Castle Rock Asylum

Bienvenidos a la locura.

I Antología de Relatos de Terror Castle Rock Asylum

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miércoles, 28 de agosto de 2019

El terror en la mochila: La casa de Lizzie Borden (Fall River)



Hoy me he levantado con ganas de marcha y he cogido mi mochila, muy cargada a estas alturas de terroríficas experiencias. ¿El destino? Fall River, Massachusetts. Allí, en esta pequeña localidad de Estados Unidos, se encuentra la casa de una de las más crueles asesinas de la historia, Lizzie Borden.

Esta casa fue testigo de un horrible crimen perpetuado por esta malvada mujer, ya que mató a hachazos a su padre y a su madrastra. Fue absuelta durante el juicio, pues no pudieron probar que ella cometiese los asesinatos, pero la falta, con el tiempo, de cualquier otro sospechoso, apunta a que pudo cometer el crimen casi perfecto e irse de rositas.

El 4 de Agosto de 1892, él fue asesinado en la sala de esta misma casa, y su esposa en una de las habitaciones. Por supuesto, estos escenarios se pueden visitar durante el tour.


Supuestamente, Lizzie encontró los cadáveres y dio aviso a las autoridades, pero debido a la multitud de peleas que mantenía con su progenitor y con la mujer de este, todos sospecharon en seguida de ella. Lizzie Borden nunca fue a la cárcel, mudándose de ciudad con su hermana debido al vacío que le hacían los lugareños tras los terribles acontecimientos.

Hoy, esta casa del terror se ha convertido en un Bed and Breakfast, y recibe la visita de multitud de adeptos al terror y los lugares siniestros. Se puede visitar solo como museo, pero los que se quedan a dormir son los que de verdad sienten cosas extrañas, como luces que se encienden solas y movimientos extraños en mitad de la noche.

¿Os atrevéis a dormir en el apacible hogar de Lizzie?





miércoles, 21 de agosto de 2019

Crítica La casa de cera de Jaume Collet-Serra



Os preguntaréis por qué vengo a hablar hoy de una película que tiene ya muchos tiros pegados, como diría mi madre. La respuesta es que la hemos revisionado porque en casa nos encanta, y quería compartir con vosotros mi opinión sobre ella. La premisa es típica: un grupo de jóvenes con las hormonas revolucionadas se van juntos con la intención de disfrutar de un partido en la ciudad. El problema es cuando deciden acampar y, cómo no, uno de los coches se jode. Aceptan la ayuda de un lugareño, sin saber que se están metiendo en la boca del lobo...

A pesar de lo típico del comienzo, el tema del museo de cera me ha parecido original y me ha encantado. Es más, no es el típico museo de figuritas, que también, sino que toda la casa, incluyendo mobiliario, suelo y paredes, es completamente de cera. A mí, que siempre me han dado yuyu estas figuras, la película me ha hecho disfrutar como una enana, sobre todo cuando descubrimos el secreto del pueblo y se nos ponen los pelos de punta...


El elenco no es nada destacable, pero vaya, tampoco lo hacen mal, exceptuando, por supuesto, a Paris Hilton, que no sé qué carajos pinta ahí aparte de enseñar su cuerpo serrano cada vez que sale en pantalla... Eso sí, me ha encantado volver a ver a Chad Michael Murray, pero no tanto aguantar el cachondeo de mi marido por mis gustos y amores adolescentes.

Aunque la trama no es para tirar cohetes, para mí la ambientación es fantástica, regalándonos escenas aterradoras, como la del cine que tenéis más arriba... Tener que esconderse ahí, quieta, callada, entre decenas de figuras de cera... Lo dicho, a mí, personalmente, me resulta aterrador. Además, fuera de la casa de cera, todo el pueblo resulta terriblemente fascinante, solitario y terrorífico.


