Con el reciente estreno de Ouija: El Origen del Mal y a punto de celebrar la festividad de Halloween (noche donde se dice que el velo que separa el mundo terrenal del Más Allá se difumina para dar a pie a increíbles sucesos sobrenaturales). Nos hemos tomado la libertad de dedicar una entrada en Castle Rock Asylum para hablar de ese fascinante objeto que muchos utilizan para tratar de coquetear con lo desconocido. Queremos arrojar algo de luz al asunto y, en caso de que alguno de vosotros se atreva a realizar una sesión nocturna de Halloween, informar de cómo se prepara y se usa debidamente un tablero de Ouija.
ORÍGENES
No se puede afirmar un origen preciso para la aparición de este objeto (se habla de que data de tiempos del antiguo Egipto). Pero sí que nos topamos a finales de S. XIX con un generalizado uso de este tablero coincidiendo, oportunamente, con la moda espiritista que se dio (sobre todo en las clases altas de la sociedad). El estadounidense Elijah Jefferson Bond figura como inventor en la patente registrada el 28 de Mayo de 1890. No tardó en vender las primeras tablas que circularon por Estados Unidos y Europa.
Con el paso de los años, estas tablas siguieron vendiéndose como si de un Monopoly se tratase por empresas jugueteras como Parker Brothers o Hasbro.
Se dice que la palabra "Ouija" es una mezcla de los vocablos "Oui" y "Ja", que significan "Sí" en Francés y Alemán, respectivamente.
Este tablero tiene como objetivo lograr que las personas que participen entren en contacto (con o sin entrar en trance) con entidades de naturaleza sobrenatural.
LA SESIÓN
Lo primero es pensar es si vas a realizar la sesión solo o en compañía. Se suele decir que se necesitan más de dos integrantes porque una sola persona no puede reunir la fuerza suficiente para que el uso de la Ouija funcione o que es muy peligroso. A no ser que el individuo sea en exceso supersticioso o miedoso, se puede realizar una sesión en solitario sin problemas.
En caso de ser un grupo, puede que lo más ideal sean cuatro personas. A partir de ese número podrían entorpecer la reunión debido a que resultará más complicado controlar a los integrantes.
Conviene asegurarse que las personas con las que hagas la sesión sean serias, respetuosas y que, sencillamente, se tomen en serio esta práctica. Aunque sin llegar a extremos peligrosos. La objetividad debe de prevalecer siempre.
En un principio, cualquiera puede utilizar una Ouija. No es necesario ser un medium ni contratar a esta clase de expertos ni realizar las sesiones con veteranos. Esta clase de individuos suelen acabar creyendo que si su dedo no está en el tablero nada surtirá efecto. Aunque es cierto que no se recomienda el uso de la Ouija a personas miedosas, depresivas, alcohólicas, drogadictas o que sufran desordenes mentales por su propio bien y de quienes los rodean.
EL TABLERO
La pieza clave para realizar esta práctica y el punto que ha dado más de qué hablar. A lo largo de los años se han dado miles de variantes del clásico tablero de madera. Ya hablamos que empresas especializadas ofertan sus propios tableros en tiendas o en internet realizados con diversos materiales (cartón, plástico, papel), con diversas imágenes y símbolos que, supuestamente, protegen a los participantes o con terroríficos motivos que hacen más mal que bien.
Se dice que hay tableros que son mejores para que de verdad funcione la conexión. Pero a la hora de la verdad cualquiera vale para nuestro objetivo. Hasta uno puramente "casero" realizado con una simple hoja de papel. Teniendo en cuenta de que muchos suelen quemar los tableros "por seguridad" tras la sesión. ¿De verdad conviene gastarnos un buen dinero en algo que acabaremos quemando al día siguiente?
