Nunca le digo que no a una película de terror, y menos si tiene una premisa como esta, donde una aplicación móvil te dice exactamente cuánto te queda de vida. Eso le pasa a nuestra protagonista, Quinn, que al descargarla y acceder a ella, ve que le restan apenas tres días. Al principio se lo tomará a broma, hasta que descubre que un paciente suyo ha muerto exactamente al llegar a cero la cuenta atrás, al igual que la novia de este. A partir de ahí, intentará burlar a la muerte para sobrevivir a Countdown.
Puede que penséis que es una especie de Destino Final, y bien podría decirse que sí, pero a la moderna, con la tecnología por bandera. Si tratas de engañar a la muerte, esta te persigue y, no lo dudes, te encuentra. Ya sea con la apariencia de la propia Parca, o de un demonio que se toma la libertad de acercarte a ella.
La verdad es que es una cinta que, aunque no cuenta nada realmente nuevo ni sorprendente, es muy entretenida y se pasa en un suspiro. No solo es que sepan cuándo van a morir, sino que durante la cuenta atrás se verán acosados por terroríficas alucinaciones. Además, y aunque no lo parezca, tiene un par de personajes con un humor muy particular, por lo que también resulta bastante divertida.
También es cierto que tiene personajes de estos que parece que lo hacen todo a cámara lenta, y eso pone de los nervios, sobre todo porque aquí vamos con la cuenta atrás. En fin, no hay película de miedo de este estilo que no peque de eso... En el elenco tenemos, por cierto, al padre de los Cullen, que de verdad tiene que ser un vampiro, porque no ha envejecido nada.
En definitiva, una película de terror que no tiene nada excesivamente novedoso (salvo que está modernizada), pero que os hará pasar una hora y media muy entretenida.
Lo mejor: el humor. Algún que otro susto inesperado.
Lo peor: nada demasiado novedoso.