Puede que el nombre de Hiroya Oku no os diga mucho, pero si menciono su Magnus Opus: Gantz. La cosa cambia, ¿verdad? Un obra que inició su andadura en las viñetas en el año 2000 y que finalizó en 2013, recopilando 37 tomos de manga. Además de ser una de las franquicias más populares del mundillo. Dando pie a una breve adaptación en formato anime, varias películas (live-action y una reciente en animación digital), spin-offs y gran cantidad de merchandasing. Enmarcado en el género seinen (manga orientado a lectores más adultos), la trama de Gantz no se cortaba nada a la hora de dar rienda suelta a la violencia y sexualidad explícita que acabaron por caracterizar la obra y a su autor. En medio de este festival de excesos, Oku nos propuso una adictiva historia de ciencia ficción, acción y supervivencia que fue degenerando cada vez más (pudiéndose llegar a comparar con Perdidos). No son pocos los que salieron decepcionados de la lectura de Gantz y que iban a mirar con más reticencia la próxima obra del autor que no tardó en descubrirse con el título de Last Hero Inuyashiki.
A priori, Last Hero Inuyashiki bien podría no distanciarse tanto de Gantz. La premisa parte de un elemento sci-fi (aunque pronto descubriremos que esto no es más que una excusa argumental que apenas tiene relevancia en la historia) y se ambienta en el Japón actual. Pero por suerte, ya tan solo por el protagonista de la historia, logra distanciarse bastante de la brutal locura de Gantz. Porque Last Hero Inuyashiki trata sobre un avejentado padre de familia que se parte el espinazo por una mujer e hijos que parecen no apreciar el gran hombre que trata de cuidar de ellos. El destino se ceba con Inuyashiki cuando le dan la peor noticia de todas: Tiene los días contados. Por suerte (o por desgracia), un extraño evento en el que se ve inmerso parece que lo ha salvado de la muerte al sustituir su frágil cuerpo por uno robótico con extraordinarias habilidades... ¿Cómo afectará esto a la vida de Inuyashiki?
Last Hero Inuyashiki no podría tener mejor arranque. Aprovechando un agradecido tono costumbrista que se ve alterado por el accidente que le proporciona el nuevo cuerpo a Inuyashiki. En estos capítulos, Hiroya Oku se distancia de los excesos de su anterior obra para centrarse a la hora de abordar esta interesante trama que perfecciona esa dura crítica a la sociedad nipona que se diluía entre tanta batalla y desnudo gratuito de Gantz.
Por desgracia, y aunque Last Hero Inuyashiki no acabe por transitar los convulsos senderos por los que transcurría la anterior obra de Oku, llega a un punto en el que el autor decide poner el piloto automático y no seguir apostando por la estupenda premisa inicial y personaje protagonista. Y esto viene con la llegada de un personaje que se presenta como el villano de la historia. Pues resulta que el anciano no fue el único que cambió en el accidente. Otra persona ha recibido un cuerpo robótico. Se trata de un adolescente que, a diferencia del viejo Inuyashiki, se beneficiará de sus poderes y habilidades para dar rienda suelta a sus más bajos instintos. Aunque cliché, creo que resulta necesario que en una historia de estas características (no deja de ser una revisión del popular genero superheroíco) aparezca una buena némesis del héroe que haga sacar lo mejor del personaje poniéndolo tras las cuerdas. El problema viene cuando Oku decide centrarse al completo en este individuo olvidándose por momentos del personaje que da titulo al manga. Esto parece venir debido al prototipo de personaje que tanto creó el autor para Gantz: el adolescente edgy. A Hiroya le gusta tanto este tipo de personajes que por muchas atrocidades que cometa se encarga de dedicar capítulos y capítulos a tratar de justificar al personaje. Una labor que, al menos en mi caso, cae en saco roto. Pues abandona quien debe ser el motor de la historia para darnos una excusa personificada para poder mostrar el máximo de escenas de acción posibles.
Los elementos sci-fi están estupendamente trasladados a la historia. Hiroya Oku se esmera al presentarnos su particular versión de Astro Boy, aunque decide (sabiamente) no dedicarle más atención de la necesaria. Lo que podría haber afectado al tono general de la historia.
El estilo de dibujo resulta ser de lo más "realista" que podemos encontrarnos. Pues Hiroya gusta de utilizar elementos digitales a la hora de realizar las viñetas. Siendo de gran ayuda a la hora de caracterizar al relato de cierto aire "realista" y dramático al poder mostrar expresiones más humanas en sus personajes.
A pesar de mi descontento por el rumbo en el que el autor encamina su historia a partir de la aparición del villano. Last Hero Inuyashiki no deja de ser un manga totalmente recomendable que tiene la ventaja de estar completo (y editado en nuestro país por la estupenda editorial Milky Way). Con un tratamiento más serio que la anterior obra de Oku (comentar que en varias ocasiones, utiliza este manga como "escaparate" de Gantz) y suponiendo una gran alternativa ante la oleada de historias de género superheroíco (el manganime ya tiene dos grandes pilares en este género: One Punch Man y Boku No Hero Academia).
P.D: Last Hero Inuyashiki ha sido adaptado en formato anime y el 20 de abril estrenará su película live-action. Por lo que no hay excusa para disfrutar de esta historia.
1 comentarios:
Aunque no soy mucho de viñetas, parece una lectura interesante y me alegra mucho que la hayas disfrutado 😊
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