Castle Rock Asylum

Bienvenidos a la locura.

I Antología de Relatos de Terror Castle Rock Asylum

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viernes, 29 de junio de 2018

Entrevista a Carlos Sanmiguel, autor




Carlos Sanmiguel es un autor barcelonés con varias novelas a sus espaldas y una carrera literaria más que interesante. A raíz de la publicación de su última novela aprovechamos para conocer un poco más sobre él.

Hola, Carlos. La primera pregunta y de rigor es acerca de tus inicios como escritor. ¿Por qué y cómo te adentras en esta locura de oficio?

Diría que de pequeñito, pero ya estaba algo crecidito cuando me dio por escribir. Recuerdo que tenía libretas llenas de pequeños relatos e historias, algunas de ellas han logrado convertirse en la trama central de mis novelas en la actualidad.

Por ciertas publicaciones hechas en las redes sociales, conocemos tu faceta como corredor de bosques y tus encuentros esporádicos con jabalíes. ¿Supone esto algún tipo de inspiración o de preparación para escribir?

A ver, que tampoco estoy todo el santo día haciendo deporte, pero es bien cierto que monto en mountain bike, bicicleta de carretera y, a mis cuarenta y cuatro años, todavía juego en un equipo de fútbol de veteranos. Y luego sí, está lo de correr por los montes, pero esto último me ha dado hace poco.
El deporte sirve como terapia, como válvula de escape para el ritmo frenético de nuestras vidas. Recomendaría hacer ejercicio siempre que se pueda y, si es posible, al aire libre. La sensación que se experimenta con el contacto de la naturaleza es muchísimo mayor al deporte enlatado de gimnasio. ¿Si me sirve de inspiración? Bastante tengo con mantener controlados los latidos de mi corazón, pero supongo que el despejar la mente con el deporte es beneficio para la creatividad. Mis encuentros con los jabalíes es un hecho esporádico, pero por los bosques de mi localidad se suelen ver bastantes porque no tienen un depredador natural.

Hablando de bosques y de naturaleza, también sabemos que eres un admirador de la montaña de Montserrat. ¿Podrías explicarnos por qué te cautiva tanto y dónde reside su magia?

Vivo cerquita de ella y se podría decir que mi primer libro se debió a la fuerza con que me impactó la imagen panorámica de Montserrat que disfruto desde mi terraza. Tan sólo necesitas observar su silueta para saber que estás ante un macizo especial, considerado sagrado en el pasado y revestido de misterios y leyendas. Para saber si es mágica debes recorrerla, conocerla más allá del monasterio y la Moreneta. Hay muchísimos lugares especiales que visitar en Montserrat. Como curiosidad, diré que la montaña de Montserrat está presente en todas mis novelas, de un modo u otro, pero siempre me permito agregar algún elemento o localización de interés,  como relatar las innumerables leyendas que la rodean. Incluso la ufología y el once de cada mes, día señalado para celebrar reuniones nocturnas en la montaña y contemplación del cielo a la espera de apariciones lumínicas o de objetos voladores no identificados, y que incluí en una de mis obras.

La magia de la naturaleza nos lleva a otro terreno igual de misterioso en el que te manejas como pez en el agua: la historia de las culturas antiguas y los secretos de las religiones. Has estudiado durante mucho tiempo sobre estos temas y has plasmado tus conocimientos en varias novelas. ¿Qué intención hay detrás de ello? ¿Tratas de hacerles comprender algo a tus lectores o incitarles a que se planteen las cosas de un modo distinto? ¿Eres el nuevo mesías, o sólo un miembro avanzado de una secta destructiva?

Me fascina la evolución intelectual del hombre con el paso de los milenios y el modo que se ha rendido adoración a la divinidad. Siempre he sentido una atracción natural por los mitos y creencias de las antiguas religiones, precursoras politeístas de las actuales monoteístas. Más allá de eso, no intento adoctrinar a nadie, sino exponer ideas y teorías bajo el marco de una novela de ficción. Mi objetivo principal al escribir es divertir y entretener, nada más.

Véndenos La pirámide de Seth. ¿Qué vamos a encontrar en ella y por qué deberíamos leerla, aparte de por la maldición egipcia que caerá sobre quienes no la compren?

