Tengo absolutamente todos los pelos de punta mientras escribo esto. Soy una persona muy, muy asquerosa respecto a lo que a bichos se refiere, por lo que el lugar que visitamos hoy me tiene medio desquiciada. La mochila del terror me lleva hoy a Tokio, concretamente al interior del Museo Parasitológico Meguro.
Este sitio es realmente espeluznante, pues expone todo tipo de parásitos VIVOS en botes de cristal. Estos parásitos son todos los que pueden habitar dentro de un cuerpo humano o animal, por lo que ver ahí, moviéndose, algo que podríamos llevar dentro, es realmente horripilante.
Es el único espacio del mundo dedicado a los parásitos (no me extraña, ¿por qué será?) y contiene más de 300 especies. Además, podemos encontrarlos en todas sus fases, desde que son simples huevos, pasando por lombrices, garrapatas e, incluso, animales como peces, enteros, afectados por algún tipo de ellos.
Por si esto, hasta ahora, no os había dado repelús, dejadme hablaros sobre la joya de la corona: una lombriz conservada en formol de casi nueve metros de longitud. ¡Es que me muero, vaya!
Se fundó en 1953, pero solo desde hace unos años se hizo conocido y cada vez son más los turistas que le hacen una visita porque, además, la entrada es totalmente gratuita. Si no sois aprensivos tenéis, incluso, la "tienda del museo", en la que podéis comprar alguno de estos botecitos para ponerlo en vuestra cocina (como tengáis la cabeza cada uno es vuestro problema), o todo tipo de libros sobre parásitos.
Como veis, los museos no son solo arte, sino también horror y repugnancia. Os dejo, que me está picando ya todo el cuerpo.
1 comentarios:
Interesante lugar, aunque creo que si algún día me pierdo por Japón, no será de los sitios a los que le haga una visita xDDD
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