Castle Rock Asylum

Bienvenidos a la locura.

I Antología de Relatos de Terror Castle Rock Asylum

Ya disponible en Lektu.

Colabora

Colabora con nosotros.

viernes, 27 de julio de 2018

Crítica La primera purga: La noche de las bestias, de Gerard McMurray




Sinopsis:

Para mantener durante el resto del año la tasa de criminalidad por debajo del 1%, los Nuevos Padres Fundadores de América ponen a prueba una teoría sociológica que da rienda suelta a todo tipo de agresiones durante una noche en una comunidad aislada. Pero cuando la violencia de los opresores se encuentra con la ira de los marginados, el vandalismo explota más allá de esas fronteras “experimentales” para extenderse por todo el país. Detrás de cada tradición hay una revolución. Descubre cómo toda una nación entera abrazó una brutal celebración anual: 12 horas de impunidad criminal. Bienvenidos a un movimiento que comenzó como un simple experimento. 



Opinión:

La Purga es, para mí, una de las sagas cinematográficas más entretenidas. Desde que vi su primera parte que me llamó mucho la atención el mundo creado por James DeMonaco. Y siempre tuve la curiosidad de cómo surgió ese día en el que los ciudadanos están libres de cometer cualquier crimen sin consecuencia.

La Primera Purga es justo lo que muestra. Vemos como ese día no es más que un instrumento político en el que el gobierno utilizan un experimento en donde las persona pueden sacar su ira durante 12h, cosa que, en teoría, hará que después sean mejores ciudadanos.
El sitio elegido es Staten Island, y los residentes que decidan quedarse durante el experimento tendrán una compensación económica... algo que será mayor si participan activamente en La Purga.

La trama es entretenida. Puede que al principio sea algo más lenta que sus antecesoras, ya que te explican más el tema político y social, pero a medida que avanza el metraje vemos como los personajes van sacando la peor (o mejor) parte de ellos mismos.
De ellos, me quedo con los dos hermanos, que me han parecido interesantes (aunque la escena de Nya con el hombre que la ataca en la alcantarilla me descolocó del todo) y Dmitri, uno de los delincuentes del barrio que a pesar de ello es capaz de ayudar a sus vecinos (eso sí, se tranforma en Rambo).
Pero quien consigue que des un brinco en la butaca en todas sus apariciones es Skeletor, un yonki decidido a purgar todo el odio que lleva dentro y vengarse de aquellos que le han ofendido. Sin lugar a dudas es quien nos ofrece las mejores escenas y sin él la película perdería y mucho.



Hay algunos momentos inquietantes, y es que a los que deciden participar activamente en el experimento les entregan unas lentillas con cámaras fluorescentes, algo que me pareció espeluznante, sobre todo en los lugares oscuros. Al igual que las máscaras que, aunque en esta ocasión no vemos demasiadas, es un sello de la franquicia.
Algunos escenarios también están preparados para darnos una sensación de locura y violencia la cual consigue traspasar la pantalla (ojo al campo de muñecas). 

Puede que lo peor de esta cinta sea que ya no sorprende. Sabes lo que vas a ver. E incluso, algo que añaden para tratar de asombrar al espectador era previsible por culpa de las anteriores. 
Otra de las cosas que volvemos a ver aquí es la facilidad que tienen los personajes para matar. Sólo ves un par de atracos, una venganza a un ex y un (cómico) intento de violación, algo que siempre ponen de forma velada. No vemos intentos reales, ni torturas ni disturbios violentos, y los que hay son a cuentagotas o pasando de puntillas por ello. Espero que en la serie de televisión cuiden más esos detalles.



En resumen, La Primera Purga da lo que promete. Descubres los orígenes del día en el que los Nuevos Padres Fundadores de América dieron el derecho a sus ciudadanos de cometer todo tipo de crímenes mientras denuncia el sistema de clases que hay en el mundo. Todo esto aderezado con unas buenas secuencias sangrientas.

Lo Mejor: El trasfondo social. Las dosis de violencia. Los personajes. Las lentillas-cámara, que les daba a los que las usaban un aspecto aterrador. Las máscaras.

