
By Simpleinsomnia
Allí estaba ella. Podía escuchar sus golpes a través de la puerta. No recordaba cuánto tiempo llevaba en ese lugar. ¿Semanas? ¿Meses, quizá? Sólo veía los desperdicios de comida y bebida que había consumido esparcidos por todo el suelo. Al fondo, un cubo que usaba de inodoro improvisado. Se miró en un trozo de cristal: tenía una poblada barba y su cabello era una maraña oscura, mugrienta. Cogió una fotografía de un bolsillo;...