Aunque parezca mentira a estas alturas y con lo mucho que me gusta el terror, aun no había visto la serie Buffy, cazavampiros. Sí que he visto mil veces la película (y recuerdo que Luke Perry me tenía loca) y de niña quería ser ella, quería ponerme un bonito vestido blanco con una cazadora negra de cuero, y que cuando acabase la noche y con ella los vampiros, estuviese tan hecho polvo como yo. Dejando a un lado mis sueños infantiles, al final he empezado a ver la serie gracias a mi maridín, y hoy vengo a contaros mi experiencia con la primera temporada.
La elección de los actores me gusta, sobre todo por Sarah Michelle Gellar y Alyson Hannigan, siendo esta última mi personaje favorito de la serie. En ella interpreta a Willow, la típica chica guapa, molona e inteligente que está relegada a un segundo plano, convirtiéndose en la marginada y antisocial de la película y, por consecuente, en una amiga que me hubiese encantado tener. Eso mismo parece que piensa Buffy, pues nada más llegar al nuevo instituto tras su mudanza, se convierte en la mejor amiga de Willow y de Xander, el otro marginado de turno. Los tres se pasan la vida en uno de mis sitios favoritos, la biblioteca, pues el profesor encargado de ella tiene muchas cosas que enseñarles...
Como todos sabéis ya a estas alturas, Buffy es la elegida, la cazadora de vampiros. Sus dos amigos y el profesor no tienen ningún poder, excepto el de estar ahí para ayudarla en todo lo que sea humanamente posible. Durante los doce capítulos de esta primera temporada, juntos se enfrentarán a brujas, mujeres invisibles, demonios, vampiros o fantasmas. No, en su pueblo no se aburren...
Por si esto fuese poco, tenemos un romance sobrenatural entre Buffy y Angel, que es un vampiro. En lo último que está pensando la chica es en clavarle la estaca, aunque si es al contrario no pone muchas pegas.
Teniendo en cuenta que esta serie comenzó hace nada más y nada menos que veinte años, es verdad que a veces parece que estás metida en una máquina del tiempo, pues es una especie de Cuéntame del género. Aun así me ha encantado, es divertida, entretenida y adictiva, y tiene un montón de ingredientes que hacen que su visionado valga la pena.
Lo mejor: El capítulo de las hienas. Willow.
Lo peor: Darte cuenta de que todos hemos pasado por la edad del pavo.
3 comentarios:
Es imposible no emocionarme al recordar Buffy Cazavampiros, una serie a la que le debo tanto como fan del terror. Nunca es tarde para descubrir grandes series y espero que en verdad disfrutes de ella.
Una de mis series favoritas de todos los tiempos y a la que guardo gran cariño. Nunca es tarde para descubrirla. Espero que la sigas disfrutando 😊
Y eso que la primera temporada tiene momentos muy flojos y una resolución de temporada bastante cuestionable, pero jolín, a partir de la segunda temporada mejora tantísimo, hasta llegar a esa más que flojilla séptima que supuso el final... Madre mía, por algo es mi serie preferida, junto a Farscape.
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