"No te levantas un día, te preparas unas
tostadas, un café y proclamas al mundo ‘¡A partir de hoy voy a ser escritor!’.
Creo que escribir es una necesidad que surge de la pasión por la lectura, el querer
contar esas historias que te gustaría que alguien escribiera para poderlas leer
tú."
Volvemos
a abrir las puertas a la sala de vivisecciones a otro autor que acaba de sacar
a la calle una nueva obra. Hoy sabremos quién es Pau Varela y El Eterno Retorno:
-Para
empezar háblanos un poco de ti.
-Pues me llamo Pau Varela, soy
licenciado en Filología inglesa y tengo un máster en estudios culturales. Desde
muy pequeño me apasionaba leer ciencia ficción y fantasía. Siempre me ha
gustado escribir e inventar historias, pero me lo empecé a tomar un poco en
serio después de hacer un curso de escritura de guion cinematográfico estando
en Melbourne de estudiante de intercambio. Allí adquirí el gusanillo por narrar
y aprendí a cómo estructurar una historia, y desde entonces he publicado varios
relatos en fanzines y antología, y dos novelas, Pandora Despierta y El Eterno
Retorno.
-¿En
qué momento decidiste a dedicarte a escribir?
-No creo que sea una decisión tomada en
un momento concreto, no te levantas un día, te preparas unas tostadas, un café
y proclamas al mundo ‘¡A partir de hoy voy a ser escritor!’. Creo que escribir
es una necesidad que surge de la pasión por la lectura, el querer contar esas
historias que te gustaría que alguien escribiera para poderlas leer tú. Lo que
sí requiere de una decisión consciente es aceptar que tienes que dedicarle
horas a la escritura si quieres hacerlo bien, ya sea para escribir un relato o
una novela, no es algo que se pueda hacer en dos tardes. Requiere de
constancia, tienes que ser exigente contigo mismo, intentar mejorar con cada
texto que terminas —¡Es imprescindible acabar lo que empiezas!— y sobre todo
apasionarte con lo que haces. Si tú mismo no te lo pasas bien escribiendo, el
lector no se lo pasará bien leyendo.
-¿Tienes
alguna manía o habito especial a la hora de escribir?
-Utilizo mucho la música para entrar en
la historia. Por ejemplo, mientras escribía El
Eterno Retorno escuchaba a menudo a grupos como M83, Daft Punk, MGMT,
Lovett… canciones que me transmitían sensaciones similares a las que yo quería
expresar en la narración. La música te puede ayudar a desconectar del día a día
y centrarte en la historia que quieres contar, como una especie de cámara de
descompresión.
A parte de eso, simplemente me siento a
escribir y me dejo llevar. Se dice que hay dos tipos de escritores; los que
planifican los textos al detalle antes de sentarse a escribir — hacen esquemas
de los capítulos, biografías de los personajes etc…— y los que se lanzan a ello
sin más con una impresión de lo que buscan, pero sin un mapa por el que
guiarse. Yo he intentado hacerme esquemas y esas cosas, pero he descubierto que
le quita toda la gracia a la escritura para mí. Necesito ir descubriendo a los
personajes y la trama a medida que avanzo con ellos.
-¿Cuáles
son las referencias de Pau Varela a la hora de escribir?
-Cualquier cosa puede servirte de
referencia. Por supuesto autores que te gustan y te inspiran. A mí personalmente
me encanta la obra de autores como Peter F. Hamilton, John Scalzi, China
Mieville, Frank Herbert, James S.A. Corey, Pierce Brown… todos ellos son
capaces de narrar historias que no solo me llenan como lector, sino que también
me hacen querer ser mejor escritor. Así mismo puedes encontrar referentes en
otros lugares, leyendo un artículo sobre un tema que capta tu atención, viendo
una película que sorprende o una serie de televisión a la que te vuelves
irremediablemente adicto, jugando a un videojuego que logra que te sumerjas en
un universo desconocido… Creo que es importante siempre mantener una mente
abierta, ya que en cualquier lugar puedes encontrar la inspiración para
escribir o la semilla de esa idea genial.
-Tus
dos novelas (sin contar tu trabajo en Sueños
de Acero Fundido) han sido autoeditadas. ¿Qué ventajas encuentras en esta
práctica cada vez más usada por aspirantes a escritor? ¿Y las desventajas?
