Es curioso fijarse que en los últimos meses, las grandes apuestas de cine de
ciencia ficción han acabado en manos de
Netflix. Siendo estas
The Cloverfield Paradox,
Mute o la película que nos ocupa,
Annihilation (aka Aniquilación). Propuestas que no estaban pensadas en un inicio para ser estrenadas en la plataforma de
streaming, pero que en cierto punto de su desarrollo los productores decidieron no jugársela a la hora de hacer pasar estos títulos por las carteleras para salvar los muebles (como ha sido en el caso de la tercera entrega del "Cloverfieldverse" o la nueva decepción de Duncan Jones). Este movimiento no deja de
inquietar al fan del cine de ciencia ficción, quien hace nada ha visto como la más que
competente secuela de
Blade Runner suponía un fracaso comercial, y como
Ridley Scott desaprovechó del todo su
Alien: Covenant. Poniendo en duda el futuro de este género en las
salas de cine.
De momento, centrémonos en la
crítica de la nueva película de
Alex Garland y crucemos los dedos para que dentro de unos meses no tengamos que leer que la nueva adaptación cinematográfica de
Dune acabará por tener su estreno mundial en Netflix.
Alex Garland lleva bastantes años siendo una de las voces más
influyentes y
creativas del género de la ciencia ficción. Comenzando por su carrera como
guionista, donde hizo buenas migas con el director
Danny Boyle. Pues es el responsable de los libretos de
28 Días Después y
Sunshine. Y el encargado de escribir la última e infravalorada adaptación cinematográfica del
Juez Dredd (actualmente se ha descubierto que en esta película llegó a tener más importancia que solo escribir el guión). Pero, sin duda, donde en verdad se ganó el título en este género fue con su opera prima oficial:
Ex-Machina.
Tocando uno de los temas
fundamentales del género de ciencia ficción como es el de las
Inteligencias Artificiales.
Garland se enfoca en un tono y prisma más
intimista que no deja diluir el enfoque y mensaje. Todo esto narrado en clave de desasosegante
thriller que va
in crescendo. Gran apuesta en la que el señor
Garland salió la mar de bien parado, dejando a muchos (entre los que me encontraba) con muchas ganas de visionar su próxima apuesta cinematográfica.
Por desgracia, no he leído la trilogía
literaria que adapta esta película. Por lo que solo podré valorar la película como producto
independiente a la obra escrita por
Jeff VanderMeer. Pero tengo constancia de que la obra original ha sido un gran aporte al género
sci-fi actual. Con lo que ya de por sí,
Alex Garland tiene un excelente caldo de cultivo con el que jugar con esta adaptación. Y así ha sido, pues
Aniquilación supone un nuevo
acierto de este cineasta en la que puede seguir explotando su enfoque más
intimista e
inspirador del género. Esto se ve y se siente desde el arranque del film. Desde cómo muestran el evento que da sentido al film, al primer (re)encuentro entre los dos personajes principales del mismo. El modo de narrar de
Garland se aleja de la rimbombancia con la que, seguramente, habría encarado la propuesta la mayoría de realizadores.
Teniendo en cuenta esto, también hay que aclarar que
Aniquilación presenta un marcado
tono de
serie B más de postín a lo habitual. Lo que coloca la película en un término medio que supone a la vez una
virtud y un
defecto. Pues puede lograr que varios tipos de espectadores del género disfruten mejor de la propuesta, pero al mismo tiempo impedir que la misma exprima todo su potencial en cualquiera de sus vertientes. A pesar de que
Aniquilación peca de esto, la película se mantiene bien a flote y logra alcanzar un buen puesto entre la lista de grandes películas de ciencia ficción contemporáneas.
