viernes, 27 de enero de 2017

Entrevista a Liss Evermore



Hoy en Castle Rock nos visita la escritora Liss Evermore, ¡bienvenida al asilo!

Primero de todo, nos gustaría que nos explicaras cómo surgió la Liss escritora.

La región de la que procedo es la más oscura que podrías imaginar. A casi 6.000 metros bajo las aguas superficiales, en un punto desconocido del mar abierto. La insondable profundidad del océano, donde ni siquiera el Sol es capaz de iluminar sus arcanos misterios. Emergí un día tempestuoso con el propósito de contar mis historias al mundo, y dejé que la corriente me arrastrara entre barcos y submarinos hasta llegar a una playa. Entonces surgió Liss; la Liss escritora.

Coleccionable de Tragedias es tu primer libro. Dinos, ¿por qué microrrelatos?

Me gustan los acertijos, y los microrrelatos plantean acertijos. Fuerzan al lector a pensar, a imaginar. Juegan con él y con su capacidad para crear escenas. Si el microrrelato está bien construido, incitará a que el lector reproduzca una escena en su cerebro sin habérsela mostrado previamente. Me gusta expresar una sensación sin necesidad de descripciones. Con el microrrelato puede conseguirse esto y mucho más. Se trata de un impacto, un balazo, y si es certero, provoca una explosión de sentimientos en quien lo sabe encajar. “Coleccionable de tragedias” es un reto, un juego interactivo en el que el principal protagonista es el lector.

Has participado en varias antologías, algunas de ellas pendientes de publicación, ¿para cuándo una novela larga, donde tengamos mayores dosis de Liss Evermore?

¡Próximamente en las librerías más cercanas! Pronto. Muy pronto. Las tinieblas están a punto de caer sobre vosotros. ¡Estad atentos!

A parte de escribir, eres maquetadora y correctora, e incluso te atreves con portadas ¿qué te atrae de estas otras facetas literarias?

Todo está relacionado con una dolencia que adquirí tiempo atrás. Maquetar, corregir, diseñar portadas, prologar… Es el cuadro clínico de una enfermedad erradicada de la sociedad moderna. Me provoca continuas crisis y trastornos de perfeccionismo. La enfermedad del deseo por hacer las cosas bien.

La Colina de los Amantes es un relato que podemos encontrar en Lektu y que recuerda a los mejores momentos de los slashers de los 80, ¿en qué te inspiraste a la hora de escribirlo?

Que recuerde a ellos es todo un halago para mí, porque precisamente en ellos está inspirado. En grandes títulos de la gran y de la pequeña pantalla. ¿Quién no se moriría por protagonizar una de esas historias norteamericanas de asesinos enmascarados con caretas de hockey?

¿Cuáles son tus influencias?

En cuanto a la literatura, básicamente tres.

Mi primer contacto con el terror me marcó de una manera irreversible y sirvió como influencia para crear a la Liss escritora. Husmeando en la trastienda de una vieja librería abandonada, enterrado bajo una torre de libros, encontré un ejemplar de Historias de la cripta. Aunque en realidad siempre creí que fue él quien me encontró a mí.

Mi segunda influencia apareció sobre el estante de un desván polvoriento. Cerca de la mía, había una casa maltrecha de la que se decía que estaba encantada. Los rumores no eran del todo una leyenda; lo cierto es que allí habitaba una de las cosas más espantosas que he visto jamás: una encuadernación hecha de piel humana. Una serie de manuscritos de horrores innombrables, firmados por el puño y letra del solitario de Providence. Fue toda una revelación.

Lo que por último terminó de engendrar a la creadora que llevaba en mi interior, fue un viaje a extrañas tierras. Una visita familiar a un castillo en el este del viejo continente, donde tuve la fortuna de descubrir la literatura de terror gótico, y en especial el género de la ghost story.

¿Y tus escritores predilectos?

Junto con Lovecraft, algunos autores de la época victoriana: Guy de Maupassant, Ambrose Bierce, Horace Walpole o M. R. James.

¿Podrías decirnos cuál es la novela y/o película más terrorífica que ha caído en tus manos?

Quizás el relato El modelo de Pickman, de Lovecraft, y la película Las manos de Orlac, del expresionista Robert Wiene.

Háblanos un poco sobre tu proceso creativo, ¿cómo llegan esas macabras ideas a tu cabeza?

Es curioso, porque en realidad no llegan. De algún modo están ahí, desde siempre, esperando a que comience a escribir para aflorar. Tanto en el microrrelato, como en el relato y en la novela, afronto el papel en blanco partiendo siempre de sensaciones, más que de historias ideadas. No soy una guionista. Me considero una creadora de atmósferas. Cuando ellas surgen, configuran el escenario dotándolo de las entidades adecuadas y coloreándolo con los tonos necesarios, con el propósito de conseguir la sensación constante que quiero transmitir al lector, y por supuesto, a mí misma.

No hago borradores ni escaletas; ni siquiera preconcibo la historia antes de escribirla. Es la historia la que me guía a mí, a medida que toma forma. Prestando atención a tus propias palabras, puedes averiguar en qué dirección tienes que llevarlas. Lo que escribimos adquiere inteligencia propia. Sólo hay que saber escuchar.

Mi proceso creativo podría entenderse como una improvisación artística continua, cuyas intenciones principales son: establecer una armonía literaria, crear una escena en la mente del lector y transmitir sensaciones.

Si tuvieras que convencer a nuestros internillos, ¿qué les dirías para que se pelearan por leer tus historias? No te preocupes por la sangre, la limpiaremos después con mucho gusto.

Iss mass ssarati sha mushi lipshuru ruxisha limnuti!
Izizanimma ilani rabuti shima ya dababi!
Dini dina alakti limda! Alsi ku nushi ilani mushiti!
Ia mass ssarati iss mass ssarati ba ids mass ssaratu!

Por último, ¿cuáles son tus futuros proyectos?

Pronto verá la luz un libro en el que he colaborado como prologuista, así como dos antologías en las participo en calidad de coautora. A este respecto he de mencionar también la Antología ucrónica. Relatos desde el Multiverso, publicada recientemente en Lektu con muy buena acogida.
En cuanto a obras propias, he escrito mis dos primeras novelas y en la actualidad estoy preparando la tercera. Su publicación, por el momento no puedo decir cómo se llevará a cabo, pero os adelanto que estarán disponibles a la venta en un futuro cercano.

El mar de tinta es denso y absorbente, y me arrastra hacia mundos incognoscibles.

Muchísimas gracias por visitarnos, estamos encantados de tenerte por aquí y esperamos verte de nuevo, a ser posible con vida, paseando por los pasillos de Castle Rock. ¡Cuidado al salir! Los fantasmas pueden ser traicioneros y llevarte a las entrañas del asilo.

Ha sido un placer compartir este lapso de mi vida con vosotros. Rezaré para que me atrapen esos fantasmas y que volvamos a encontrarnos nuevamente, en circunstancias más insanas. Gracias y buenas noches.



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