Siempre he dicho que me dan más miedo las iglesias que los cementerios, pero si hay algo que tienen en común y que me aterroriza, son las cruces. Por eso me he ido hoy hasta Lituania, a visitar La colina de las Cruces. La última vez que las contaron, en el año 2006, había unas 400.000. Imaginaos las que habrá ahora, pues los creyentes no paran de visitar el lugar para dejar la suya. Hay cruces de todos los tamaños, de hierro, de madera... y, por si esto fuera poco, también han ido acompañándolas de efigies de santos y vírgenes. Vamos, un lugar que para los creyentes será el cielo, pero que para mí no es más que un pasillo por el Infierno.
No se conoce el motivo porque el que se empezaron a dejar cruces ahí, aunque el sitio sí que tiene una leyenda. Esta cuenta que, antes de que Lituania fuera cristianizada, esta colina era un lugar de culto pagano. Así que, cuando se instaló esta religión, quisieron acabar con todo "mal" que existiese allí. A la vista esta que no lo consiguieron.
Han intentado destruir este lugar en cuatro ocasiones, pero los creyentes comienzan de nuevo a llevar sus cruces y, hasta el día de hoy, han dejado por imposible las labores de limpieza. Unos lo llaman cristianismo, yo lo llamo diógenes.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Colina_de_las_Cruces
2 comentarios:
Genial entrada! Un lugar que debe de aterrar sólo de verlo de lejos :)
Yo lo llamaría "Diosgenes". Chiste tonto, lo sé, pero no he podido evitarlo.
Publicar un comentario