En el tablero tienen que estar escritas las letras del abecedario y los números del 0 al 9. En la mayoría de tableros se le suele añadir el "Sí", "No" y el "Hola" y "Adiós". A partir de aquí puedes encontrar mil variantes: diferentes frases, dibujos, símbolos esotéricos... Pero lo indispensable son las letras del abecedario y esos números.
Tenemos que disponer de un objeto en el que los participantes puedan colocar sus dedos (da igual que sea el índice como si es el pulgar) y que recorra la tabla para formar los ansiados mensajes. Lo más utilizado suele ser un vaso de cristal, una arandela o una pieza especial. Aunque con lo extendidas que están esas ouijas caseras realizadas con papel, los asistentes acaban utilizando una simple moneda (que debe ser de las dimensiones ideales para poder identificar sin error la letra donde se detenga). Al igual que con el tablero, en este objeto tampoco hay una preferencia específica. Aunque al igual que con algunos casos, mucha gente también suele romper el vaso tras una sesión por temor a que la entidad con la que contactamos pueda permanecer en el objeto.
EL ESCENARIO
Otra de las incorrectas creencias populares es que la Ouija solo funciona si la sesión se realiza en lugares que se relacionan con la Muerte. Como cementerios, viviendas en los que se produjeron truculentos asesinatos, hospitales y demás... Esto no ayudará a nada y puede que acabe ocurriendo un accidente en el intento de los participantes por acceder a esos lugares.
Se puede realizar una sesión en cualquier lugar que no sea siniestro o oscuro. Pero se recomienda que sea en lugares poco transitados y tranquilos para que nadie ajeno pueda molestar.
Es comprensible que muchos tengan reparos en realizar esta práctica en su propio hogar, Además del arraigado temor a que la presencia pueda permanecer entre las paredes. Si eres una de ellas, sí que puede resultar conveniente que traslades el escenario a otro lugar. Pero normalmente acaba resultando mejor estar en un entorno agradable en el que poder detener la sesión para tomar un refrigerio y descansar tranquilo que a la intemperie y temiendo que cualquier transeúnte se acerque a molestar.
LAS PREGUNTAS
El objetivo primordial de la Ouija es ofrecer una conversación que se compone de las respuesta de las preguntas que le formulamos con quien contactamos (para muchos se trata de "espíritus").
La mayoría de los integrantes de las sesiones formulan las preguntas de manera espontánea. Y conviene tener preparado un guión para asegurar mejores resultados en las sesiones aunque en un principio pueda parecer que es un proceso lento.
Conviene no ser impacientes, puede que la primera vez no logréis realizar una exitosa sesión. Como en todo, la perseverancia es la clave.
En contra de lo que muchos piensan, no es necesario que uno del grupo sea el que lleve la voz cantante. Cualquiera puede formular las preguntas que deseé, aunque debería de ser de forma ordenada para evitar discusiones y problemas que lastren la sesión.
En un principio se podría preguntar cualquier cosa. Aunque conviene hacer algunas excepciones.
Suele comenzarse las sesiones preguntando "¿Hay alguien ahí?" (a lo que seguiría un esperado "Sí") y algunos se atreven a preguntar si la entidad con la que contactan es benévola o malvada (no se suele recomendar esto pues no se puede asegurar que no nos hayan mentido).
En grupos noveles, los "espíritus de la Ouija" normalmente no resultan muy parlanchines. Por lo que muchos acaban frustrándose y abandonando la sesión. Conviene saber que esto suele ser predominante en esta práctica y, como ya hemos dicho, todo se trata de perseverar.
Entrando en el terreno de las preguntas no recomendables que suelen justificar los participantes más jóvenes. Tenemos cuestiones académicas como preguntas sobre las cuestiones que puedan entrar en el próximo examen que les traiga de cabeza. O preguntar siquiera si necesitan estudiar para ese examen. La entidad podría mentir en las posibles preguntas que compondrían ese inminente examen o le puede asegurar que no necesita estudiar... Para al final acabar con una nueva mancha en su expediente académico.