-La principal ventaja es la libertad que
te da como autor. Por ejemplo, mucha gente dice que la ciencia ficción en
España no vende, que no tiene público, y menos subgéneros de la misma como la
ópera espacial. También hay muchas editoriales que no te publicarán una novela
que exceda una determinada extensión, y resulta todavía más difícil vender una
primera parte de una trilogía o de una saga. Todas estas necesidades no
responden al capricho de los editores ni mucho menos, el mercado editorial
marca unas reglas de las que hay que ser muy consciente.
Pues bien, El Eterno Retorno es una novela de ciencia ficción —una ópera
espacial para ser más concretos—, tiene la extensión típica de la novela de
cifi americana —cien mil palabras— y es la primera parte de una trilogía. No
digo que hubiera sido imposible encontrar a una editorial interesada en el
proyecto si la hubiera buscado, pero soy consciente de la dificultad. Además,
creo que no vale todo con tal de publicar con un sello, hay ciertas cosas que
para mí son muy importantes. No hablo solamente de aspectos prácticos como la
corrección, el diseño de la portada, etc… servicios que al fin y al cabo uno
mismo puede contratar de forma privada. Uno de los requisitos que considero
indispensable a la hora de publicar una novela es que esta esté disponible en
formato electrónico para todos los lectores, a través de portales como Lektu.
En cambio, muchas editoriales todavía ven el mercado digital como algo
secundario y, o no ofrecen sus obras en ese formato o las ofrecen en unas
condiciones muy determinadas. No tengo nada en contra de ello, pero la autopublicación
me ofrece la libertad de establecer yo mismo en qué condiciones se publica mi
trabajo.
En cuanto a las desventajas, también hay
unas cuantas. Una vez tomas la decisión de autopublicarte aceptas asumir un
volumen de trabajo enorme. Te conviertes no solo en autor, sino también en
editor, publicista, gestor... El hecho de haber autopublicado mis dos novelas
hasta el momento no quita que sienta un respeto enorme por los editores y por
su trabajo, y más sabiendo de la realidad que nos ha tocado vivir en estos
últimos años. Creo que, por encima de todo, es maravilloso que hoy en día los
autores tengamos la posibilidad de elegir. De hecho recomendaría a todos los
autores, noveles o no, que autopublicaran aunque solo fuera una vez, para ver
todo lo que implica el proceso, creo que es un aprendizaje interesante.
-Tu
primera novela (Pandora Despierta)
palidece ante El Eterno Retorno en
cuanto a número de páginas se refiere. ¿Ha supuesto mucho esfuerzo la escritura
de esta novela o ha descubierto que se siente más a gusto con textos extensos?
-La extensión para mí siempre la marca la
historia. Pandora Despierta tiene
unas cincuenta mil palabras, esa es la extensión que mejor le iba a esa trama y
a ese tipo de novela en particular. El
Eterno Retorno consta de varios personajes, varios puntos de vista, y la
trama se desarrolla en escenarios que van desde Marte hasta la Tierra, y varias
naves espaciales. Para contar bien esta historia necesitaba el espacio justo e
imprescindible, ni más ni menos. Tengo plena confianza en que nadie podrá
decirme que la novela contiene ‘paja’, o que se podría haber contado en menos extensión.
Aparte, en realidad no es tan extensa, según la perspectiva desde la que se
mire. Dentro de la literatura de género en España estamos más acostumbrados al
formato de la novela corta —como es el caso de Pandora Despierta—, pero si uno echa un vistazo a las novelas de
ciencia ficción publicadas en el mercado anglosajón verá que siguen un formato
diferente. Cada mercado favorece un formato determinado, pero en todo caso es
bueno que no estemos limitados por ello.
-Toca
hablar de El Eterno Retorno. Cuéntanos
qué nos encontraremos en sus páginas.
-El Eterno
Retorno narra las
consecuencias de una
guerra librada por
la humanidad en un
futuro lejano contra
una raza de
invasores conocidos simplemente
como los segadores. Cuando la
guerra empezó, la
humanidad estaba ya
dispersada por todo
el Sistema Solar, con
colonias y estaciones fundadas desde la
Luna, pasando por Marte, el sistema Joviano, hasta
el cinturón de Kuiper,
en los márgenes
mismos del sistema.
La guerra se
ganó pagando un
alto precio, muchas de
esas colonias se
perdieron y hasta
la Tierra misma fue
abandonada y dada por
perdida, con el
grueso de los
refugiados estableciéndose en
Marte… solo que no
todos renunciaron la
Tierra. La historia
sigue a tres
personajes principales, a
caballo entre Marte y
la Tierra, y
varias naves espaciales.