La historia de
Aniquilación nos descubre una zona que, tras el impacto de un meteorito, se ve cubierta de un extraño muro multicolor. A lo largo de los años se han enviado expediciones de las que nunca se ha vuelto a saber nada hasta que el marido de la protagonista regresa. Pero parece que su estadía en la
Zona X lo ha cambiado drásticamente. Empeñada en descubrir el porqué de su estado,
Lena (Natalie Portman) se une al nuevo equipo de expedición.
No es nada difícil intuir que tanto la película como la novela original es una
revisión de
El Color que Cayó del Cielo, de
H. P. Lovecraft.
Aniquilación goza de exponer bastante bien ese
Horror Cósmico que tanto parecen costarle mostrar a los que realizan las adaptaciones directas de las obras del solitario de Providence (hasta traslada la particular narración oral típica en los escritos Lovecraftnianos). Es así como
Aniquilación busca estremecer tanto nuestras
mentes con esos momentos más inspiradores (el de la piscina se resiste a abandonar mi pensamiento), como nuestros
cuerpos al no evitar "mancharse" en lo visceral del relato.
El talento cinematográfico de
Alex Garland sigue presente en cada escena de
Aniquilación. No se ha diluido ni una pizca de su talento como sí que le ha ocurrido a otros compañeros de profesión como
Duncan Jones. Maneja la cámara con un temple y estilo envidiable, logrando sacar lo mejor de escenas tan, a priori, poco inspiradoras como el ataque de ese cocodrilo.
Se realiza un excelente trabajo de
efectos especiales a la hora de recrear la
Zona X. Por desgracia, la cosa no funciona tan bien con sus "habitantes" más vivos. Un mal menor pero que deja en entredicho el problema de no saber posicionarse que comenté al comienzo de la crítica. De todas formas, las criaturas parten de conceptos tan fascinantes que ya de por sí logran que el
CGI que les acompaña no desmerezca tantos sus apariciones.
Al igual que se hizo con
Arrival (aka La Llegada), la
BSO de
Aniquilación cobra gran relevancia a la hora de lograr crear esa
desasosegante atmósfera que tan vital es para el
film.
Una de las grandes
bazas con las que jugaba la propuesta y que, por desgracia, no logró aprovechar, era la de tener todo un equipo protagonistas de personajes
femeninos. Por una vez, el grupo sobre el que recae la responsabilidad de enfrentarse a los peligros de otro mundo no está compuesto de aguerridos machos de la escuela del tito Arnold o Stallone. Y en un comienzo, el grupo de
Aniquilación se presenta bastante bien, pero no tardan en descubrirse como encarnaciones de
miedos y
traumas que solo sirven para desencadenar la acción. Por supuesto,
Natalie Portman, logra llevar mejor ese peso. Aunque hay cierta parte de sus
flashbacks que hacen más mal que bien al conjunto al resultar bastante
redundantes.
El resto del
cast cumple. Y está por ver si
Oscar Isaac se convierte en actor fetiche del director.
Entrando un poco en el tema de si veo lógico que
Paramount se echase atrás en el estreno en cines de
Aniquilación... Pues creo que se
precipitaron bastante. Este no es un caso como
The Cloverfield Paradox donde claramente era la única opción para salvar los muebles. Y tampoco estamos frente a una apuesta tan
cerebral como para temer un fusilamiento en
taquilla. Es cierto que una parte del público no entraría tan dispuesto al visionado, pero no formarían un grupo tan nutrido como para echar abajo la película. Con lo que sí, es una lástima privarnos de la experiencia en la gran pantalla. Pero al menos la podemos disfrutar por vías legales y no se perderá como lágrimas en la lluvia...
Aniquilación por fin es el digno producto
sci-fi que
Netflix tanto estaba buscando tras las fallidas
The Cloverfield Paradox y
Mute. Y
Alex Garland no cae en su nuevo paso de su camino por labrarse un nombre tras las cámaras.
Lo Mejor: Su acertada muestra de Horror Cósmico. La recta final.
Lo Peor: No aprovechar el cast femenino. El CGI en las criaturas.