Servidor lleva bastantes años dejando olvidado el género fantástico en la literatura. Quizás fuera debido a que la mayoría de libros que consumía de esta temática eran de corte juvenil. Donde los argumentos, personajes y sagas llegaban a repetirse hasta la saciedad con nimias variaciones. Aunque tampoco podía cambiar mucho de opinión con las lecturas más adultas.
Pero por lo visto, esto está cambiando desde hace poco gracias a unos cuantos autores de nueva añada que están cambiando las reglas y asentando las bases de nuevas formas de afrontar el género. Y entre todos ellos el que está sonando con gran fuerza es Brandon Sanderson. Nacido en Nebraska y cuya producción literaria comenzó (oficialmente) en 2005 y que parece que no se detendrá en mucho tiempo (solo echen un ojo a cierto contador en su página web). No por nada, el autor está creando todo un Multiverso literario llamado Cosmere donde la mayor parte de sus obras pertenecen.
Mi primer contacto con Brandon Sanderson fue precisamente con su primera novela publicada: Elantris. Donde queda claro todo lo que hace grande y característico a este escritor. Al terminarla mi vista no puedo evitar centrarse en la aclamada trilogía de Nacidos de la Bruma. Pero un amigo me invitó a adentrarme a ese universo de una forma menos convencional: con la lectura que reseño en esta ocasión.
Aleación de Ley se sitúa trescientos años después de todo lo narrado en la trilogía original. El mundo de Nacidos de la Bruma ha dado paso a una "Revolución Industrial" en la que la electricidad, ferrocarriles y hasta los tónicos crecepelos lo han cambiado todo... Menos, claro está, el uso de la Alomancia (si alguien la ha visto, toda esta situación se asemeja bastante a lo que podemos ver en la serie animada La Leyenda de Korra).
Por lo tanto estamos ante una novela ambientada en el universo de Nacidos de la Bruma que bien no tendría que considerarse una secuela directa de la trilogía original y que viene con un gran cambio de aires respecto a lo mostrado anteriormente por Sanderson. Por lo cual resulta una lectura, cuanto menos, interesante tanto para los veteranos como los que aún se estén pensando si adentrarse en este mundo o no (como ha sido el caso de un servidor).
La novela tiene como absoluto protagonista a Waxillium Ladrian. Un veterano agente de la ley en las duras tierras conocidas como Los Áridos que vuelve a la Ciudad para aceptar su puesto en la nobleza del lugar. Aunque no tardará mucho en volver a hacer lo que mejor se le da.
El personaje de Waxillium (Wax para los amigos) es estupendo. Un noble que ha dedicado la mayor parte de su vida al servicio de la ley en unas tierras salvajes y que tiene que tratar de habituarse a las costumbres y normas de la alta sociedad. Por no hablar de las estupendas habilidades que posee y el dominio en distintas armas, estilos de lucha y dotes detectivescas (todo parecido con Batman es pura coincidencia). Pero es que ademas, Sanderson le añade un fuerte componente psicológico al personaje en el brutal prólogo. Haciéndonos cómplices y encariñándonos aún más de Wax.
Le acompañará Wayne. Un personaje que hace desbordar la vía cómica de Brandon Sanderson pero que demuestra ser un gran personaje de apoyo para el protagonista. La relación con Wax se siente bastante orgánica y se basa en continuos tomas y dacas que el lector agradece.
El grupo protagonista se complementa con lady Marasi. Una joven que se embarca en la aventura con los dos agentes de la ley y que, a pesar de estar bastante limitada por el marco histórico en el que parece basarse el autor para construir esta capital (de lo más victoriana), logra ser otro gran personaje lleno de virtudes y aciertos (ya en Elantris, Sanderson demostraba buena mano también en la creación de personajes del sexo opuesto).
El resto de personajes cumplen. Al villano le falta más empaque. Aunque como amenaza física aprueba (además de que al ligarlo al pasado de Wax hace destacarlo un poquito más).
La amenaza no es gran cosa. Pero acaba haciendo que la novela logre conseguir ese aura western y pulp de folletín que creo que Sanderson quería impregnar en Aleación de Ley. Aunque creo que habría sido mejor haber mantenido la acción en los Áridos. Al trasladar al personaje a la ciudad, estos enemigos parecen chocar bastante (sobre todo cuando descubramos la verdadera amenaza en lo sombra).
Si algo hace destacar a esta historia eso es la Alomancia. Una habilidad por la cual una persona consigue extraordinarios poderes y habilidades al quemar diferentes tipos de metales (al final de la novela se dedican unas páginas a aclarar mejor esto). Esto ayuda a que las escenas de acción sean tan espectaculares y de estilo tan cinematográfico como las mejores películas de acción que podamos encontrarnos en cartelera. Algo que, aunado a la trama y ritmo ligeros, hace que la lectura de Aleación de Ley sea muy recomendable y divertida.
Está claro que quien no haya leído los tres libros anteriores sentirá muy ajenos todas esas referencias, cierta grandilocuente aparición en las últimas páginas y le costará aceptar y entender todas esas extraordinarias habilidades que utilizan los personajes. Pero esto no dificulta la lectura. Aunque, OJO; que al parecer esto cambia en la secuela de esta novela, Sombras de Identidad, por lo que ahora sí que tendremos que leer la trilogía original. Por mi parte, yo estaré encantado de leer más de la estupenda obra de Brandon Sanderson.
2 comentarios:
Este tipo de libros no son para mí, pero seguro que a mi novio le gustan.
Un beso :)
Pinta muy bien, me lo apunto :) Genial reseña y acercamiento a Sanderson^^
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