Es una novela policiaca sobre una serie de asesinatos satánicos y la venganza. Los dos personajes centrales son el subinspector Roberto Puigcorbé y el hacker Marc Beltrán, ambos involucrados por el misterioso asesino. La sipnosis del libro reza así: El diablo no perdona. Ni mucho menos olvida... y tarde o temprano vuelve a cobrarse su venganza. Nunca antes el subinspector Roberto Puigcorbé y el hacker Marc Beltrán desearon tanto olvidar el pasado, enterrar los huesos de la muerte que a punto estuvo de cobrarles su deuda, sin embargo no les quedará otra salida: un psicópata está sembrando el horror en Barcelona y no pueden huir, menos aún cuando son piezas en la macabra partida de ajedrez que acaba de empezar. En el nombre de Lucifer, el psicópata amenaza con destrozar todo cuanto aman. Y ellos están decididos a destruirlo, aunque en el camino pierdan sus almas en manos del demonio al que persiguen. Queda poco tiempo. La cuenta atrás de cadáveres y atrocidades ha comenzado. Puigcorbé y Beltrán saben que ya no quedan peones, que las torres han sido derribadas, y que el rey, el que se ríe tras la máscara de la parca, no tendrá piedad.

Está muy bien eso de conocerse de pies a cabeza los métodos egipcios y su cultura antediluviana, pero la cosa puede ser más peliaguda de lo que parece. ¿Cómo de supersticioso eres? ¿No temes despertar con tus escrituras la ira de los faraones?

No soy supersticioso y bastante escéptico con todo el mundo de lo sobrenatural. Me interesa, pero procuro estudiar tales temas del misterio desde una mente abierta.

Ya que mencionamos a los reyes de Egipto, hablemos también sobre los reyes de la editorial. ¿Cómo ha sido tu experiencia con Wave Books durante el proceso de edición, y cómo se portan ahora, tras su publicación?

El trato ha sido maravilloso. Puedo asegurar que escritores y editores formamos una pequeña familia que no deja de crecer. El ambiente de trabajo es ideal, dándote toda la libertad para tu creatividad. No te sientes un producto, ni mejor o peor escritor a causa de la venta de tu libro, sino parte de algo que se está construyendo con muchísima ilusión. Y supongo que eso es lo más importante. El éxito vendrá o no, dependerá de tu talento y de otros tantos parámetros que no están a tu alcance, pero sentirse como en casa en un grupo de escritores, una profesión donde el ego llega a cotas elevadísimas, es para sentirse orgullosos. Y Miguel, Irene y Karol lo han conseguido. Por tanto, chapó por ellos.

¿Dirías que eres un escritor transgresor? ¿Te has topado con alguien que haya criticado o rebatido los contenidos religiosos de tus libros?

Si dijese que soy transgresor dejaría automáticamente de serlo. Me considero un escritor que le gusta contar historias, profundizar en dogmas religiosos y exponer incógnitas cuando la trama de la novela así lo precisa. Las personas tienen su verdad, una verdad adaptada a sus necesidades, cultura y educación. Por lo general, todos pertenecemos a grandes o pequeñas esferas interconectadas entre sí. Todos estamos, en mayor o menor medida, influenciados por nuestro entorno. Por tanto, a los que nos gustan polemizar siempre encontramos con quien hacerlo. Es bueno hacerlo, se aprende si sabes callar y escuchar cuando tu interlocutor expone sus ideas.

A todos nos gusta que los autores nos hablen de sus manías a la hora de ponerse frente al papel y de sus hábitos de escritura. Complácenos, por favor. ¿Cuál es tu nivel de extravagancia?

Supongo que la música. Dependiendo del capítulo o del tema a tratar, escucho una u otra canción. La música estimula la creatividad y, en mi caso, me ayuda a meterme en situación. Por ejemplo, un tramo de novela donde prima la acción siempre la acompaño con algo de rock. Me funciona, mira tú.
También suelo escuchar mis textos en audio. Me ayuda a mejorar los diálogos y repasar tramos de la novela mientras trabajo. Con la ayuda de una libreta y un bolígrafo, apunto los fragmentos que no me han acabado de convencer y luego en casa los modifico. Gano tiempo y, encima, escucho mi texto. No hay muestra mayor de amor a uno mismo. Bueno, esto último era broma. No, no lo era.

¿Te gustan las napolitanas de chocolate? ¿Qué nos puedes contar acerca de ellas?

Me gusta todo aquello que lleve chocolate y no se fume. Soy glotón y el dulce me vuelve loco.

Gracias por concedernos esta entrevista. Que los dioses te guíen en el camino y que tengas mucha suerte con La pirámide de Seth y con tus aventuras por el bosque.



