
Lo noto. Dentro de mí. Se arrastra, cobarde, para no
ser visto. Envenena mi mente, devora mis sueños, tratando de hacerse por
completo de todo mi ser. Intento en vano resistirme, no quiero dejar de
existir. No puedo dejar que salga victorioso de esta guerra.
Eso
que llevo dentro mastica mi alma y la escupe al suelo como si fuera un pedazo
de carne putrefacta. Mientras yo, maltratada, me levanto una y otra vez
ofreciendo resistencia con la...