El final es predecible, siendo un recurso utilizado en muchas películas slasher pero, aunque se ve venir, gusta. Eso sí, se compensa con la cantidad de sangre, vísceras y la poca vergüenza que tienen a la hora de cargarse a las víctimas

En definitiva, una película de terror slasher con una premisa bastante típica, pero que sabe suplir esto con una fantástica y espeluznante ambientación. Muy, muy disfrutable.





miércoles, 14 de agosto de 2019

Entrevista a Israel Moreno, escritor



Entre los pasillos de Castle Rock Asylum y la oscuridad de Chica Sombra, interrogamos entre terribles torturas a un autor de lo más... terrorífico.
¡Hola, Israel! Te queremos dar la bienvenida a la locura reinante en los pasillos de Castle Rock Asylum, y a la oscuridad de Chica Sombra. Siéntate, ponte cómodo, estás en tu casa. Cuéntanos, ¿cómo es un día normal en tu vida?

Gracias por el ofrecimiento. La verdad es es un honor que me hayáis elegido para la entrevista pues sois dos blogs que sigo asiduamente. En cuanto a la pregunta, pues las mañanas las dedico a mi profesión: dar clases de filosofía en el instituto, labor a la que me entrego con toda mi pasión. Por la tarde, y si no tengo que preparar ninguna clase para el día siguiente o corregir exámenes, suelo dedicarlo a las múltiples aficiones que tengo: desde hacer deporte running, ver series, leer libros, cómics, ir a la playa y, a veces, escribir, cosa que me tomo muy en serio pero que es solo una hobby más aunque es cierto que me ha reportado muchas satisfacciones en cuanto a opinión y crítica, a pesar de ser un simple autor indie que se mueve solo por Amazon.

Fantasmas, brujas, extraterrestres... Son algunos de los elementos más aterradores de tus novelas. ¿Qué te atrae de lo desconocido?

Casi todo. Pero tengo que confesar que lo que más me aterra es la inmensidad del Universo. Cuando reflexiono sobre ello y pienso que, a pesar de la avanzada tecnología disponible en la actualidad, aún no conocemos con exactitud su magnitud… me siento tan pequeño que pienso que si fuéramos conscientes de la poca cosa que somos con respecto al cosmos muchos de los problemas y conflictos terrenales casi dejarían de tener sentido en una perspectiva más amplia. Formamos parte del sistema solar, en un brazo de la vía láctea, una galaxia que tiene 100.000 millones de estrellas, pero sólo es una entre los centenares de miles de millones de galaxias que forman el Universo. Solo de pensarlo me da pánico. Como para que nos preocupe lo más mínimo, por ejemplo, la investidura de Pedro Sánchez.


Tu bilogía formada por Mañana es Halloween y Hoy es Halloween está ambientada en un pueblo muy kingnuiano. ¿Eres, como buen amante del terror, muy fan del maestro de Maine?

Soy amante del terror, pero me muevo más en ese género en el cine (donde prácticamente lo he visto casi todo) que en la literatura. Soy admirador de Stephen King, pero no un fan acérrimo. Justamente hace una semana terminé su clásico Cementerio de Animales y me ha parecido de lo mejor que he leído últimamente. Sin embargo, el año pasado me llevé un disgusto con él y conmigo mismo por ser incapaz de terminar su libro de cabecera, IT. Así que tengo una relación de amor y odio con el maestro indudable del terror. Me gustaría leer sus últimas obras, El visitante y El instituto, aunque ésta última creo que aún no fue publicada en España, pero está al caer.

Halloween es un escenario recurrente en tus obras. ¿Crees que la noche de las brujas es el lugar idóneo para una buena historia de terror?

Sin duda, y es un escenario que en la literatura tiene una presencia mayoritaria en la literatura de corte infantil, pero que creo que se ha usado poco en libros para adultos. Tiene una rica mitología que puede ser base de cualquier buen escrito de terror.

En tu nueva novela, La pandilla UFO 2: el secreto del Área 51, volvemos a Roswell, Nuevo México, a encontrarnos a la pandilla UFO. ¿Tenías claro desde el principio al escribir esta historia que se convertiría en una saga? 

Para nada. En principio solo quería hacerle un regalo a mi sobrina con una aventura de ciencia ficción que protagonizáramos juntos. Un solo libro, vaya. Además, fue todo muy rápido al ser una novela corta juvenil. Pero mientras la escribía me puse como reto que también pudiera ser disfrutada por cualquier tipo de lector. Al terminarla, vi que había posibilidades de continuar la historia desarrollando las ideas y resolviendo algunos misterios que dejé pendientes. Así que se me ocurrió convertirlo en una trilogía y, sobre todo, un gran giro final que dejara atrás la inocencia de la primera entrega.