Suelen predominar también cuestiones sobre su vida amorosa donde el tablero podría explicarle estrategias para conquistar a su amado/a practicadas en la Edad Media. O cuestiones sobre el propio futuro del participante o llegar a exigir a quien está respondiendo las preguntas que le explique qué hay en el Más Allá (si es el caso). En este punto suele darse un curioso hecho donde la entidad decide permanecer en silencio o cambiar de tema. Lo que puede resultar raro si estamos contactando con un difunto que puede relatar historias fantásticas pero no puede o quiere describir el lugar en el que se encuentra.
Toca hablar de las cuestiones que SÍ que NO deberían formularse al tablero. De ser el caso de que alguien de tus compañeros llegue a preguntar cosas como "¿Cuando voy a morir?" o "¿Alguno de los participantes morirá?", te recomendamos que quites el dedo del vaso y abandones la sesión sin temor. También se suele preguntar por otros trágicos sucesos como si "¿Voy a ser violada alguna vez en mi vida?" o "¿Me atropellarán al cruzar un paso de cebra?". Las respuestas suelen ser bastante siniestras y, curiosamente, muy cercanas. Y esto puede afectar bastante a participante jóvenes o temerosos. Llegando a encerrarse en sus hogares por temor de esas profecías que lo más seguro es que no ocurran.
No suele ocurrir que con quien contactamos hable en otro idioma que desconozcamos como francés o japonés. Pero en más de una ocasión las respuestas pueden ser inconexas o inacabadas. No debemos creer que se trate de un código o forma especial de comunicarse los "espíritus de la Ouija". De darse estas respuestas, lo mejor es abandonar o posponer la sesión.
CERRAR LA SESIÓN
Al igual que con la práctica de "Abrir" la sesión. A la hora de terminar una charla con "el Otro Lado", son bastantes las normas y habladurías que parece que se han convertido en OFICIALES. Y la mayoría acaban resultando en prácticas perjudiciales (sobre todo entre los jóvenes). NUNCA hay que dejar que la Ouija decida que podamos abandonar la sesión. El posible gran respeto que le tengamos a la misteriosa entidad con la que hemos establecido contacto puede ser tal que llegue a ocurrirnos que, en un grupo que ha decidido realizar la sesión en un cementerio. El último integrante que pregunte si puede abandonar la sesión (y el recinto), reciba como respuesta un tajante "NO" al que le puedan seguir otros tantos. Y no nos podemos imaginar un escenario más aterrador que un cementerio donde estamos solos con un posible espíritu que nos impide volver con nuestros amigos.
Para dar por finalizada una sesión de Ouija sencillamente muestres tu decisión de marcharte, levantar el dedo del objeto y listo. En ningún momento le debemos de preguntar a la entidad si uno o otro puede marcharse porque lo más seguro es que se niegue. Y muchas veces esos "espíritus" suelen mostrarse muy parlanchines cuando se teman que los vayamos a dejar. Recordad SIEMPRE que eres tú quién es el que lleva las riendas de la experiencia. Y olvídate de la mayoría de prácticas y advertencias del estilo de soplar el vaso tres veces para que el espíritu no quede encerrado, quemar el tablero...
¿QUIÉNES SON?
Hasta que los expertos puedan dictaminar con exactitud quiénes se esconden tras este tablero. La naturaleza de los que responden a nuestras preguntas seguirá siendo un verdadero misterio. Aunque la idea más generalizada es que hablamos con los muertos. Quienes desean mantener una conversación con un familiar o un ser querido que ya no está y realizan preguntas con su rostro en mente, se emocionarán en exceso al ver que pueden recibir una respuesta.
Pero... ¿Es cierto que con la Ouija podemos mantener conversaciones con los difuntos? Pues quien ya tiene cierta experiencia suele alejar esta suposición.