Para saber más:
Liss Evermore en Facebook

miércoles, 27 de junio de 2018

El terror en la mochila: Centralia (Pensilvania)



Hoy me cuelgo la mochila del terror y visito uno de los lugares más conocidos por los amantes de lo terrorífico: Centralia, la ciudad fantasma de Pensilvania. ¿Por qué es tan conocida? Por ser el escenario en el que se inspiró Silent Hill. 

En 1980, Centralia contaba con unos 1.000 habitantes, pero en el 2013 apenas eran siete los vecinos que resistían allí, en la ciudad convertida en un bosque apocalíptico bajo el que un incendio lleva activo casi 50 años, sin que nadie haya sido capaz de apagarlo. La ciudad está llena de edificios en ruinas, de coches abandonados y de carreteras llenas de boquetes por los que aun sigue saliendo humo.

Su decadencia comenzó en 1962, cuando el negocio de las minas (el sustento principal de sus habitantes) vivió un declive económico. Una de las minas empezó a utilizarse para quemar basura, pero se les fue de las manos y provocaron un incendio que, cincuenta años después, mantiene ardiendo las entrañas de Centralia.


Antes de poner siquiera un pie en Centralia, al llegar a su carretera principal, encontramos un cartel que nos avisa del peligro de seguir caminando. Nos dice, incluso, que ahí podemos encontrar la muerte. Aquí estoy, intentando decidir si seguir avanzando, si internarme en esta niebla que envuelve por completo toda la población y que solo me deja entrever un par de esqueletos de coches abandonados... quien sabe si por la fuerza. 

¿Os atrevéis a dar un paso más conmigo?


lunes, 25 de junio de 2018

Doble Sesión: Black Panther y Vengadores: Infinity War





El cine de superhéroes ha llegado a un punto en el que mueve a millones de espectadores al cine a por sus dosis periódicas de poderes, grandes responsabilidades y amenazas aún mayores por batir.

La mayor parte de la culpa la tiene Marvel Studios y sus dos últimas películas de su Fase 3, que han supuesto dos grandes tantos. Uno es la película individual del héroe y rey Black Panther y la otra el comienzo del conflicto cósmico que supone Infinity War:




-Black Panther, de Ryan Copgler:

Aunque es cierto que antes de 1998 ya tuvimos un par de películas de superhéroes negros bastante accidentados. Fue Blade, el verdadero film que caló en los espectadores. La historia del cazavampiros de las viñetas de Marvel Cómics encarnado por Wesley Snipes fue bastante importante para que se diese el panorama superheroíco que hoy vivimos. Pero estaba claro que el verdadero Boom con un superhéroe negro lo iba a realizar Marvel Studios (y, ojo, que Snipes casi protagoniza una película de este personaje) con Black Panther. El primer superhéroe negro de la historia del cómic.




A T´Challa (Chadwick Boseman) ya lo conocimos en la estupenda Capitán América: Civil War. Aunque, por suerte, su película individual no es una de orígenes y toma como punto de partida lo visto en el conflicto superheroíco. Con el héroe volviendo a su hogar para coronarse como rey.

Aunque no sea una historia de orígenes, la película se toma su tiempo en mantener informado al espectador de todo lo nuevo que presenta el personaje y su entorno. En los cómics, Wakanda también es bastante importante. Pero nunca se ha visto mejor que en esta película. Los responsables de la puesta en escena de Black Panther han sabido cómo transmitir esa mezcla de super tecnología y tradición que caracterizan esta nación. Es un gustazo ver todo lo que tiene que ofrecernos el lugar.

La trama no tiene mucho misterio, y no son pocos los que ya han ido a buscarle el parecido al Rey León. Pero Black Panther goza de dos grandes aportes al género: La crítica social y la inclusión de buenos personajes femeninos.




Como ya le pasó al personaje en su historia en los cómics, el Black Panther de Boseman se ha convertido en un referente para la comunidad negra global. La película trata temas MUY presentes en la sociedad actual e incluso una de las escenas post créditos es toda una bofetada a la administración Trump.

Por otro lado tenemos a un arrollador elenco femenino capitaneado por la Okoye de Damai Gurira (nuestra Michonne en The Walking Dead). Hasta el interés romántico de T´Challa demuestra en su primera escena que no necesita protección.

Al aporte femenino del elenco se le suman unos secundarios bastante interesantes y unos villanos a la altura de las circunstancias. Por un lado tenemos al Ulysses Klaue de Andy Serkins. Que tras su presentación en Age of Ultron se muestra totalmente desatado. Y por el otro, el Killmonger de Michael B. Jordan que va de menos a más hasta darnos uno de los mejores diálogos y escenas del UCM. No es de extrañar que tras Creed, el director Ryan Coogler le haya regalado este personaje a Jordan. Quien tenía una sangrante deuda con los fans de este tipo de cine tras haber participado en la última perversión cinematográfica con Los 4 Fantásticos.