Sabemos que las aventuras de esta especial y friki pandilla nacieron como regalo para tu sobrina. Muy pronto tendremos la tercera parte… Después del final de la segunda, no puedes negarte a contarme algo sobre ella…

Tengo todo un año por delante para escribirla, pero justo este fin de semana he podido escribir las primeras 5000 palabras. En realidad la idea es cerrar la historia, intentar atar todos los cabos y que sea el libro más largo.  Aunque casi todas las cartas ya están sobre la mesa, habrá nuevas sorpresas que derivarán en bastantes páginas de acción y aventuras. Y si estás pensando en el giro del último capítulo… Sí, gran parte de la novela se alimentará sobre ese asunto.

Dejas claro en tus historias que en este país se hace terror del bueno. ¿Cuáles son tus referentes a nivel nacional?

Hay muchos autores destacables como Juan de Dios Garduño, Carlos Sisi, David Jasso o Alberto M. Caliani. En el género del terror uno de mis referentes es Tony Jiménez. Y que nadie se lo tome a peloteo gratuito. No es la primera vez que lo menciono en una entrevista. Y es que libros como Tormenta Sangrienta no se escriben todos los días. Para mí es lo mejor que se ha escrito en los últimos años en España. ¡Pero qué mal me lo hizo pasar! Y eso que era un ladrillo, pero no me aburrí en ningún momento.

¿Qué eres más: de monstruos o de aliens?

No me preguntéis si amo más a mi padre o mi madre. Siento verdadera pasión por ambos.

Pregunta obligada: ¿Cuál es la película y/o libro con el que has pasado más miedo?

En esto no tengo dudas. Libro: El misterio de Salem’s lot (Stephen King) y película Drácula, príncipe de las tinieblas de la Hammer.

¿Nos podrías adelantar algo sobre tus próximos proyectos?

Terminar la trilogía de la Pandilla UFO en un principio. Y ahí tomarme un descanso para centrarme en encargar buenas traducciones en inglés de mis novelas. Si mi novela Mañana es Halloween tiene actualmente 1130 reseñas en Google Play y más de 120.000 descargas en castellano, me pregunto… ¿Por cuánto se podría multiplicar si estuviera disponible en inglés? Creo que puede ser un buen reto para los próximos años.

Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?

Gracias a vosotras pero… ¡vaya forma de terminar! ¡Con la pregunta moral más difícil que se puede hacer! La respuesta es que sí. Y todo lo que no me gusta de mi vida lo intento cambiar. Soy bastante testarudo y no cejo hasta conseguir lo que me propongo. Pero en general soy feliz con mi trabajo y mi familia. Por supuesto, aún quedan cosas pendientes por conseguir, tanto materiales como espirituales. Pero estamos en ello. En mi faceta como escritor sueño con ver algún día alguna de mis historias en la gran pantalla y, por supuesto, que alguna editorial de renombre apostara por mí en el futuro. Pero como estamos hablando de cosas casi imposibles, me conformo que no haya día que alguien no se descargue alguno de mis libros o que deje su opinión en alguna de las plataformas. No todo el mundo puede decir que tiene miles de lectores. Y en cuanto a lo del celuloide, pues mi sobrina dice que quiere estudiar dirección de cine en Londres. Espero que le vaya muy bien y espero que se acuerde de su tío que le escribió una trilogía de platillos volantes y esas cosas fantásticas. 


viernes, 9 de agosto de 2019

El terror en la mochila: Cementerio de Saint Louis (Nueva Orleans)



Hoy me cuelgo la mochila del terror al hombro y me marcho a una de las ciudades más terroríficas del mundo. En ella han habitado brujas, asesinos en serie o casos extremos de vudú... Sí, estoy hablando de Nueva Orleans. Allí se encuentra el cementerio de Sant Louis, un lugar cargado de historia, de leyendas... y de hechos inexplicables.

