viernes, 3 de enero de 2020

Entrevista a Juan Antonio Oliva Ostos, escritor

En los pasillos de Castle Rock nos hemos encontrado con un nuevo inquilino que se ha perdido entre nuestros dominios: el escritor Juan Antonio Oliva Ostos.

Primero de todo, bienvenido al manicomio.

Dinos, ¿desde cuándo sabes que quieres dedicarte al mundo de la literatura?

Lo primero, gracias infinitas a Castle Rock por una nueva entrevista.
Respondiéndoos, diría que desde hace años. Aunque, en realidad, lo que me gusta es escribir. Sabemos lo complicado que es dedicarse a este mundo al cien por cien. De hecho, se nos suele decir a quienes juntamos letras que mejor tener un trabajo que pague facturas. Si me preguntas, te diré que lo que me hace sentir satisfecho y feliz ha sido encontrar personas que me estén dando oportunidades, que apuesten por mis historias sea a través de concursos, antologías, revistas, editando novelas o en entrevistas como es el caso. Y las nuevas amistades que me ha proporcionado este mundo. Los escritos, como las películas o la música, pasarán, la gente que merece la pena no. De igual modo,la existencia de esos Lectores que buscan leerme, hayan llegado hasta mis palabras por el camino que sea, es un auténtico premio.

Has escrito relatos en varias antologías. ¿De cuál de ellos te sientes más orgulloso?

La mayoría de esas antologías han sido el resultado de convocatorias literarias. Sin embargo y sin dudas, con El Juego de los Escarabajos, relato que me otorgó mi primer premio en uno de los concursos organizados por Triskel Ediciones, cuya antología resultante se llama: Premio Interius. Se trata de un relato claustrofóbico en el que se narra un juego un tanto macabro. Con él comenzaron cosas increíbles que no dejo de disfrutar. El relato también forma parte de una entrevista que hace tiempo me realizó mi amiga Elaine Vilar Madruga para su web Cubaliteraria.com.

Las Guerras Infinitas (Cazador de Ratas) es un relato que podemos encontrar en solitario. ¿Te sientes cómodo con este tipo de narraciones?

¡Me fascina escribir relatos! Son enormes ejercicios de contención a la par que te debes devanar los sesos para narrar algo coherente y con sentido. Las Guerras Infinitas, lo primero que lleva mi nombre en solitario, es uno de mis favoritos. Le tengo cariño debido a que muchas personas me han descubierto gracias a la lectura de ese homenaje distópico y steampunk que es la historia del bioingenio Ray, su protagonista, donde la inmortalidad no es ningún regalo.En él hablo de Genética, Transhumanismo…, y la Muerte ha dejado de considerarse una enfermedad.
Mira si me siento cómodo, que me gusta probarme en concursos. Las distintas Bases suelen ser un desafío de tiempo, espacio e incluso normas a cumplir, con lo que te obligas a tener objetivos para evitar la procrastinación. Soy partidario de que si no obtienes ninguna selección, no te desanimes, ¡guardarlos!Tal vez en otra ocasión puedas reciclarlos. Yo lo hago. El trabajo está realizado, dale una oportunidad, date oportunidades. No es el fin del mundo por no estar en tal o cual antología o ganar o no… Disfruta con lo que escribes y no dejes de hacerlo; primero creamos historias para nosotros.

Durmientes (Dilatando Mentes) es tu primera novela. ¿Te resultó difícil pasar del relato a una narración más larga?

Lo cierto es que no, voy alternando. Hay obras largas guardadas en los cajones que es más que posible que se queden ahí. Lo que sí me resultó difícil fue deshacerme de una amalgama de vicios a la hora de escribir. Alguno sigue cerca y debo controlarlo durante los borradores. Siempre comento que Durmientes es la primera novela bien escrita. Dirás: «¿Por qué?». Pues fue mi proyecto en la Escuela de Escritura del Ateneo Barcelonés y aprendí a mejorar mi narrativa con sus distintos cursos.Lo único que tienen las novelas es que requieren más tiempo, y sabemos que éste se vende caro.




En ella nos encontramos una historia ucrónica que mezcla la ciencia ficción con el nazismo. ¿Cómo se te ocurrió la idea?