Toda esta gran galería de personajes hacen que Chadwick Boseman se vea MUY limitado y opacado. Y es una pena, porque no estamos ante el nuevo remedo de Tony Stark. Su seriedad es bastante refrescante, pero hace que pierda bastante ante el espectador.

Black Panther tiene de las mejores escenas de acción y coreografías de combate del UCM, pero por la contra, se nos echa en cara las peores muestras de CGI (ESOS RINOCERONTES DIGITALES ME SIGUEN PRODUCIENDO PESADILLAS).

El UCM suma y sigue con esta película que añade toda una fantástica nueva parcela con T´Challa y Wakanda.




Lo Mejor: Toda la reivindicación que trae debajo del brazo esta propuesta.

Lo Peor: Una trama bastante limitada. El CGI.





-Vengadores: Infinity War, de los hermanos Russo:

Es imposible hablar (o en este caso, escribir) sobre esta película sin sentir un nudo en la garganta. Infinity War es un sueño hecho realidad. Es la culminación de diez años de películas con sus personajes e historias. Es el gran evento cinematográfico de nuestro tiempo. Y todo empezó con una idea. La idea de empezar a hacer buenas películas con los personajes de Marvel Cómics, cuyos derechos no estuviesen desperdigados por los diferentes estudios de cine. La idea de que todas estuviesen encuadradas en un mismo Universo Cinematográfico, lo que redefinió el concepto de blockbuster.

A estas alturas, el UCM ya está más que asentado y no necesita ni busca subir a su carro a posibles nuevos espectadores. No, el barco ya está a rebosar de fans. Y esto está claro con el sorprendente arranque del film, que nos sitúa poco después de terminar Thor: Ragnarok. Si en la crítica de esa película ya hablaba de esa libertad por parte de Marvel Studios, en esta ocasión la cosa se multiplica por un millón.




Una película así maneja un ritmo arrollador. No por nada, a lo largo del metraje nos encontramos con la mayor parte de todos los personajes que hemos ido conociendo a lo largo de los años y películas cruzando caminos. Tienen las ideas clarísimas. Y en su sencillez argumental aún sabe guardar grandes y evocadores momentos. Todo ello rellenado por apabullantes escenas de acción.

Me gustaría pasar párrafos y párrafos hablando de cada personaje de esta película. Pero la cuestión tampoco es aburriros. Pero me gustaría centrarme en Thanos... ¿Es el gran villano del UCM? No me molestaré en responder esta pregunta. Solo decir que todo lo que nos vendieron sobre este personaje era cierto. Gracias a Thanos y su Orden Negra, el peligro por fin se siente a cada minuto. Logrando que la película alcanza unas connotaciones dramáticas que hacen más aplaudible si cabe esta película. Todo ello sin olvidar la espectacularidad que debe mostrar una propuesta de esta magnitud.




Si ya con las dos últimas entregas de la trilogía del Capitán América, los hermanos Russo se coronaron como los grandes directores de Marvel Studios. Con Infinity War la cosa alcanza un nuevo y asombroso nivel. Transmitiendo toda la emoción y épica que necesitábamos ver en el conflicto cósmico que se lleva gestando desde la primera parte de los Vengadores.




Lo Mejor: Thanos y ver este sueño cumplido (OJO, a medias, que queda ver Avengers 4).

Lo Peor: Tener que esperar para ver la continuación.



viernes, 22 de junio de 2018

Crítica Seoul Station, de Yeon Sang-Ho




Sinopsis:

Es de noche en Seúl, y la estación central se convierte en un hogar para los mendigos. Uno de ellos muestra síntomas de lo más extraños. Mientras, una chica rompe con su novio y busca refugio en la estación, pero ahí solo encuentra una horda de vagabundos convertidos en zombis. Su padre y su novio deberán encontrarla en medio del caos.



Opinión:

Precuela animada de Train To Busan, Seoul Station nos ofrece buenas dosis de sangre y zombis con una historia de lo más enrevesada.

En ella, conocemos a una pareja en el que el chico se gasta el dinero en videojuegos mientras ella ejerce la prostitución para pagar los vicios de su pareja. Este punto, en el que los protagonistas son personajes atípicos con vidas difíciles me ha resultado uno de los puntos fuertes de la cinta, al igual que vemos el trato que reciben las personas sin techo en Corea del Sur (no tan diferente al de aquí) y resulta una buena critica hacía la sociedad.
También seguimos a un padre que trata de encontrar a su hija, la chica de la pareja, cuando estalla el brote Z.