En realidad son tres cementerios agrupados en uno solo, y además en zona pantanosa, por lo que las tumbas están en alto para evitar que los cadáveres salgan a flote, algo que ya ocurrió alguna vez en este lugar. Pero si hay algo que destaca en este terrorífico sitio, es la tumba de Marie Laveu. Os suena, ¿verdad? Sobre todo si sois fans, como yo, de American Horror Story 😉


Efectivamente, Marie Laveu fue la reina absoluta del vudú y, tras su muerte, sembró una leyenda. Tras ser enterrada en el Saint Louis, se cuenta que algunas personas tienen una especie de ritual: van a su lápida, dan tres golpes, escriben XXX en ella, vuelven a dar tres golpes, y piden un deseo. Como imagináis, nunca sale tal y como se desea... 

Es por ello que, a día de hoy, esta práctica está totalmente prohibida en el cementerio, y su lápida ha sido restaurada para borrar las múltiples pintadas de XXX que había escritas en ella. 

Se puede hacer una visita guiada hoy día, porque además, a nivel artístico, la arquitectura de las tumbas en una pasada. Eso sí, mucho cuidado de que no te pillen escribiendo en la tumba de Marie Laveu...

¿Os animáis a visitarlo?





miércoles, 7 de agosto de 2019

Entrevista a Javier González García, escritor



Por los pasillos de Castle Rock, atrapado entre las tinieblas de Chica Sombra, nos hemos encontrado con el escritor Javier González García, que nos hablará de su primera novela Cazadores de la Muerte.

Primero de todo, darte la bienvenida a nuestros dominios.

¿Cómo surgió Cazadores de la Muerte?

Normalmente los argumentos de mis escritos se cuecen a fuego lento en algún recoveco de mi cerebro y un día saltan de la olla sin avisar. En el caso de Cazadores llevaba un tiempo barajando la idea de escribir una historia desde la perspectiva de villanos, harto como estaba de héroes de moralidad inquebrantable, y un día mientras caminaba por la calle se me ocurrió, sin más, reunir a unos cuantos para hacer algo descabellado y macabro, como matar a la Muerte. En aquel momento solo fue un argumento simpático, fruto de un chispazo de inspiración, pero no tardó en convertirse en una historia que me iba a permitir tratar muchos temas que en aquel momento me rondaban la cabeza, así que enseguida me lancé a teclear.

Tu primera novela es de Fantasía Oscura, ¿qué te atrae de éste género?

La fantasía, sea del tipo que sea, siempre ha sido el género literario que más me ha llamado; Intuyo que esto se debe a que los cuentos para ir a dormir de mi infancia fueron capítulos del Hobbit, novelas varias del Mundodisco o del Silmarillion. Por aquel entonces lo que me maravillaba era la idea de mundos mágicos, criaturas fantásticas y aventuras de capa y espada. No fue hasta que crecí y empecé a enfocar la escritura como un arte a perfeccionar en lugar de un pasatiempo que pasé a ver los elementos fantásticos de este tipo de historias como símbolos y metáforas con los que expresar sentimientos y conflictos del mundo real. Con los años también llegué a cansarme de los héroes, de trazar una línea que separa a los buenos de los malos y de los personajes unidimensionales; tal vez porque uno de los rasgos personales que más he cultivado ha sido el cinismo. Para mí, la fantasía oscura me permite emplear la clase de humor negro e ironía romántica que permite al lector empatizar con personajes de corte mucho más pícaro y controvertido que los protagonistas típicos de la fantasía clásica. Es un contraste que me resulta muy atractivo: confeccionar un mundo tan fantástico como los de Tolkien o Lewis donde cualquiera querría perderse y luego revestirlo de una atmósfera volátil y tétrica que propicie el que esté habitado por monstruos, ya sean humanos o fantásticos. 

Cazadores de la Muerte trata sobre un grupo de seres muy dispares que se unen para una misión casi imposible: matar a la mismísima Parca. ¿Cómo se te ocurrió esta idea?

