lunes, 15 de mayo de 2017

La Sala Común: Outcast T.1



Luces entre las sombras.

Kyle Barnes es un joven que se ha visto afectado por posesiones demoníacas toda su vida. Ahora, con la ayuda del reverendo Anderson, un predicador con sus propios demonios personales, Kyle se embarca en un viaje para encontrar respuestas para conseguir tener una vida normal. Pero lo que Kyle descubre podría cambiar su destino (y el destino del mundo) para siempre.

Con esta premisa se nos presenta Outcast, serie basada en el cómic homónimo de Robert Kirkman (creador The Walking Dead) y que tenía muchas ganas de ver.

El primer capítulo fue una gozada. Descubrimos a un niño poseído por un demonio (magnífica interpretación de Gabriel Bateman, al que también vimos en Nunca Apagues la Luz) y conocemos a Kyle Barnes (Patrick Fugit), un hombre al que desde niño le han perseguido los demonios y que parece tener poder sobre ellos, y al reverendo Anderson (Philip Glenister), un cura con mucho que esconder.


A medida que avanza la serie, vamos descubriendo a cuentagotas el porqué los demonios rondan siempre al bueno de Kyle, su oscuro pasado y que puede que su pequeño y aparentemente tranquilo pueblo no sea lo que parece.

La verdad es que la idea me ha encantado. Ese mundo donde los humanos y demonios conviven de alguna forma, incluso en equilibrio en algunos casos, y en el que todo el mundo tiene algo que ocultar.

También me gustó la forma en la que trata el tema demoníaco y de los exorcismos, muy poco ortodoxos, y siendo los demonios más una especie de parásitos que espíritus que poseen los cuerpos de los humanos.

Los personajes están muy bien perfilados. Kyle Barnes me encanta. Tanto la interpretación como su historia. Llegas a empatizar con él y, a pesar de que a veces te puedas llegar a enfadar sus decisiones, entiendes el motivo de ellas. El reverendo Anderson es otro cantar. Es alguien que podría parece que hace las cosas de modo altruista, pero es más egoísta de lo que parece, y a pesar de que en algunos momentos ayuda a Kyle, en muchas ocasiones es por su propio interés. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona su personaje en la segunda temporada.
Y por último, mencionar a Sidney (Brent Spiner), al que todo augura será un gran villano y que me recuerda a Flagg de Apocalipsis de King. Habrá que seguirlo muy de cerca.


Lo qué sí he encontrado que es muy irregular. La trama empezó de maravilla y se fue desinflando capítulo a capítulo. Tiene momentos muy buenos, pero la narración se hace a veces demasiado lenta.

El capítulo final, abierto debido a la segunda temporada, está interesante, pero sigue faltándole ese toque oscuro y escalofriante que nos brindó el principio de la serie. Y debo decir que el título de ese episodio es un spoiler con patas.

A pesar de sus altibajos, Outcast me ha parecido muy entretenida, con buenos momentos, en ocasiones incluso aterradores, pero a la que le falta, al igual que la otra creación de Kirkman, algo de ritmo para acabar de engancharme.
Aún con esto, tengo muchas ganas de empezar a degustar la segunda temporada, actualmente en emisión en Fox España.

¿Y tú? ¿Quieres conocer al paria?


2 comentarios:

A mi me pasó lo que dices, que se me hizo lenta, así que la dejé en el tercer capítulo.

Un beso ^^

Es que es algo lenta pero, al menos para mí, merece la pena el visionado, así que te la recomiendo en esas épocas en las que uno no sabe qué ver ;)

Un besazo! ^^

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