A Steve Niles le encantan los monstruos. No hace falta más que echar un pequeño vistazo a su obra para darse cuenta de ello. Aunque, a decir verdad, deben ser pocos los fans del terror que no sean como Niles. ¿Acaso no nos gusta ver los horrores que se ocultan en la noche y sus sombras? Deseamos ver sus formas, sus ojos, sus garras y fauces por mucho terror que nos produzcan. También podemos sentirnos identificados o sentir compasión por ellos. En la mayoría de casos, estos seres son marginados y perseguidos tan solo por ser diferentes. ¿Cuántos de los lectores de esta reseña de verdad temen a la criatura que trajo a la vida el doctor Frankenstein y se unirían a la turba que hizo arder el molino?
Los monstruos siempre están presente en las obras de este guionista en mayor o menor medida. En esta ocasión, Niles los ponen en el punto de mira de los protagonistas de esta historia: La Familia Allan.
Lo cierto es que no es nada nuevo el concepto de cazadores de monstruos ni de una familia dedicada a esto. El canal de televisión CW ya se aprovechó muy bien de esto con su serie Sobrenatural, donde los hermanos Winchester continúan el "negocio familiar" de perseguir a los monstruos y demás criaturas y entes sobrenaturales que pueblan Estados Unidos. Aunque a lo largo de sus ya 13 temporadas, la serie ha ido dando tumbos por otros derroteros más grandilocuentes como Guerras entre el Cielo y el Infierno y demás apocalípticas tramas que dejaban de lado el curioso concepto de una familia dedicada a cazar monstruos. Por desgracia, Niles tampoco acaba de sacarle todo el jugo que podría a esto con The October Faction. Por lo que acaba suponiendo otra decepción de este autor (aunque a no tanto nivel como, por ejemplo, Aleister Arcane).
The October Faction nos presenta una peculiar familia que pasa por su peor momento. El patriarca añora los viejos tiempos cuando daba caza a criaturas de pesadilla. Parece que cada vez le cuesta más seguir dando clases de folklore. Pero trata de mantener a su familia a salvo. Cree que es mejor que los Allan intenten ser una familia normal. Pero normal no es una palabra aplicada a los Allan. Y no tardarán en abrazar su destino como azote del Mal y sus indeseables retoños...
Niles asienta unos buenos cimientos para esta historia, sí. Pero no termina de llevarla a buen puerto. Lo que de verdad la hace grande son sus personajes y sus interacciones. Esto se presenta pero no se desarrolla (muy doloroso lo tan rápido que dejan de lado la mayor revelación de la familia). El guionista prefiere pasar todo esto de lado de cara a sacar un nuevo monstruo y a otra cosa... Y claramente esto es un problema. Porque no sabe ver ni apreciar su mejor baza. Dejando que esta historia sea demasiado pobre a nivel argumental (me he acabado hartando del "archienemigo" de la familia, por cierto).
Resulta curioso que una de las portadas (todas ellas excelentes) tenga a uno de los personajes ante una pizarra repleta de nombres de un extenso catálogo de nombres de criaturas, monstruos y deidades y a la hora de la verdad. Niles apenas muestre a los cuatro monstruos de turno (hasta doy gracias por el curioso uso de Mr. Hyde). En los últimos números que leí aún me sorprendió algo usando una conocida raza del género de fantasía más "Tolkeniano". Pero queda también demasiado a deber en este punto. Ya que decide no darle más salida al tema familiar, por lo menos que sorprenda con los monstruos a batir.
En el apartado visual, The October Faction muestra un característico y atrayente estilo propio. Todo gracias al arte de Damien Worn. La mayor pega está a la hora de recrear las escenas de acción y batalla, donde el estilo de Worn queda demasiado a deber. Siendo demasiado simple y estático. Lo que no sería tan problemático si Niles no estuviese tan interesado en que este punto primase en la historia.
2 comentarios:
Me encanta el estilo de las ilustraciones y la idea en general, parece de lo más interesante :)
Gracias por la reseña, Rubén ^^
Sí, se gasta un estilazo que hace las delicias del fan del terror y lo "creepy". Niles suele juntarse de buenos dibujantes. Es una buena dinámica porque la mayor parte de su obra es bastante cuestionable a nivel argumental y narrativo.
A lo mejor la disfrutas más que yo :)
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