Lo noto. Dentro de mí. Se arrastra, cobarde, para no
ser visto. Envenena mi mente, devora mis sueños, tratando de hacerse por
completo de todo mi ser. Intento en vano resistirme, no quiero dejar de
existir. No puedo dejar que salga victorioso de esta guerra.
Eso
que llevo dentro mastica mi alma y la escupe al suelo como si fuera un pedazo
de carne putrefacta. Mientras yo, maltratada, me levanto una y otra vez
ofreciendo resistencia con la poca cordura que aún me queda.
Pero hoy por fin eso
consigue arrastrarme a los infiernos, triunfante, desde donde veré el mundo
arder. El que repta ha ganado la batalla. La humanidad se convertirá en un
amasijo de sangre y cenizas.
4 comentarios:
Fabuloso micro, era de esperar con tamaña autora <3
Amasijo de Sangre y Cenizas... esto es spam encubierto, ¿no? Oye, muy evocador, si bien ese salto de lo individual a la humanidad no termina de parecer conectado. Gracias por amenizarnos estos días, Rain ;-)
¡Muy chulo! A sus pies por ser capaz de crear tanto en tan poco. ¡Y tan siniestro!
Buen microrelato.
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