Lo Peor: Sigue obviando los delitos que, desgraciadamente, más se cometerían en situaciones así como la violación.



miércoles, 25 de julio de 2018

Crítica Amityville: El despertar de Franck Khalfoun



¿Quién no conoce la historia de Amityville? ¿Quién no ha leído sobre ella o ha visto alguna de las películas que se han rodado sobre esta casa poseída? Pues bien, esta última adaptación nos lleva a esa casa cuarenta años después de los terribles sucesos acontecidos allí. Una madre se muda al lugar con sus tres hijos, uno de ellos en coma, para ver si la energía de la mansión puede hacer que el chico mejore. Muy pronto, Belle, la hija adolescente, se dará cuenta de que lo que está postrado en esa cama ya no es su hermano.

Lo que me ha chirriado al principio es que Belle sea la típica adolescente toca huevos que, cuando hay una mudanza por motivos económicos o familiares, tiene siempre la cara que le llega al chichi, como si el mundo se fuese a terminar por mudarse de barrio o de ciudad. De verdad que no soporto ese comportamiento. Así que, de primeras, me ha caído mal la chica. Es verdad que luego parece que se espabila un poco y deja el egoísmo a un lado, sobre todo porque quiere salvar su bonito culo y el de su hermana Juliet.


Cuando su hermano despierte del coma, su madre estará la mar de contenta, pero la chica sabe que algo no anda bien, que una presencia maligna los acecha. Su compañero de clase, un friki amante de las historias de terror, le enseña los libros y películas basados en la historia de su nueva casa, y Belle decide bajar al sótano y abrir la habitación roja para intentar frenar la desgracia que se les viene encima.

No es la película del año, está claro, ni tampoco la mejor de Amityville, pero es cierto también que es muy disftutable y entretenida, y que tiene algunos sustos de estos que hacen que te tragues las palomitas sin masticar. Una secuela que es más de lo mismo, previsible, pero con la capacidad de hacerte pasar un buen (o mal) rato.

Lo mejor: el friki de turno. Algunos sustos.

Lo peor: es más de lo mismo.





lunes, 23 de julio de 2018

Reseña El Tiempo Como Enemigo de Darío Vilas




Desde su salto a la palestra del panorama literario patrio con su estupenda novela Z Instinto de Superviviente. El vigués Darío Vilas, ha ido ganándose a pulso un nombre y reputación en este mundillo con cada publicación. Por lo que nunca hay que dejar pasar ninguna oportunidad de seguir leyendo a este escritor. Con este El Tiempo Como Enemigo, la cosa no cambia ni un ápice.

Darío nos presenta una historia compuesta a base de retazos de su propio pasado y el de otros, leyendas urbanas, mitos y sucesos para componer su particular historia de personajes rotos que buscan con más o menos desesperación una nueva oportunidad. 

Se nota un gran mimo y cuidado a la hora de escribir por parte del autor. Seguramente ayude el ambientar la novela en su ciudad natal: Vigo. Ciudad que se amolda a las exigencias del escritor para ser el marco perfecto de esta historia que se siente como la más personal de la autor (al menos, de lo que llevo leído de él hasta ahora). El aura de suspense logra estar presente la mayor parte del relato, pero por encima de todo se siente que prima un tono dramático y emocional que compensa la habitual mala baba del escritor.

Conviene no desvelar mucho del argumento, que resulta ocultar más de lo que parece a simple vista en sus pocas más de 150 páginas. Pero sí comentar que, para aquellos seguidores de Darío, esta novela resulta tener conexión con un relato de su antología Piezas Desequilibradas. De hecho, el autor readapta esta historia en esta novela, Por lo que no importa mucho el no haber leído el relato. Pero, desde luego, para aquel que lo hizo, le alegrará encontrar esta conexión y ver como Vilas tira más de la madeja argumental que existía en este para integrarlo a todo el conjunto que es este El Tiempo Como Enemigo

La prosa de Darío es de las directas. De las que enganchan con un simple párrafo. Y esto funciona a la perfección con el tipo de historia que cuenta esta novela y que supone otro tanto en el envidiabñe curriculum de este autor.



viernes, 20 de julio de 2018

La Sala Común: El Punto Frío T.1




Desde la plataforma audiovisual de RTVE Playz nos encontramos con este interesante proyecto. La webserie El Punto Frío. Que está disponible de forma completamente gratuita en dicha página. 