Me encanta la Historia y, del mismo modo, las posibilidades de los hechos conocidos, los: “Y sí…”. Tenemos cientos de libros, series, películas, videojuegos, documentales que apuestan por ese tema. Súmale que me gusta Philip K Dick. Me leí por tercera vez El Hombre en el Castillo para preparar la novela junto a Patria, de Richard Harris. Luego, añádele al sinónimo del Diablo en la Tierra: los Nazis, para tener a los malos, malísimos de una parte de mi historia que es un claro homenaje a esas ucronías.
A pesar de todo, sabía que no quería construir la misma historia alternativa en que los nazis han ganado la Segunda Guerra Mundial. Es entonces cuando rescato a Malva de una serie de relatos y de algo más largo e inacabado. Así se coló entre las páginas el tema de los mundos paralelos y el toque de ciencia ficción con el sistema imaginado para los saltos interdimensionales. Aderecé el conjunto con el Conflicto de Lealtades, que es de lo que va la novela. De este modo, Malva, igual que el Odinthal creado para el resto de su raza: los Águilas,eran ideales para esa revisión de la mitología nórdica que vemos tanto en el ideario de los Durmientes―o pilotos de hipersueño―como en su militarizado entorno. Influyó, de la misma manera, que durante el primer curso en el Ateneo cayese en mi poder la novela: Refugio del Viento, escrita a cuatro manos por George R.R. Martin y Lisa Tuttle. El juego de cartas de rol Magic el Encuentro y la predilección por un tipo de sus criaturas: los ángeles, con el mítico Ángel de Serra a la cabeza, también dejó su granito de arena.

En tus obras te sueles mover entre el terror, la fantasía y la ciencia ficción. ¿Con cuál de estos géneros te sientes más cómodo?

Me fascina la Ciencia Ficción, pero como me considero autor híbrido no puedo evitar mezclar Géneros. Durmientes, como ejemplo, contiene ciencia ficción, fantasía, ucronía y mundos paralelos.

¿Qué escritores han influenciado tus trabajos?

Me gusta leer de todo, y no solo de Género. Así que hay muchos, y muchas. Y tanto son extranjeros (traducidos), como nacionales. Tampoco me supone un problema leer consagrados como noveles, publicados o autopublicados. Hoy día los autores tenemos múltiples referencias, incluso multimedia y forman parte de la escritura y la voz de cada uno.

Pregunta obligada: ¿Nos podrías decir qué novela y/o película te ha dado más miedo?

En libro Insomnia, de Stephen King. En película La profecía, aunque mucha gente la recuerda por el nombre del niño: Damien, la cual se estrenó, como curiosidad, en el año en que nací: 1976. Miedito…

En tus redes sociales hemos podido ver que en breve tendremos una nueva novela tuya: Neopiel, que también editará Cazador de Ratas. ¿Nos podrías hablar un poco sobre ella?

Pues es difícil sin spoilear/destripar…
No es Ciencia Ficción, pero casi. Es, tal vez, Fantasía Oscura, pero quizás no. Tiene, aquí y allí, gotas de Terror y Gore. Quizás, también, se pueda encontrar una mezcolanza entre género Z y Vampírico… Incluso, hay elementos provenientes del Manga-Anime.
Neopiel es una loca hibridación en donde los vestidos a medida, de forma inquietante, tienen una confección especial; un regalo de consecuencias impredecibles; una crítica a la cultura de la belleza.
Además, hay mucha sangre…

Y por último, ¿ya tienes en mente nuevas historias con las que sorprendernos?

¡Hasta yo me sorprendo!
Tengo el honor de participar en el proyecto Hijos de la Fundación, que coordina José Rodríguez Montejano, subdirector de la revista Círculo de Lovecraft, y que homenajeará a Asimov en una antología que estoy deseando que vea la luz y que cuenta con un relato mío, el cual me ha llevado a reencontrarme con la literatura de género clásica. Está prevista para el próximo año, centenario del nacimiento del Maestro. Y solo por la ilusión y el entusiasmo contagioso de José, merece la pena.
Con todo, no hay día en que no tenga algo en la imaginación y que mi mente lo visualice como fotogramas de película. Unas veces son ángeles mecanizados luchando contra androides. Otras, dragones y vampiros en estadios de combate sobre océanos de fuego. Los hay en que veo danzar a hordas de zombis asaltando murallas repletas de cañones y metralletas robotizadas. Así, un día tras otro. A veces, suelo proyectar cosas bucólicas, como naves estelares posadas sobre campos de amapolas bajo lluvias de estrellas provocadas por batallas estelares más allá de Orión…

Muchísimas gracias por visitarnos, esperamos que hayas disfrutado de la visita y que ninguno de nuestros internos trate de comerte a la salida.

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