Servidor no puede evitar disfrutar de la excelente carrera literaria de su paisano, Darío Vilas. Quien, desde que se asomó al mundillo de los juntaletras con sus primeras antologías y su particular aporte al Boom del Género Z patrio, no ha dejado de sorprender a cualquiera que se atreva a empezar cualquiera de sus obras. Las cuales han ido tocando diferentes temas y géneros. Eso sí, siempre desde la misma óptica y particular estilo literario del vigués.
Es así como la novela que nos ocupa en esta ocasión supone el salto (sin miedo) del autor al drama histórico. Por supuesto, arañando a nuestro convulso pasado para sacar a flote una historia narrada en tres tiempos pero que comparten un mismo hilo conductor en este emocional viaje por la familia y entorno de su protagonista: Ana. Una mujer que recibirá dos llamadas que le harán replantearse tanto su pasado, presente y futuro.
Aunque sea la obra más formal del autor, este no sacrifica su avezado estilo que tanto éxito le ha granjeado. Y sale bastante airoso en su entremezcla de géneros como son el drama, la novela histórica y costumbrismo sucio.
Se nota la labor de documentación a la hora de afrontar esta historia aunque la mayor parte de sus localizaciones sean ficticias al igual que sus personajes (aunque en la nota final el autor juegue al despiste al cuestionarse la veracidad de lo que ha escrito). Es así como nos logra trasladar a la perfección a las diferentes y oscuras etapas de nuestro pasado reciente: La Guerra Civil (asfixiante esa parte en Belchite), el período de Posguerra y la Transición.
El terror ha llevado lejos a Darío. Y, por supuesto, en Babujal no iba a sacrificar su gran don para meternos el miedo en el cuerpo. Aunque, ya aviso, quizás no es el que esperes. Pues el demonio que da título a la novela quizás no tenga esa entidad sobrenatural que uno puede pensar en un inicio. Pero por la contra sea algo más aterrador al ser algo que se encuentra en nuestro interior, y que es mejor mantenerlo encerrado...
Por lo visto el autor se ha marcado un curioso easter egg con esta novela. Pues ha dejado que su compañero juntaletras Javier Pellicer escribiese un capítulo. Y la verdad es que ha cumplido con su cometido, pues, al menos para mí, se ha camuflado a la perfección. Por supuesto que tengo mis teorías, pero prefiero callármelas hasta que se de otra de mis charlas con el autor en su librería Librinde. No sé si el objetivo era por parte de Darío de asemejarse al estilo de Pellicer o al revés. Pero muy bien hecho en cualquiera de los dos casos.
Sin duda, Babujal es una historia que pedía a gritos ser narrada. No por nada tuvimos como gustoso preámbulo ese guiño en El Tiempo Como Enemigo. Una novela que sigue consagrando al vigués como una de las mejores plumas de nuestro país.
Espero que esta reseña anime a descubrir esta novela que prepara una nueva y esperada reedición tras su triste historia con Stella Maris.
1 comentarios:
La verdad es que esta novela pinta muy bien. Apuntada queda. Genial reseña, Rubén :)
Publicar un comentario