Hoy toca hacer un poco de Dark Tourism, por lo que mi mochila y yo nos vamos hasta (lo que queda de) Atolón Bikini, un archipiélago del Pacífico perteneciente a las Islas Marshall. ¿Qué tiene de tenebroso, os preguntaréis? Pues que después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos lo utilizaron como zona de prueba de bombas nucleares y lo exterminaron. Todos sus habitantes tuvieron que irse con lo puesto, con la promesa de que más tarde podrían volver a su hogar. Hoy, 60 años después, sigue siendo imposible hacerlo a causa de la radiación. Bravo, Estados Unidos, bravo.
A pesar de ello, varias veces les dijeron que ya podían volver, y cuando lo hacían, caían enfermos y tenían que volver a ser evacuados. Nódulos en el tiroides fue lo más leve que padecieron. Las aguas que rodean el archipiélago podrían considerarse un pequeño cementerio de barcos, pues allí reposan, entre otros, el portaaviones HIJMS Nagato, desde el cual se dio la orden de atacar a Pearl Harbour.
Para sorpresa de algunos expertos que han ido recientemente a la isla, vuelve a haber vida en ella, sobre todo en el fondo del mar, donde multitud de peces y corales conviven en armonía, sin ser conscientes del horror que habita en la Tierra.
En el año 2010 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sobre todo para que nunca olvidemos la capacidad que tenemos de destruir nuestro propio hogar.
1 comentarios:
¡Vaya tela! Interesantísima entrada, muchas gracias por llevarnos a tantos lugares desconocidos ;)
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