La acción transcurre un poco antes de los acontecimientos de la esplendida Train To Busan, y nos pone en situación de los primeros casos de contagio. A pesar de que no conocemos el origen de la infección, me ha parecido un acierto que se vea el inicio del fin, el caos y la brutalidad con la que la policía y el ejercito del país intenta contener el problema.

La animación es cruda, sin pretensiones, mostrando las grotescas heridas de los muertos y la sangre.

Los personajes, como ya he dicho, son peculiares. No son héroes, tiene algunos momentos en los que te pueden sacar de quicio y les sigues a través de su viaje hasta un sorprendente final que, al menos, una servidora no esperaba.

En resumen Seoul Station es un película entretenida, sorprendente e indispensable dentro del género Z.

Lo Mejor: Que los personajes sean personas normales. La acción. El giro del final. 

Lo Peor: Que algunas escenas o situaciones nos pueden resultar extrañas por desconocimiento de la cultura surcoreana.


miércoles, 20 de junio de 2018

Crítica Downrange (Blanco perfecto), de Ryuhei Kitamura



Esta es una de esas películas que te pones porque sí, sin ningún tipo de pretensión ni expectativas. En ella, unos jóvenes comparten coche para ahorrar (véase BlaBlaCar) y, cuando van por una carretera solitaria entre colinas, se les revienta una rueda. O, al menos, eso creen ellos, pues en realidad hay un francotirador que les ha disparado. Cuando se dan cuenta ya es muy tarde, pero tienen que tratar de esconderse tras el vehículo hasta que alguien venga a ayudarlos. 

La verdad es que me ha sorprendido y me ha gustado mucho. Que sí, que hay muchas películas parecidas y no muestra nada nuevo ni tremendamente original, pero engancha y entretiene y a mí con eso me vale. La ambientación ya de por sí me gusta, pues siempre me han dado mal rollito los viajes por carreteras secundarias, a la vez que me apasionan esas travesías solitarias donde vemos monstruos incluso donde no los hay. Los chicos me han puesto de los nervios en muchas ocasiones, pero, claro, en su situación poco más de lo que hacen podían hacer.



El malo, en este caso el francotirador, se hace de odiar, pues mata por el puro placer de hacerlo. Aunque, antes de ello, como buen cazador, disfruta acorralando, jugando y haciendo sufrir a sus presas. Es por ello que me ha fascinado el final, tan sorprendente, retorcido, irónico y con mala leche. Solo por la última e inesperada escena merece la pena ver la película. 

Como he dicho antes, no esperéis nada nuevo, pero si os gustan las vísceras, la sangre y pasar muchos nervios y tensión, esta es vuestra película. De todas formas, no todo es sangre. También conocemos un poquito a los personajes, sus problemas, sus historias pasadas y, cómo no, el destino al que se dirigían. Hay momentos en que algunos asesinatos me dieron hasta pena como, por ejemplo, el de la pareja propietaria del coche. Conocer su triste historia me partió el corazón, y el chico protagoniza una de las escenas más emotivas del film. Sí, soy así de rara, soy capaz de llorar de tristeza con una película de terror.

Dicho todo esto, os la recomiendo para una noche con la pareja o los amigos y un buen bol de palomitas.

Lo mejor: la escena de los cuervos. La ambientación. Lo cabrón que es el asesino. El final.

Lo peor: no tiene ningún elemento novedoso.



lunes, 18 de junio de 2018

Reseña Renacida de Mark Millar y Greg Capullo




El Más Allá concebido por Mark Millar no iba a dejar indiferente a nadie. Es así como se presenta Renacida. Una de las nuevas obras de este aclamado guionista que une fuerzas con el dibujante Greg Capullo para dar vida a la historia de una anciana que muere y despierta en un nuevo mundo de maravillas y peligros.




Partiendo de una premisa que podría no antojarse tan original (por mucha estética fantasy-sci-fi con la que impregnan el relato), Mark se las ingenia para que Renacida no caiga del todo en el cliché. Escarbando en lo humano de la propuesta de tener a una anciana renacida en un joven cuerpo y despertando en un nuevo mundo en el que debe batallar contra las fuerzas del Mal. 

