
Hoy he decidido coger mi mochila y largarme a un país del que adoro su cultura, México, para visitar el Museo de los duendes. Qué tiene eso de terrorífico, os preguntaréis. Pues bien, teniendo en cuenta que dentro del lugar todo lo que se cuenta está basado en historias reales, en casos ocurridos a ancianos y niños que vivían en la zona... pues no es que me causen mucha simpatía estas pequeñas criaturas.
Está albergado en una pequeña casita...