Tomando como inspiración varias leyendas y mitos del folklore gallego, su director, Alberto Ortega, compone su propia historia sobrenatural. Que puede llegar a parecer la prima lejana de Stranger Things. Una comparación que no es nada gratuita, teniendo en cuenta varias similitudes que encontramos ya en el primer episodio.



El folklore gallego da para mucho. Y es una alegría encontrarse con un producto que es plenamente consciente de ello. Al igual que el aprovechar los parajes gallegos a favor de crear una atmósfera mágica a la par que inquietante. 

La webserie es consciente de sus limitaciones. Pero aún así logran que los efectos no sean del todo ridículos y las actuaciones cumplen.




Los capítulos son bastante breves y directos. Aunque la temporada llega a dejar algunos cabos sueltos y con ganas de más.

Desde luego, es agradable encontrarse con estos productos que dan más visibilización al género (y a un folklore tan rico como el gallego). Espero que esto solo vaya a más.




Lo Mejor: Aprovechar el folklore gallego.

Lo Peor: Algunas limitaciones del medio.



miércoles, 18 de julio de 2018

El terror en la mochila: Los closes (Edimburgo)



Hoy me cuelgo la mochila del terror y me adentro en las oscuras calles de Edimburgo, pues me han contando que, en sus callejones, más conocidos como closes, se esconde mucha historia. Se construyeron en el siglo XVI alrededor de la Royal Mile y se cerraban de noche para proteger a la ciudad durante la guerra. Hoy en día quedan solo 60 de los más de 400 que fueron creados entonces. Qué tienen de terrorífico, os preguntaréis...

Tienen historias, muchas, tantas como personas que cada atardecer se aglutinaban allí. Lo peor de cada casa, como diría mi madre, se reunía por la noche en los closes.

Una de las peores tragedias ocurridas allí, fue un incendio que se ocasionó en uno de los callejones y duró nada más y nada menos que cuatro días, segando un montón de vidas a su paso. Cuando pasas ahora por ese callejón, te caen un montón de gotas de agua encima... ya que los fantasmas buenos no quieren que, como ellos, te quemes allí dentro.

Aprovechando también la soledad y la oscuridad de estos rincones, multitud de crímenes tuvieron lugar allí. Sin embargo, tengo que hablaros del close más conocido de todos: El Mary King´s Close, bautizado como una de sus ciudadanas más famosas. Allí, había decenas de víctimas cada semana.

En la actualidad, los closes están cerrados para que turistas morbosos como yo no podamos recorrerlos, pero como tampoco hay ningún cartel que lo prohíba, no estoy haciendo nada malo, ¿verdad?

Como veis, esta preciosa y tranquila ciudad no siempre lo fue, guardando entre sus callejones cientos de almas perdidas que ya lo estaban en vida, y que buscaron allí un escape que solo les proporcionó una dura, inesperada y cruel muerte. Una muerte que tampoco los ha dejado ir en paz.

¿Os atrevéis a visitarlos conmigo?

viernes, 13 de julio de 2018

Crítica Cargo de Yolanda Ramke y Ben Howling




No lo tenía nada fácil esta película. Por un lado, resulta ser una conversión a largometraje de un corto de hace unos años. Y todos sabemos que estirar algo tiene sus peligros. Y por otro, resulta ser una nueva película Z, donde a estas alturas sorprender está más que complicado. Pero al final, Cargo logra salir bien airosa de ambos frentes, suponiendo un nuevo tanto para Netflix y sus producciones fílmicas.




La trama es similar al corto de 2013, aunque con ciertos añadidos: Un padre debe de buscar un lugar seguro para su hija recién nacida antes de que una extraña infección lo convierta en un muerto viviente. 

Está bien contar con los artífices del corto, quienes en verdad tenían más que ofrecer a parte de alargar una escena 105 minutos. Cargo resulta transitar por derroteros menos convencionales en este tipo de cine. No temiendo dar juego al drama y parte sentimental del relato. Al que tiene mucho que agradecer el tener a Martin Freeman como padre en la ficción de la pequeña Rosie

Por supuesto, no puede evitar caer en clichés del género. Y desde luego que la parte central es lo más sangrante de la propuesta. Pero una vez superado, la película vuelve a coger fuerza.