Es cuando la obra toca estos temas tan humanos, que Renacida brilla con luz propia. Pero no hay que olvidar que estamos hablando de una obra de Mark Millar. Con lo que la acción y espectacularidad están bien servidas a lo largo de las páginas a las que presta su arte Greg Capullo. Quien, con total libertad creativa, puede mostrarnos todas las maravillas del Más Allá de Millar y las escenas de acción que idea el escocés.




En lo argumental, hay que decir que Millar no se rompe la cabeza más de lo debido. No vamos a tener ninguna explicación que sustente la nueva realidad que vivirá la protagonista (¿hace falta?) y el grueso de la historia no deja de ser la manida batalla del Bien contra el Mal. Pero son en los pequeños detalles que a Millar se le ocurre donde la obra logra destacar. Además, podría parecer que la trama es bastante cerrada. Pero se deja la puerta abierta a la continuación. Y está claro que Millar puede exprimir mucho más esta premisa.

Renacida es otro tanto para el MillarWorld del que tanto puede beneficiarse Netflix tras su compra. Solo pensar en ver esta historia adaptada a formato largometraje o televisivo, se me hace la boca agua. Pero de momento, podemos disfrutar del cómic.



viernes, 15 de junio de 2018

Detroit: Become Human (PS4). Los androides divergentes




En Detroit: Become Human nos adentramos en un futuro donde los androides y los humanos conviven, aunque no en armonía. Y es que los androides, creados a imagen y semejanza de las personas, son tratados como esclavos.

Tres de ellos, Markus, Kara y Connor, deberán decidir si seguir siendo esclavos o enfrentarse a una sociedad que los ven como mero producto de lo cal deshacerse en cuanto se cansan.

La historia de este videojuego, el cual hemos disfrutado en PS4, me ha resultado muy interesante. La trama va cambiando dependiendo de las decisiones que tomes con los personajes, al igual que Heavy Rain y Beyond: Two Souls, aunque en Detroit: Become Human tiene momentos en los que me ha parecido que te guían más que en los otros dos.
A pesar de eso, me ha gustado mucho y he disfrutado viendo como van cambiando los personajes, descubriendo algunas sorpresas que guarda la trama y decidiendo el destino de los tres androides.




La jugabilidad no está mal, parecida a los videojuegos mencionados, aunque la cámara no me ha parecido demasiado cómoda en algunos momentos.

Los personajes me ha encantado, tanto su desarrollo como su historia, y los voy a analizar un poco por separado (sin Spoilers):

Markus ha sido mi favorito, viendo como pasa de tenerlo todo a nada y convirtiéndose en el líder de la rebelión. Tú decides si quieres que vaya por el lado pacífico o violento, pero en ambos casos ves a un personaje con ideales, fiel a sus principios y valiente.

Kara me ha parecido el más humano de todos, por su instinto y su tenacidad a la hora de proteger a aquellos que ama.

Connor es... complejo. Sus decisiones a veces están muy marcadas, pero depende de lo que escojas puede llegar a sorprenderte. Pensemos que estamos ante un detective de Cyber Life, la empresa que ha creado a los androides, que persigue a los divergentes, por lo que tendrá más de un encontronazo con los otros personajes que pondrán a prueba su, aparentemente, inquebrantable lealtad.




Los secundarios están también bien definidos, y puedes hacer que tengan una opinión sobre cada uno de los personajes dependiendo de tus acciones.

El tema de los divergentes, de la lucha por los derechos de los androides y la rebelión contra un sistema que les considera esclavos es, para mí, uno de los puntos fuertes de la trama. Me ha recordado a momentos de nuestra historia y como incluso hoy día debemos que luchar por nuestros ideales.

Los gráficos son una pasada. A veces cuesta distinguir el momento "historia" del jugable, cosa que no ocurría con los videojuegos de hace unos años. 




En resumen, Detroit: Become Human me ha parecido un  juegazo. Entretenido, con una trama que engancha, momentos épicos, personajes con los que empatizas y unos gráficos que te hacen pensar en el paso que tendrán que dar las plataformas para mejorar algo que es casi... humano.

Lo Mejor: La trama. Los personajes. Los gráficos.

Lo Peor: La cámara, debería poder moverse mejor. Tuvo algún fallo y me consta que a más personas le ha pasado, que se cala y tienes que reiniciarlo. Espero que lo solucionen pronto.



miércoles, 13 de junio de 2018

Crítica Los extraños: Cacería nocturna, de Johannes Roberts



Tengo que reconocer que la primera película me resultó entretenida, y que una sola frase (¿Dónde está Tamara?) bastó para acojonarme. Por lo demás, una peli pasable, sin mucha repercusión para mí. Aun así, como buenos amantes del terror que somos en casa, fuimos al cine a ver esta secuela. Y mira por donde, me ha gustado muchísimo más que la anterior.