Está claro que el principio lógico es que estas entidades se revelen como personas fallecidas, pues en su concepción este objeto se creó pensando en ello y los participantes suelen realizar las sesiones con este objetivo en mente. Pero no solo los espíritus se dejan caer por estas conversaciones.
¿Se imaginan descubrir los secretos tras el misterio del supuesto OVNI estrellado en Roswell? ¿O poder hablar con el mismísimo Jack el Destripador para que él mismo te revele su identidad? ¿O incluso decirle a Batman que es un personaje de ficción?
De ser así podríamos descubrir increíbles historias de cómo el ejército Estadounidense ha establecido contacto con una civilización alienígena. En el caso de Jack, como con todo personaje histórico, tenemos bastante material oficial al que la Ouija puede complementar al, supuestamente, hablar con el protagonista de ese truculento suceso y el propio Caballero Oscuro podría revelarte las mejores formas para atrapar al Joker.
Seguro que muchos estáis enarcando una ceja al leer sobre estas posibilidades. Pero... ¿no son menos increíbles que poder hablar con un difunto? El fenómeno es el mismo en los mismos casos: el objeto cruza las letras y números de un tablero para formar mensajes. ¿Por qué una suposición se acepta y la otra se niega?
Hay que dejar claro que uno NO puede creerse lo que está leyendo y que quien responde NO es quien dice ser. Se tiene que tomar la experiencia como un pasatiempo (que no un juego, cuidadito con esto). Del mismo modo que puedes hablar con tu abuelo/a fallecida podrías estar manteniendo una conversación con algo que se identifica como la gorra que te sueles poner todos los días.
Podéis preguntar: Si no son espíritus... ¿entonces qué son? Pues en la mayor parte de los casos queda claro que esto se trata de un fraude del inconsciente. Los propios participantes suelen conducir la experiencia mediante sus preguntas y la información dada incluso puede tener relación con hechos recientes. Por ejemplo: Una persona puede decir que ha mantenido contacto con el mismísimo Jesucristo quien le ha hablado bastante de la época en la que vivió y lo que hizo y resulta que hace poco que visionó La Pasión de Cristo. Así que en esta clase de casos no podemos asegurar que este contacto haya sido real.
Al estar en una conversación fluida con la Ouija prueba a pedir a tus compañeros que cierren los ojos. Descubrirás que la entidad con quien estabas hablando parece que se ha quedad también ciega. Y si quieres realizar más pruebas hazte con una Ouija con las letras desordenadas. Que no te extrañe recibir mensajes indescifrables..
CONCLUSIÓN
Hay que reconocer que sabemos MUY poco de la Ouija y la mayoría son rumores e hipótesis sin fundamento. Tenemos bastantes elementos para dudar de la intervención de espíritus y (sobre todo) de su identidad. Aunque no negaremos que suelen darse fenómenos y experiencias que escapan de toda lógica y que hacen cobrar sentido la funcionalidad de esta "vía de contacto" con lo desconocido. Pero conviene cuestionarse esto para evitar problemas cada vez que pongamos los dedos sobre el objeto pensando que este se moverá por voluntad de los Espíritus.
Si eres un habitual practicante no te extrañe que muchos vean en esta práctica una patraña. No te ofendas y trates de convencer a nadie sobre la realidad del fenómeno.
Aún si creemos o no en estas experiencias y si con el uso de este tablero podemos mantener conversaciones con los difuntos, con seres de otros mundos o hasta con personajes de dibujos animados, hay que admitir que esta práctica se da más de lo que creemos y conviene mantener a la gente informada para evitar ciertos riesgos y peligros que pueda causar esa práctica. No son pocas las muertes o lesiones al escoger lugares peligrosos donde realizar la sesión ni los suicidios y asesinatos provocados por demanda de los misteriosos mensajes. La Ouija NO es un juego. Pero tampoco conviene darle un poder que no tiene.
Con todo lo que hemos escrito aquí, internillos. Esperamos que permanezcáis informados y preparados si decidís realizar una sesión.
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