con quienes repetí y espero repetir en el futuro. Pero el tema es que más o menos trabajaban con sistemas similares, con mejores o peores resultados. Con Base el proceso me pareció distinto. La primera diferencia fue que ellos me buscaron a mí (suele ser así en Base, tienen bastante claro lo que quieren y van a por ello), hubo un editor al cargo de la colección concreta en que se publica la novela, que es la de Narrativa Hispánica, y siempre se volcó mucho, pero además hizo que me involucrara en todos los detalles. Y depositó mucha confianza en mí. Aunque confianza traía de la casa Tyrannosaurus, con Base me reafirmé. Creen de verdad en esta novela, que funciona y que debería gustar.

-¿En qué estás metido ahora? Porque quien te siga sabrá que no le haces ascos a nada. ¿Coordinarás una nueva antología? ¿Te preparas para un nuevo viaje a Simetría? ¿En Hollywood ya te han encargado que escribas el guión del último taquillazo de Tom Cruise o Johnny Depp? ¿O quizás por fin pondrás cierre a la trilogía Instinto Z?

- Coordinaré una nueva antología. Volveré a Simetría. No me han encargado guiones en Hollywood, pero sí uno para un cortometraje muy humilde, rodado por aquí. Y pondré cierre a la trilogía Instinto Z, aunque eso forma parte del mismo plan de volver a Simetría.

-Si Darío Vilas no fuese escritor, sería...

- Un tío con demasiado tiempo libre. Quizás lo dedicaría a hacer pan y galletas.

-¿Unas palabras para todo aquel aspirante a escritor que esté leyendo esto?

-Siempre digo lo mismo: no me veo en posición de aconsejar a nadie. Si  apenas sé defender lo mío, hombre. ¿Qué le podría decir a un aspirante a escritor como yo? Pues esto: ¿A qué juegas, colega? ¿Estás segura/o de que quieres esto? Si es así, adelante, pasa sin llamar que hay espacio para todos y el talento escasea.

-Por último, queremos saber y conocer tu opinión sobre la última película que has visto, la novela que has leído y disco o tema musical que hayas escuchado.

- La última película fue “Jupiter Ascending”, que me pareció aburrida y enrevesadamente estúpida (sí, soy consciente de lo contradictorio que puede sonar, pero es así). El último libro, Cosas que decidir mientras se hace la cena, del que podéis leer mi reseña en http://gallinasviejas.jimdo.com (adelanto que me gustó) y discos escucho muchos a diario. Estoy con el nuevo de Xoel López, “Paramales”, y a vueltas con la discografía entera de Nick Cave, buceando en su etapa con The Birthday Party y sus idas de olla como Grinderman.

-Pues nada, gracias por inaugurar esta sección de entrevistas de Castle Rock Asylum donde siempre serás bienvenido. Desde aquí deseamos que El Tiempo Como Enemigo sea todo un éxito, al igual que tus futuros proyectos. Saludos y un abrazo.

- Gracias a vosotros por darme voz. Espero que la novela os guste. Estoy seguro de que os gustará, qué demonios. Leedla.




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