Cindy y Mike no pueden más con su hija, así que deciden mandarla a un internado. Para ello, tienen que hacer un viaje por carretera junto a sus retoños, por lo que deciden pasar la noche en un campamento para caravanas regentado por el tío de Cindy. Una vez allí, nuestros tres amigos enmascarados aparecerán para convertir esa noche en una auténtica y sangrienta cacería.  Es un slasher que tiene un ritmo trepidante, pues se suceden los sustos hasta tal punto que te pasas toda la película en tensión. 


Me ha gustado mucho que los niños protagonistas (adolescentes, más bien), no sean los típicos tontos que solemos ver en este tipo de films. Aquí acaban hasta las narices de estos cazadores despiadados, así que se defienden con uñas y dientes. Es cierto que algunas escenas te ponen de los nervios y empiezas a decir "pero reviéntale la puta cabeza" pero, en general, son protagonistas medianamente espabilados.

Como punto fuerte me quedo con la banda sonora, pues es orgásmica. Bonnie Tyler me fascina y es ideal como música de fondo para un crimen macabro y, si no me creéis, solo tenéis que ver esta película. La escena de la piscina me pareció maravillosa, sublime, y solo por ella tengo claro que volveré a ver esta cinta. Por supuesto, no puedo olvidarme de la ambientación, pues los campamentos son lugares perfectos para lo macabro. Además, este es solitario y de caravanas, por lo que la trama está situada en un enclave que hará las delicias de todos los amantes del terror.  De los personajes me quedo con Luke, interpretado por Lewis Pullman, que hará lo que sea para proteger a su hermana.

Lo mejor: la banda sonora. La escena de la piscina. La ambientación.

Lo peor: la típica adolescente rebelde porque el mundo la ha hecho así.



lunes, 11 de junio de 2018

Crítica Ready Player One de Steven Spielberg





Vivimos una época bastante asfixiante en el que el futuro se nos antoja bastante incierto y aterrador. Paralelamente a esto, el mundo del entretenimiento ha sabido aumentar sus productos y medios en los que muchos se sumergen para escapar de la triste realidad. Aunado a esto está el revival ochentero, una década que nos dejó grandes canciones, películas, series... 

Para su debut literario, Ernest Cline cogió todo esto y creó Ready Player One. Una novela que no tardó en estar en el punto de mira de las grandes productoras. Lo que ha sido una sorpresa, a medias, fue que el director encargado de realizar su adaptación cinematográfica fuese Steven Spielberg.




Lo cierto es que Spielberg fue quien creó el blockbuster con su Tiburón en 1975. Y no hay que olvidar que estamos ante el que nos llevó al Parque Jurásico o nos hizo seguir los pasos de Indiana Jones. Aunque en los últimos años, el Rey Midas de Hollywood se haya apartado de tanto aventurero, en su interior este espíritu jamás dejó de brillar. Y eso lo ha demostrado con Ready Player One.

"Oasis es la realidad virtual donde la mayor parte del mundo se sumerge para olvidarse de la terrible realidad. El día que su creador fallece, se descubre que su último deseo ha sido crear un desafío para los habitantes de Oasis y así poder hacerse con su fortuna y el dominio de Oasis".




Es imposible no querer sumergirse en Oasis y todas las posibilidades que ofrece LA realidad virtual. Esto ha camelado hasta al propio Spielberg, quien se esmera a la hora de sumergirnos en ese mundo de unos y ceros donde todo puede pasar. El problema llega cuando vemos que el CGI se come la otra parte del film. La que se desarrolla fuera del mundo virtual. Una pena, pues en esas pequeñas dosis se deja entrever una aventura más pura y adictiva que la que ocurre en Oasis. Donde, por mucho Gundam contra Mecha Godzilla que nos muestre, no deja de ser un espectáculo vacío. Por no hablar de la gran carga emocional que Spielberg busca imprimir en la parte del mundo real.




Es una pena desaprovechar el plantel protagonista que se saca de la manga y que acompañan al dúo protagonista. Un grupo que podría haber calado más en el espectador del mismo modo que ha logrado la tropa de Stranger Things en la pequeña pantalla. Pero la cosa se queda en el intento.

En el terreno de los villanos, tenemos un Ben Mendelsohn que parece haber puesto el piloto automático de Rogue One y poco tiene que ofrecer. Una mejor y más divertida amenaza podríamos haber encontrado en I-R0K (T. J. Miller) que se queda en un alivio cómico momentáneo.