Como decía, esta conversión tiene añadidos respecto a su "hermana pequeña". Sobre todo el aprovechar el, ya de por sí, desolador ambiente australiano y todo lo concerniente a los aborígenes. Esta subtrama casi que se merecía de por sí toda una película a parte. Aporta todo un tono de misticismo que es muy de agradecer.

Otro tanto de cara a la originalidad de Cargo está en sus zombis. Aunque cortados por el patrón Romeriano de cadáveres renqueantes. Resulta que tienen unas cuantas particularidades que los hacen únicos y diferentes en este explotado género.





Cargo por fin rompe con el mal habito de alargar sin necesidad cortometrajes de género y resulta ser también un recomendable film Z.





Lo Mejor: Sus zombis. La trama de los aborígenes. 

Lo Peor: Su parte central.



miércoles, 11 de julio de 2018

Crítica Hereditary, de Ari Aster



Tras todas las buenas críticas sobre esta película, donde incluso la han catalogado como un clásico del cine de terror, fuimos al cine dispuestos a disfrutar de este peliculón. Tremendo chasco me llevé. A mí no me ha parecido una peli de terror (aunque tiene sus momentos, todo hay que decirlo), sino un drama familiar de un par de cojones que me lo ha hecho pasar muy mal a nivel emocional.

Tras la muerte de la abuela, Charlie está desolada, pues su relación era muy cercana y fuerte, y ahora siente que sus padres no son suficientes para cuidarla. El problema viene cuando la niña empieza a ver fantasmas y su madre, Annie, se ve de vuelta a su difícil infancia. La familia entera empezará a sufrir las consecuencias de la muerte de la matriarca.


No quiero hacer spoilers, pero sí diré que en esta peli las desgracias se suceden una tras otra, dejando a su paso a una familia cada vez más rota y distante. Es verdad que la trama sorprende con algún que otro giro inesperado, pero a mí me costó digerir muchas cosas. Un aplauso para el elenco, eso sí, sobre todo para Toni Collette y Gabriel Byrne, dos padres desolados, cada uno a su manera. Ella, gritando, llorando e intentando vivir con el dolor de todo lo que les acontece. Él, llorando en silencio, intentando mostrarse fuerte para que su familia no se desmorone. Es tal la pena que crearon en mí, que me tiré media película llorando, porque no es fácil tragar con muchas de las cosas que aparecen en la trama.

Respecto al terror, hay que decir a su favor que no tiene los típicos sustos que ves venir a leguas, sino que con un solo sonido puede ponerte los pelos de punta. Por otro lado, me ha parecido excesivamente larga para lo que cuenta, llegándome a parecer bastante pesadita en algunos momentos. 

Lo dicho, más que una peli de terror me ha parecido un absoluto drama familiar que me dejó destrozada y con muy mal cuerpo hasta horas después de salir del cine. Lo pasé mal en el peor sentido de la palabra, pues no me esperaba tanto mal rollo a nivel psicológico. Eso sí, brillantes actuaciones del elenco que se merecen un aplauso.

Lo mejor: Toni Collette y Gabriel Byrne.

Lo peor: demasiado larga. Mucho más drama del que aguanta mi cuerpo.





lunes, 9 de julio de 2018

Reseña El Exorcista, de William Peter Blatty




Sinopsis:

El terror comenzó tan discretamente que al principio pasó inadvertido.Pequeñas molestias en Regan, para las cuales Chris MacNeil, actriz y madre, encontraba fáciles explicaciones. Parecía como si Regan hubiera sido invadida por una personalidad diferente. ¿Era posible que anduviera suelta una fuerza demoníaca? Si los médicos y la psiquiatría no ayudaban, ¿el exorcismo podría ser la respuesta?
Esta novela aterradora fue llevada al cine con un éxito formidable.  (Casa del Libro)

Opinión:

La novela de El Exorcista es uno de los clásicos del terror por excelencia y una de las adaptaciones más famosas de la historia del cine. 