Esta novela la escribí íntegramente durante mis años de estudiante en el extranjero. El apartado de la disparidad entre personajes viene de la experiencia personal de rodearme de estudiantes de todas partes del mundo, oportunidad que me sirvió para estudiar las muchas semejanzas y diferencias que existen entre personas de culturas distintas. En Cazadores quise capturar el sentimiento inesperado de camaradería que surge a partir de los roces e interacciones de personas que poseen trasfondos radicalmente distintos pero una meta común. En lo que se refiere a la idea de matar a la Muerte, tal y como mencioné anteriormente, fue algo espontáneo que, poco a poco, creció hasta convertirse en un medio a través del cual hablar de una serie de inquietudes. Los temas de la novela incluyen la redención, el maquiavelismo y la moralidad humana, pero quizá el más importante sea el que permite comparar a los protagonistas de Cazadores con los héroes de la mitología griega: la tragedia que sigue a quienes trascienden por encima de los demás mortales. Los personajes de mi novela se polarizan entre quienes luchan por preservar su humanidad y quienes ya se han rendido a la bestia interior, pero todos libran una batalla constante por

Pistoleros, espadachines, seres de otro mundo… ¿Ha sido difícil la creación de personajes tan distintos?

Confeccionar la psique de un personaje nunca es fácil, especialmente cuando este vive en un mundo donde no se aplican las mismas reglas que en el nuestro. En mi caso el primer paso en el proceso siempre es la elaboración del trasfondo. Es a partir de aquí que puedo elaborar las virtudes, defectos, inquietudes e inseguridades de cada uno de ellos. Llegado el momento de insuflarle vida, haber alcanzado la sensación de que los conozco como si fuesen personas reales me ayuda a saber cómo reaccionarán a cada uno de los eventos que se les presenten en el desarrollo de la historia.

¿Cuáles han sido tus influencias a la hora de escribir tu novela?

Algo que ya he comentado es que me encanta la idea de un grupo de protagonistas dispares, en especial cuando existe una misión y otras circunstancias que los obligan a colaborar y/o convivir para alcanzar un objetivo común. Existen muchas novelas donde se da el caso, pero las que yo considero más influyentes para Cazadores son: Seis de cuervos y su secuela, Reino de ladrones, de Leigh Bardugo, Las mentiras de Locke Lamora y sus secuelas, de Scott Lynch, la saga de La Torre Oscura, de Stephen King y Las mil muertes de Ardor Benn, de Tyler Whitesides. Otro aspecto que considero que define mi prosa es un enfoque intimista, el cual me lleva a centrarme mucho más en los sentimientos de los personajes y su desarrollo personal que en la descripción del sistema de magia del mundo que los rodea. Esto sin duda alguna es influencia de dos de mis escritores favoritas: Patrick Rothfuss y Maggie Stiefvater, los cuales poseen un don para convertir el detalle más pequeño de cada una de sus historias en una metáfora que te adentra más y más en el corazón de cada uno de sus personajes. Esto se ilustra en la Crónica del asesino de reyes (Rothfuss) y The Raven Cycle (Stiefvater), las cuales recomiendo fehacientemente a cualquier amante de la fantasía de corte más intimista. El humor negro, sin duda uno de los elementos esenciales en cualquiera de mis escritos, me parece que proviene más bien de mis influencias del mundo del cine: los guiones de Quentin Tarantino, Joss Whedon y Kevin Smith, en especial. Por último, pero no por ello menos importante, la obra que más me ha marcado y que, por lo tanto, será una influencia innegable en cualquier novela que escriba de aquí al día que muera, es Paraíso perdido, de John Milton. He aquí el origen de mi fascinación por la tragedia del villano que, en su locura, se contempla a sí mismo como el héroe romántico de la historia. Este es un elemento presente en cada uno de los protagonistas de Cazadores de la muerte y, por ende, uno de los temas principales de la novela.

¿Desde cuándo sabes que quieres dedicarte a la escritura?