Sin entrar en
detalles de la
trama, porque creo que
vale la pena
descubrirla por uno
mismo, a través
de estos tres personajes vamos
descubriendo la naturaleza
real de esa
guerra y los
motivos ocultos de los
invasores. Es sobre
todo una lectura
que busca entretener
al lector, una
especie de adaptación de
la narrativa del
blockbuster americano —me
gusta definirla como
ciencia ficción palomitera—, hay mucha acción
que acompaña a los misterios
que se van desvelando a
medida que avanza
la historia, pero
sin olvidar que
los personajes son el
eje principal.
A nivel de estructura, me he fijado especialmente en lo que en los últimos años ha conseguido la ficción televisiva, tratando los capítulos como si fueran escenas dentro de un episodio, y la novela como una primera temporada. Seguramente las series de televisión sean hoy por hoy las que mejor están sabiendo entender qué pide la audiencia moderna. Cada vez tenemos mejores series a nuestra disposición, con canales como HBO o Netflix produciendo ficciones que nos atrapan temporada tras temporada, Juego de Tronos, Breaking Bad, Daredevil, Orphan Black, Sherlock, Black Sails…, creo que los escritores podemos aprender mucho de lo que están haciendo los showrunners y guionistas de estas series. Al fin y al cabo, la narrativa audiovisual se ha inspirado en la literatura desde siempre, y tal vez ya va siendo hora de que la influencia vaya en las dos direcciones.
A nivel de estructura, me he fijado especialmente en lo que en los últimos años ha conseguido la ficción televisiva, tratando los capítulos como si fueran escenas dentro de un episodio, y la novela como una primera temporada. Seguramente las series de televisión sean hoy por hoy las que mejor están sabiendo entender qué pide la audiencia moderna. Cada vez tenemos mejores series a nuestra disposición, con canales como HBO o Netflix produciendo ficciones que nos atrapan temporada tras temporada, Juego de Tronos, Breaking Bad, Daredevil, Orphan Black, Sherlock, Black Sails…, creo que los escritores podemos aprender mucho de lo que están haciendo los showrunners y guionistas de estas series. Al fin y al cabo, la narrativa audiovisual se ha inspirado en la literatura desde siempre, y tal vez ya va siendo hora de que la influencia vaya en las dos direcciones.
-¿Crees
que el reciente estreno de Star Wars: El
Despertar de la Fuerza, la próxima entrega de Star Trek y la adaptación de Valerian,
ayudarán a que el género Space Opera esté en boca de todos en los próximos
años?
-Espero que sí, porque es un género muy
interesante a varios niveles. Fuera de nuestras fronteras esto ya es así, en
los últimos años se está empezando a hablar incluso de una segunda edad de oro
de la ciencia ficción. En popularidad seguramente no ha habido una época mejor
a la presente, con grandes editoriales especializadas en el género como Orbit
anunciando un aumento significativo en el número de publicaciones de cara a
este 2016. Igualmente la adaptación al cine y a la televisión de novelas
clásicas y contemporáneas está ayudando a que cada vez más lectores se acerquen
a la ciencia ficción en general y al space opera en particular. Seguramente nos
encontramos ante la mejor generación de autores que hemos tenido jamás, tanto
por la calidad literaria de sus obras y como por la diversidad de voces que
están trabajando la ciencia ficción desde perspectivas nuevas e
interesantísimas. Solo el tiempo dirá si es cosa de una moda puntual, o si
realmente se trata de una progresión natural. Tan solo espero que, igual que
sucedió en su día con el género zombi, aquí en España también llegue esta nueva
ola de interés por la ciencia ficción y sus subgéneros.
-¿Qué
obras nos recomiendas para empezar en el género Space Opera?
-Si no habéis leído nada de space opera
antes, os recomiendo encarecidamente evitar a los clásicos, al menos de
entrada. Los clásicos —Clarke, Asimov, Heinlein, Herbert, etc…— son
maravillosos, pero inevitablemente han envejecido con el paso de los años y
para un lector moderno, acostumbrado a la narrativa contemporánea, puede
resultar dificultoso acceder a ellos. No se trata de que sean más difíciles de
leer o de entender, es simplemente que cada generación da a luz a un tipo de
narrativa acorde a los gustos del momento. Es mejor empezar con algo más
cercano, como puede ser La Vieja Guardia,
de John Scalzi, Amanecer Rojo, de Pierce Brown —y su continuación, Hijo Dorado— o La Estrella de Pandora, de Peter F. Hamilton. Son obras recientes
de space opera traducidas al español y que pueden ser una muy buena puerta de
entrada al género.