Basado en el caso real de 1949 y con algunas diferencias, William Peter Blatty creó un aterrador relato sobre el exorcismo de la joven Regan MacNeil. A pesar de su premisa, y más teniendo en cuenta que en el año de su publicación aún no había el auge por el terror de hoy en día, la narración me ha parecido algo lenta, y es que después de ver la película en donde lo visual es muy importante, en su novela nos encontramos con un terror más psicológico donde Pazuzu, el demonio que posee a la pobre Regan, es un gran conversador... y esas charlas son lo mejor del libro.

Los personajes son correctos, empatizas con la madre, Chris, una prometedora actriz que ve como su mundo se va al traste al poco de que su hija juegue con la ouija y conozca a lo que parece un inofensivo amigo imaginario, el Capitán Howdy. Sufres con Regan y todas las pruebas que le hacen hasta culminar en el exorcismo.
El Padre Merrin y el Padre Karras son un buen dúo, mezcla entre la experiencia y la juventud, una dualidad que a mí me resulta muy efectiva. 
Y vuelvo a hablar de Pazuzu, el cual me ha resultado lo más interesante de la novela, siendo uno de los villanos más entretenidos de leer.

La narración está bien llevada, aunque debo confesar que se me hizo algo pesada, y me esperaba más, supongo que en parte por culpa de haber visionado la película antes de su lectura.

En resumen, El Exorcista, de William Peter Blatty es una novela de terror psicológico, con notas de suspense y unas buenas conversaciones con el demonio de lo más disfrutables.

¿Lo recomendaría?

A pesar de no ser lo que esperaba creo que es una lectura obligada para los amantes del terror.

viernes, 6 de julio de 2018

Crítica Jurassic World: El Reino Caído de J. A. Bayona





Hace ya 3 años que el Parque volvió a abrir sus puertas con un lavado de cara que no se alejaba tanto como debía de la propuesta original de Steven Spielberg. Aún con todo, Jurassic World volvió a generar el entusiasmo general por los dinosaurios. No por nada, la película de Collin Trevorrow es una de las más taquilleras de la historia.

La trilogía de Jurassic World se antoja bastante interesante a priori. Dejamos pasar la primera como un mero trámite para ver todo lo que puede ofrecer el extender los dominios de las criaturas jurásicas más allá de un parque temático. Pero esta secuela vuelve a dejarnos con la miel en los labios de la forma más rastrera posible. El Reino Caído es todo un vendesecuelas de un final de trilogía que bien podrá sorprender.




Al igual que su antecesora, El Reino Caído tiene bastante de revival de la primera secuela (El Mundo Pérdido), y los guiños y easter eggs a la trilogía original siguen dándose (el T-Rex ya ha quedado como un Deus Ex Machina que logra cansar). Lo nuevo que aporta esta película también viene contándose en la primera Jurassic World y en lo que logra transmitir el director patrio J. A. Bayona, quien cambió los zombis de Guerra Mundial Z por los dinosaurios de tito Spielberg para su primera super producción.

Bayona camina sobre seguro con el guión del mismo Trevorrow, pero no pierde oportunidad de imprimir en la propuesta varios de sus tics más personales. Como el querer arrancar la lagrimita al espectador (o colarnos a Geraldine Chaplin). Aunque se agradece que Bayona recupere ese cierto aura de terror que tenía la primera Jurassic Park. Hay dinosaurios para todos los gustos, y los más carnívoros y perversos tienen las mejores tomas. Lo cierto es que el tercer acto llega a antojarse como una reinvención de la franquicia de alguna película de la Hammer (tiene su mansión entre bosques y todo).




Chris Pratt y Bryce Dallas Howard vuelven a sus personajes de la anterior entrega, aunque la chispa se ha perdido bastante. Y los otros dos personajes de apoyo componen un bochornoso reparto al que tampoco ayuda que el aliciente de volver a ver a Jeff Goldblum en el papel del dr. Malcolm sea tan reducido.

Está claro que lo mejor de El Reino Caído son los últimos minutos que actúan a modo de suculento teaser de lo que debe ofrecer el final de trilogía. Entre medias tenemos un mero entretenimiento (eso sí, de primer nivel, que para algo es una super producción) que convencerá más o menos. Dependerá del espectador.