Desde que tengo memoria, prácticamente. Recuerdo que leí el Hobbit a los siete años de edad, y para entonces ya había visto las películas del Señor de los Anillos de Peter Jackson y me pasaba el día imaginando lo que por aquel entonces no sabía que se llamaban fanficsde nuevas aventuras de Aragorn, Gimli y Legolas. Empecé a escribir poco después y terminé mi primer libro a los doce años, el cual no tardé en darme cuenta de que era en gran medida un plagio del magnum opus de J. R. R. Tolkien. A lo largo de los años que siguieron escribí otros tres libros, cada cual progresivamente más original y mejor escrito que el anterior, hasta que me dije a mi mismo que ya era hora de ponerse serios y escribir algo publicable. Empecé a escribir Cazadores de la Muerte en abril de 2017 y lo terminé hacia mayo de 2018, lo cual marca la fecha de mi primer trabajo publicado casi exactamente diez años después de que escribiese mis primeras páginas.

Pregunta obligada: ¿Cuál ha sido la película y el libro con el que has pasado más miedo?

Pregunta difícil… Considero que existen muchos tipos de miedo y no creo en favoritismos en lo que al arte respecta, pero no voy a negar que ciertas películas y libros me ponen la carne de gallina. 

Empecemos por el cine. Si hablamos de la clase de miedo que te impide apagar las luces por la noche, sin duda la película Los Otros, de Alejandro Amenábar, fue la que más me afectó. Recuerdo que tras verla por primera vez tardé dos días en conciliar el sueño sin imaginarme ancianas macabras vestidas de primera comunión en el suelo de mi habitación. No obstante, eso fue cuando tenía trece años. Desde entonces he explorado mucho más el género, así que si tuviésemos que hablar de la película que actualmente más miedo me ha dado sin duda alguna es La Bruja, de Robert Eggers. Si, por otro lado, hablamos de un miedo más terrenal, basado en el agobio y la paranoia que cualquier humano experimentaría en una situación plausible, me parece que Llega de noche, de Trey Edward Shults, se lleva la palma.

Ahora pasemos a la literatura. En este caso, considero que el terror escrito, al carecer del elemento visual y de una banda sonora que establezca una atmósfera crispante, es mucho más eficiente en el género del terror cósmico. En ese sentido sin duda la obra cumbre son Los mitos de Cthulhu, de H. P. Lovecraft, pero curiosamente no son estos los que más me han aterrado si nos referimos a este autor. El abismo en el tiempo es, en mi opinión, obligatorio de leer para cualquiera que disfrute del miedo de perderse en el vacío más espeluznante que existe: el que hay en cada una de nuestras mentes una vez se cortan los lazos que la atan al cuerpo. Sin embargo, si hablamos del escrito que más miedo me ha dado jamás, ese honor pertenece a una historia corta de otro maestro del género: Edgar Allan Poe. Silencio es un relato que tiene muchas interpretaciones, pero para mí es la de un hombre perdido que contempla, a escondidas, algo que no debería. No quisiera decir mucho más por miedo a arruinarle la experiencia a algún lector interesado, pero puedo garantizar que, en mi caso, ninguno de los otros grandes relatos de Edgar Allan Poe alcanzan semejante nivel de terror existencial.

Y para terminar, ¿nos podrías adelantar algo sobre tus próximos proyectos?

Por ahora puedo confirmar que las dos entregas que cierran la trilogía iniciada por Cazadores de la Muerte están escritas y editadas. Si todo marcha bien, cosa que espero de corazón, deberían publicarse a lo largo del próximo año. A lo largo de estos meses he barajado y dejado por escrito numerosas ideas para futuras series de novelas, todas ellas pertenecientes a algún subgénero de literatura fantástica, pero con todo el trabajo que me está dando la publicación de Cazadores no he tenido tiempo de decantarme por una que desarrollar hasta convertirla en mi próxima serie de libros. Lo que sí que puedo asegurar es que si hay algo que jamás se me agotará es la imaginación. Nunca me cansaré de escribir y mis lectores siempre podrán esperar que el tiempo les depare nuevas historias.

Muchísimas gracias por visitar nuestros pasadizos. Cuidado al salir, uno de nuestros ghules ha salido dispuesto a cazar algo para cenar.

A vosotros, por hacerme esta entrevista. Y gracias también por el aviso, me andaré con ojo.



*Ilustraciones de los personajes de la novela Cazadores de la Muerte por Alejandro Gaudino.