-Parece
que estás muy a gusto en el género de la ciencia ficción. ¿No tienes pensado
probar suerte con otras temáticas en próximas obras? ¿Será Pau Varela el
escritor del 50 Sombras de Gray
español?
-Escribo ciencia ficción porque soy
lector de ciencia ficción, pero espero más adelante probar otros géneros. Sí
que es cierto que las ideas que tengo para próximas novelas, una vez cierre la
trilogía de El Eterno Retorno, giran
en torno a la scifi. Aun así, espero escribir muchos libros de aquí a que muera,
así que no me cierro a nada. No sé si la novela erótica o romántica me llama
demasiado, pero no sé qué me apetecerá escribir dentro de diez, quince o
treinta años. ¿Quién sabe?
-¿Cómo
ves el panorama literario español?
-Hay mucho y muy bueno de lo que estar
orgullosos aquí. Es cierto que si uno se deja llevar por las cifras de ventas
se podrían sacar muchas conclusiones negativas, pero los números no lo cuentan
todo. Hay autores que están trabajando la literatura de género desde
perspectivas muy interesantes y únicas, como Darío Vilas, Víctor Blázquez,
Pablo García Naranjo, Víctor Blanco o Lluís Salart. En los últimos años han
aparecido varias editoriales que trabajan la literatura de género, y también
hay una comunidad de fans que, si bien puede que sea más o menos numerosa, no
se puede negar que es muy activa. Eso se ve reflejado en la cantidad de blogs
literarios especializados en terror, fantástico y ciencia ficción que hacen una
tarea de difusión muy importante. Creo que tenemos motivos para estar
contentos, pero por supuesto nos queda mucho trecho por andar.
-Háblanos
de tus futuros proyectos.
-De momento estoy centrado en escribir
este 2016 la continuación de El Eterno
Retorno, que llevará por título La
Cosecha Estelar. Cuando empiezo un proyecto me concentro por completo en
él, así que de momento no tengo nada más en mente. Asimismo quiero este año
llevar a cabo varias iniciativas para difundir el género de la ciencia ficción.
En febrero estaremos en Tarragona con Lluís Salart impartiendo una clase de
ciencia ficción a los alumnos de la Escola de Lletres de Tarragona, y tenemos
un par de ideas que queremos llevar a cabo en la próxima edición de la Fancon
de Barcelona.
-Nos
gustaría saber la última película/serie que has visto, el último libro que has
leído y la última canción o álbum que has escuchado y tu opinión.
-La última película que he visto es Ex Machina, de Alex Garland, que ya
había visto hace meses pero que me apetecía volver a ver. Es seguramente mi
película favorita del 2015 y una de las mejores pelis cifi de la última década.
Una historia pequeña, con tres personajes y la acción contenida en una casa,
pero está maravillosamente hecha y los actores son brutales. El último libro
que he terminado es Golden Son (Hijo Dorado) de Pierce Brown, la
nombraron mejor novela de ciencia ficción de 2015 los usuarios de Goodreads y
con razón, es un space opera muy entretenido y con mucha carne a la que
hincarle el diente. El último álbum… soy más de escuchar canciones sueltas pero
uno que recomiendo por el elemento narrativo de sus letras es Nomésd'entrar hi ha sempre el dinosaure del
grupo catalán ElsAmics de les Arts.
-Si
Pau Varela no fuera escritor, ¿a qué se dedicaría?
-Por desgracia escritores que vivan de
escribir en España hay muy pocos, así que no me queda más remedio que dedicarme
a otras cosas además de escribir. Pero por encima de todo lo que intento
siempre es ser la mejor persona posible y ser feliz en la
medida que puedo. Ese es mi proyecto vital, todo lo demás es un bonito
complemento.
-Pues
eso es todo. Gracias por tu tiempo. Suerte con la trilogía iniciada con El
Eterno Retorno. A partir de ahora, las puertas de Castle Rock Asylum siempre
estarán abiertas para ti.
-Muchísimas gracias por acogerme, ¿a qué
hora dan la medicación?
Enlace para el blog El Astronauta Imposible donde podréis descubrir, entre otras cosas, cómo hacerse con las obras de Pau.
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