Lo Mejor: La parte final.

Lo Peor: Que se sienta como un mero trámite para ver el verdadero potencial de esta nueva trilogía.



miércoles, 4 de julio de 2018

Crítica Ghostland, de Pascal Laugier



Pusimos esta película sin esperar mucho, pero la verdad es que tampoco nos dio nada a cambio. Una madre y sus hijas se mudan a una casa heredada en un pueblo remoto. Una vez allí, descubren que está llena de muñecos y objetos raros, pero no esperan que, nada más llegar, alguien entre en casa intentando matarlas. Su madre lucha con uñas y dientes para que sus hijas salgan vivas de allí.

Años más tarde, Beth, la hermana mayor, se ha convertido en una escritora de terror superventas, gracias a la novela en la que relata (de forma supuestamente ficticia) el infierno que pasaron. Ahora vive feliz, rodeada de dinero, de un marido perfecto y de un hijo maravilloso. Pero una llamada a medianoche interrumpe su tranquilidad: su hermana pequeña, Vera, le pide que vuelva corriendo, pues los asesinos han vuelto a entrar en la casa.


Su director, Pascal Laugier, me conquistó con la imprescindible Martyrs, película dura y terrorífica que me maravilló. Luego, con El hombre de las sombras, tampoco dejó el listón bajo. Por eso, esperaba algo diferente de Ghostland. Sí que sigue la línea de Martyrs, pero esta es mucho más predecible, lenta y pesada. Cierto es que tengo que decir, a su favor, que el tema de las muñecas da mucho yuyu, y el asesino da un asco máximo, pero no hay nada nuevo ni que no hayamos visto antes. 

Me ha hecho ilusión volver a ver a Crystal Reed, a la que conozco por su papel de Allison en la exitosa serie Teen Wolf. Si bien es cierto que la muchacha igual ganaría más dedicándose a otra cosa, al final le cogí hasta cariño de tanto verla. 

Como veis, es una película totalmente prescindible, que resulta algo lenta y aburrida, por lo que si aun no la habéis visto, tampoco os estáis perdiendo nada. Si os gusta el director, mejor volver a disfrutar de sus anteriores películas, pues con esta ha metido la pata.

Lo mejor: la caravana. La casa de los horrores.

Lo peor: lenta, aburrida y predecible.


lunes, 2 de julio de 2018

Crítica Stake Land II: The Stakelander de Robert Olsen y Dan Berk




Hace ya ocho años que vio la luz Stake Land. Una película que parecía querer vivir de la resaca del Boom Zombi y pasar sin pena ni gloria. Pero resulta que la propuesta Jim Mickle y Nick Damici tenía más chispa de lo que parecía a simple vista. Ofreciendo tanto una gran película post apocalíptica, como Z, como de vampiros y Road Movie. Todo juntado y bien batido dio como resultado una recomendable película para dar a conocer a todo fan del fantaterror.

Seis años después y sin Jim Mickle (Nick Damici solo aparece en el guión), aparece esta continuación que tiene una gran sombra que superar con la primera Stake Land... Por supuesto, no la supera ni de lejos.




Volvemos al mundo de Stake Land, donde un Martin más adulto debe encontrar a su maestro para dar caza a la vampiresa que se lo arrebató todo...

Tan simple como suena o más. Es cierto que la primera Stake Land no era un vergel argumental. Pero por sí sola tenía suficientes puntos de originalidad como para poder defenderla. Esta secuela cae en la simpleza y se reboza en ella. Ni siquiera tener algo más de exposición de la historia de Mister compensa tragarse estos noventa minutos




Si la primera Stake Land era una serie B con cabeza, esta no logra quedar tan bien. Se nota la falta de medios. 

En la parte actoral, los actores protagonistas aún defienden bien sus papeles (Mister más que Martin) y los secundarios aún tratan de pasarselo bien (ojo a ese Larry Fassenden, cómo vive este género). Pero después tenemos a la sosa amenaza a batir y el conjunto se cae por las escaleras.

The Stakelander es una pésima secuela de una grata sorpresa. Un intento de estirar el chicle que carece de sabor alguno.




Lo Mejor: Mister.

Lo Peor: Desaprovecha todo lo que hizo grande a la original