Por la parte que nos toca, internillos. Hay que decir que Ready Player One se guarda un gran as bajo la manga al hacer que una de sus pruebas ocurra en un gran clásico del cine de terror

El temor a que Ready Player One se dejase llevar por el juego metareferencial estaba siempre presente. Aunque por suerte, Spielberg no lo permite. Y deja que su historia respire un poco entre el carrusel de guiños y cameos. Una aventura que podía haber impactado más y haberse convertido en un clásico instantáneo de haber mimado más la parte humana del relato. Por la contra, aún podemos pasarlo bastante bien siguiendo a Wade Owen (Tye Sheridan) y su clan en la Búsqueda del Huevo de Halliday.



Lo Mejor: El inesperado segmento que hará las delicias del fan del cine de terror.

Lo Peor: No se da un buen equilibrio entre la parte live-action y la de CGI.



viernes, 8 de junio de 2018

Crítica Enganchados a la muerte, de Niels Arden Oplev



Sinopsis:

Cinco estudiantes de medicina, con la esperanza de desentrañar el misterio de lo que aguarda más allá de los confines de la vida, emprenden un atrevido y peligroso experimento. A base de detener su corazón durante un breve lapso de tiempo, cada uno de ellos sufre una experiencia cercana a la muerte clínica. A medida que la investigación se vuelve cada vez más peligrosa, se verán obligados a afrontar los pecados de su pasado, además de vérselas con las consecuencias paranormales de sus incursiones en el más allá.... Remake de "Línea mortal" (1990).




Opinión:

Estamos ante el remake de Línea Mortal, film noventero protagonizado por Julia Roberts y Kiefer Sutherland (quien también aparece en esta versión), y con el que no voy a comparar ya que hay bastantes cambios y modernizaciones y la trataré como un film independiente a pesar de que la premisa sea la misma: unos estudiantes que juegan con la muerte.

Courtney (Ellen Page), después de sufrir una accidente en el cual su hermana pequeña muere, se obsesiona con la idea de lo que ocurre después del fallecimiento.
Les pide ayuda a Jamie (James Norton) y Sophia (Kiersey Clemons) en su experimento: causarse la muerte durante unos minutos para experimentar en sus propias carnes qué se siente. Al principio todo parece ir bien, pero a la hora de la reanimación Jamie y Sophia tienen problemas por lo que ésta última pide ayuda a Ray (Diego Luna) para que la traiga de vuelta, y Marlo (Nina Dobrev), que sigue a Ray y se encuentra con todo el experimento sin querer.
Cuando consiguen traer a Courtney de vuelta, se encuentra algo diferente: recuerda cosas del pasado, como receta y tocar el piano, y todo el temario de medicina que hace que sobresalga ante el resto de alumnos. El resto decide, uno a uno, ir probando la experiencia. Todos salvo Ray, que no se fía y a pesar de colaborar con las reanimaciones no participa activamente en el experimento. 
Todo parece ir bien hasta que los fantasmas del pasado comienzan a acecharlo.




Las actuaciones son correctas. De los personajes, me ha gustado que cada uno tenga su carácter, por los que los he encontrado amenos y no hay ninguno que me haya caído mal.

La trama es similar a la versión de los noventa pero adaptándola a nuestros tiempos, cosa que han hecho bien, y resulta entretenida. Lo que estamos ante un film de suspense con algún toque de terror, que a veces eclipsan lo primero. A pesar de ello, me ha gustado esas escenas, las cuales me han recordado un poco a la atmósfera Silent Hill cuando vemos lo que acecha a los protagonistas, y tiene pinceladas del cine de terror asiático.




Los sustos son escasos pero efectivos, y se apuesta más por mostrar poco y mantener la tensión. En algunas ocasiones lo consigue, y en otras, no tanto (para mi gusto, los del barco fueron los más flojos).
Eso sí, me gustó que dieran pistas poco a poco para que descubramos el lado oscuro de los cuatro estudiantes que participan en el experimento (recordemos que Ray no experimenta la experiencia de la muerte).

En resumen, Enganchados a la muerte es una cinta entretenida, sin pretensiones, con una estética cuidada en los momentos de horror pero que no consigue "enganchar" del todo.

Lo Mejor: Las escenas de terror. Los "demonios" de los protagonistas. El no caer en tópicos religiosos y tirar más de psicología y ciencia.

Lo Peor: La historia es algo floja. El que intente tener elementos del cine de terror cuando se trata de una cinta de suspense.